Una simple atracción

Convivio parte II

Los ojos inquisidores de Naori, siguieron desde su posición la figura esbelta del Uzumaki, estudiando cada uno de sus movimientos, donde apreció con mayor detalle la sublimidad de éste. De alguna forma, la fémina comprendió el interés de Sasuke por el rubio Omega. Posiblemente el arrogante Alfa, se dejó embaucar por el carisma atrayente de Naruto, la inocente mirada añil que denota a primer vistazo, o el complemento preciso de una serie de cualidades de un físico agraciado y carácter rebelde del que es poseedor. Cada una de esas peculiaridades que, quizás pudiesen dictar de irrelevantes, juegan un papel influyente en el deseado Uchiha, porque él, siendo un hombre de personalidad estoica, ha dejado entrever un cambio abrupto en su rígido temperamento.

La Omega del clan Uchiha admitió a su pesar, la belleza de Naruto, porque al mirar con detenimiento la sugerente gracia, sabía que, de haber nacido como un Alfa o incluso un Beta, también lo estaría cortejando para que éste fuese quien llevara a sus crías, se comportaría de la misma forma que Sasuke, y sería capaz de enfrentar a otros para tenerlo a su merced. Naori aceptó que el Uzumaki es dueño de un aura fascinante, y le disgustó sobremanera tener tales pensamientos, producto de su instinto animal que, manifiesta el lado impulsivo de una efímera atracción, por el que considera su rival, ahora que fue testigo del porte desafiante y temple orgulloso del rubio.

Naori bufó con fastidio, arrugando el entrecejo por las absurdas divagaciones que su bestia intrínseca provocó en su subconsciente, alejándola de manera repentina de los planes funestos que su padre preparó con antelación. La Omega no pensaba ceder a su inestable juicio, por un ligero deslumbre ante la actitud gallarda que, el Uzumaki mostraba al resto del colectivo. Sin embargo, ésta prefirió capturar aquel insano odio, alimentando desmesuradamente su rencor, para continuar con el propósito de dañar a Naruto. La fémina a temprana edad, sintió un fuerte interés por Sasuke, al apreciar su atractivo físico y brío temerario, similar al de un futuro líder. Por tal razón, el pelinegro Alfa es el deseo prohibido de la Uchiha, y solo por él, dejaría parte de la humanidad que aún conserva, olvidando los principios que su fallecida madre le inculcó de pequeña.

Uchiha Hikaku, la madre de Naori, fue un precioso Omega de largos cabellos marrones que, mantuvo un estrecho vínculo con su hija, siendo él, quien velaba amorosamente por su seguridad, brindándole el cobijo cálido de un hogar estable, pero su inesperada muerte, provocó el cambio radical en la fémina, sumándole la influencia negativa de Kagami, que asumió el cargo de padre inescrupuloso, dejando de lado las enseñanzas de su pareja. El soberbio Alfa, educó a la pequeña con principios egoístas, creando una personalidad cínica en ésta, convirtiéndola en una joven frívola avariciosa de poder. La morena adquirió un desalmado talante, que difiere a la naturaleza sumisa de sus congéneres, transfigurando el patrón convencional del escalafón.

—¿Qué sucede, Naori? —preguntó uno de los Alfa Uchiha que acompaña a la morena.

—No ocurre nada —rebatió la Omega de oscura melena—, solo recordé a mi madre. Pensamientos estúpidos que no debería de considerar.

El escolta guardó silencio, observando el rostro impasible de la joven. La mirada ennegrecida de la Uchiha, mostraba una siniestra crueldad que incluso para él, siendo un fuerte Alfa con experiencia en batalla, y uno de los guardaespaldas de la rama principal del clan, le provocó un ligero estremecimiento. Naori transmitía un deje de malicia aterradora, poco común en los Omegas, quienes prefieren mantener una postura conciliadora, cuidando de los suyos.

—Pronto iniciará el discurso de apertura, Naori —mencionó dubitativo el Alfa, intentando mitigar con el ambiente pesado que la Omega expedía con gestos severos—. ¿Quieres dar una vuelta por los alrededores? Mientras la organización del directivo escolar prepara los últimos detalles.