En Tu Piel; Jacob Black

Las dos familias

-Es solo que... -suspiró nervioso- ¿Quieres salir conmigo ______?

Esas cuatro palabras se repetían en mi cabeza una y otra y otra vez. Pero, ¿que se supone que debo decirle? Si acepto mi familia se vera afectada de algún modo. Pero si le rechazo a pesar de estar absolutamente enamorada de él, romperé su corazón, como hizo Bella hace a penas dos años...

- Si... -susurré temblorosa- Si Jacob. Sí -repetí sonriendo con valentía.

- Su expresión cambió en segundos, de nerviosismo a una inmensurable alegría- Te quiero -me cogió en brazos de nuevo- ¡Te quiero!

Durante los aproximadamente 15 minutos que quedaba de camino, los pasamos comentando como íbamos a dar la noticia a ambas familias. Finalmente decidimos que lo mejor sería convocar una cena conjunta, aunque lo peor sería convencerles para que asistan todos... Jacob pensó en venir conmigo para ayudarme a convencer a Edward, Bella, Carlisle y Esme, como mínimo con ellos cuatro nos valía. Y de la familia de Jake pensamos en Billy, Sam, su mujer y Seth.
Al llegar al jardín trasero de nuestra casa Edward estaba sentado en las escaleras junto con Bella.

- Ya era hora - espetó mi hermano con un semblante serio.

- Edward, _____ y yo queremos que ambas familias celebremos una cena conjunta - Jacob me abrazó por la espalda- Sería esta noche sobre las nueve y media.

- No - se levantó dispuesto a irse, pero Bella le paró en seco.

- Esta bien, aceptamos - Edward la miró incrédulo, para después suspirar y negar con la cabeza- Iremos a avisar a Carlisle y Esme cariño - me dedicó una amplia sonrisa antes de entrar.

Cuando Bella y Edward desaparecieron de mi campo de visión, empecé a saltar como una loca ante la atónita mirada de Jacob. Me calmé un poco, tomé aire y Jake comenzó a hablar sobre como podría reaccionar su familia ante la proposición. Aunque, conociendo a Billy, no creo que haya problema frente a la propuesta.
Le pregunté si podía ir con él, pero prefirió ir solo para poder hablar tranquilamente con su familia. Cosa que me parece normal, no muy a menudo tu hijo se enamora de una persona que pertenece a un grupo rival, que supuestamente nunca pueden ni dirigirse la palabra.

NARRA JAKE:

Me despedí de ______ con un beso de esquimal, y me dirigí corriendo hacia la cabaña en la que se encontraba mi familia. Al llegar, encontré a Billy junto con Sam y su mujer sentados en el porche, seguramente me esperaba una buena bronca...

Cuando estuve medianamente cerca, Sam dirigió su espeluznante mirada contra la mía de adolescente enamorado. Enseguida sonrió con malicia, y yo bufé en respuesta. Después de esa sonrisita, puedo hacerme a la idea de que ya sabe, al menos sobre qué tema voy a preguntarles.

- ¿Se nos ha enamorado el lobito?- rió sarcástico Sam.

- ¿Y qué si es así, imbécil?- respondí harto de las mofas del "jefe de la manada".

- Chucho sarnoso- susurró entre dientes.

- Te recuerdo que tú también lo eres- respondí sonriendo de forma burlesca.

Lo último que susurró no pude escucharlo, debe ser que le dejé en mal lugar y se negaba a seguir peleando conmigo. Me di cuenta de que la mirada de Billy me quemaba, y así es, mi padre desaprueba que me lleve tan jodidamente mal con mi hermano, pero todo es culpa de Sam, el fue quien insultó a los Cullen cuando empecé a juntarme con ______ aunque solo fuese como amigos.

- ¿Y bien Jacob?- la mujer de Sam se dirigió hacia mi- ¿Qué querías decirnos cariño?

- Esta noche, a las nueve y media, vienen los Cullen- Sam estaba decidido a responder- Cállate Sam. _____ y yo necesitamos deciros algo importante a las dos familias, y antes de que digáis que no he de avisar que la propuesta ha sido mía y necesito que estéis aunque sea Seth, Billy, Sam, y tú- continué callando al mayor, sabiendo que iba a saltar de un momento a otro.

Finalmente Billy junto con la mujer de Sam, consiguieron convencerle tanto para que nos acompañarse a la cena, cómo para que se comporte decentemente durante esta. Nada más escuchar a Sam decir que si salí corriendo hacia el cuarto de baño, para darme una ducha rápida y prepararme para la cena, ya que son las 6:45 y nos conviene ducharnos antes a los chicos, qué a la mujer de Sam. Porque ella se tira a su tiempo dentro del baño...
Me duché, me puse colonia y salí hacia mi habitación para ponerme un traje elegante de color negro, con una corbata roja, unos zapatos negros también, y mi colgante de la suerte. Lo enredé bastante alrededor de mi muñeca para que hiciese de pulsera. Después de vestirme volví al baño, me coloque un poco el pelo y tocó esperar a que la mujer del mayor se preparase, ya íbamos con un poco de prisa, eran las 8:45 y de aquí a que llegasen Cullen, no quedaba mucho.

NARRA _____:

Al irse Jacob, entré rápidamente a mi casa para evitar preguntas incómodas provenientes de Edward, Rosalie o Emmet, que son los que están más disgustados conmigo. No pude evitar pararme antes de subir la escalera, miré hacia los tres que peor llevarán esto y pude ver la decepción en sus ojos. Subí lentamente las escaleras y cuando llegué a mi cuarto cerré de un portazo, echando todos los cerrojos que tenía la puerta, me deslicé por ella y caí sentada en el suelo. Posé mi vista en el techo, desesperada por buscar una solución para lo que está a punto de ocurrir en solo unas horas.

Conseguí calmarme y me acerqué al armario para escoger finalmente lo que iba a ponerme para la cena. Al mirar al armario me dieron ganas de llorar, obviamente, nunca me han invitado a una cena, un baile, o cualquier cosa parecida, así que no tengo ningún traje. Casi al momento de empezar a ponerme histérica, escuché como alguien intentaba forcejear con mi puerta. Me acerqué y la abrí encontrándome a Bella y Alice, cada una con un traje distinto y entre las dos llevaban un neceser considerablemente grande. Mi mirada curiosa las hizo sonreír y contentas cual duendecillos pasaron corriendo a mi cuarto dejando a un lado todo el circo que llevaban entre los brazos.

Media hora después de sus insistencias me duché y me dejé maquillar, peinar y vestir por esas dos locas a las que tanto quiero. Aunque no todo podía ser perfecto y como no, tenía que ser Alice...

- Sabes que Rosalie, Emmet y...- no la dejé acabar.

-Si Alice, se que tienen que estar odiándome.- Alice abrió la boca, pero sonrió triste.

- No es eso ______ - Terminó de colocarme el pelo - Edward tiene miedo de que por culpa de un descuido tengas que dejar de estar a su lado y por experiencia propia, sabe que va a dolerte.

- Alice... ¿Va a ocurrir? ¿Tendremos que irnos? - cerró los ojos y asintió rápidamente, sentí como mi mundo se rompía en pedazos.

-Cariño, mis visiones no son del todo ciertas, puede que las cosas cambien - Me abrazaron las dos- Ahora tu solo disfruta de Jacob- asentí sonriendo como bien pude-

Bella y Alice salieron de mi cuarto para dejar que terminase de vestirme sola. Al terminar, me eché perfume y me miré en el espejo. Me habían convertido en un ser totalmente diferente a lo que yo soy en realidad. Bajé las escaleras para encontrarme a Edward, Bella, Carlisle y Esme, ya preparados para salir. Me despedí de Alice, Emmet y Jasper con un abrazo y a Rosalie la di dos besos para poder susurrarla un "lo siento" inaudible para nadie que no fuésemos nosotras, ella asintió sonriendo.

Llegamos al coche y Carlisle se ofreció a conducir. Edward no estaba muy por la labor que digamos... Pasaron la media hora restante diciéndome lo guapa y diferente que estaba, pero Edward seguía sin decir palabra alguna.

-Edward yo... - cogí su mano y el me miró con desprecio-

-Lo sientes, lo sé. Pero ya es tarde, por un error tuyo vamos a tener que irnos de aquí. Solo piensas en ti misma, y te da igual lo que tengamos que sufrir los demás - apretó mi mano- No mereces pertenecer a nuestra familia - Soltó bruscamente mi mano, ante la atónita mirada de todos nosotros.

- Mi mente gritaba " ______ reacciona" pero mi cuerpo permanecía inmóvil- Tu apostaste por Bella, no veo por que no puedo apostar yo por Jacob. Si vale, es un lobo, pero ¿y qué? Bella era humana tampoco es tan distinto mi caso del tuyo. Y si no me defiendo yo ¿Quién lo hará? Ni tu ni nadie de este mundo está por la labor -Y cruzándome de brazos, conseguí dar algo de firmeza a mis palabras.