Abandonada

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______ POV:

Desperté lo que yo pensaba que era al cabo de un rato, solo sé que cuando yo llegué aquí era por la tarde y ahora parece ser de madrugada. Parecía que seguía sin haber nadie dentro de la casa, entré para ver si eso era cierto, y así era, no había nadie. Pegué una voz para no recibir respuesta alguna, estaba sola, herida y asustada. Me moví rápidamente a la cocina para descubrir un cuaderno rosa puesto en la encimera el cual puede identificar que era de Alice, me acerqué a verlo y este incluía una nota:

"Hola hermanita, que no es apropiado contar esto mediante una nota pero así es, si has llegado a casa y no descubres rastro alguno de nosotros es que hemos tenido que huír y dejarte a tu suerte hasta que las cosas con los Vulturi se calmen. Sabemos que puedes cuidarte sola, ya tienes edad para ello, no hagas tonterías por favor y recuerda que puedes hablar conmigo siempre que lo necesites. Te queremos.

Esme, Carlisle, Edward, Anne y yo."

Aún no me puedo creer que aparte de que me hayan dejado aquí sola a mi suerte, se hayan decidido a llevarse a Anne con ellos, y yo aún sabiendo que ella iba a traer problemas decidí callarmelo y mantener el secreto entre Jake y yo... un momento ¿y Jake? ¡Dónde está Jacob!

La última vez que supe algo de él fue cuando ese demonio me enseñó que le estaban haciendo daño en alguna parte de este bosque, tengo que encontrarle lo antes posible. Recorrí gran parte del territorio que pertenecía y supongo que seguirá perteneciendo a mi familia y no encontré ni rastro de Jake, ni siquiera huellas de su clan.

- Dios Jacob ¿Donde estas? -balbuceé mientras corría hacia su casa.

A llegar llamé bruscamente a la puerta sin obtener respuesta alguna, ahora sí que me estaba asustando. Comencé a recorrerme esta vez el territorio de los Black incluido el acantilado y la playa de La Push sin éxito alguno. Escuché una voz familiar, era Alice.

-Vuelve a casa de Jake. - pronunció para después desaparecer.

Volví a la casa de los Black y la puerta estaba abierta de par en par, Alice tenía razón. Entre cuidadosamente y procurando no hacer ruido, al pasar el umbral de la puerta puede observar a un gran lobo tirado en el suelo del pasillo derramando gran cantidad de sangre, sin duda era Jake reconocería esos colores en cualquier sitio.

- Jake, déjame ayudarte -me miró de reojo mientras bufaba para intentar calmarse y así volver a su estado humano - Eso es, calmate - comencé a acariciar cuidadosamente su cabeza.

Después de unos 5 minutos Jacob había vuelto a su estado natural y podía divisar sin ningún problema dónde se encontraban sus heridas y como de profundas eran. La mayoría de ellas parecían arañazos y también tenía diversos mordiscos a lo largo de su torso. Cuando ya parecía estar un poco más consciente conseguí levantarle con un poco de su ayuda y le tumbé en la cama.
Bajo su mirada de dolor fui lo más rápido posible a por un botiquín a la cocina, junto con un paño con agua fría.

- Jake sé que esto no te va a gustar nada pero tengo que curarte las heridas - él asintió con la cabeza.

Al estar tan sumamente débil prácticamente no le salía la voz, solamente se quejaba cuando le echaba alcohol en las heridas arrugando la nariz o bufando de desesperación. Cuando terminé de curarle volví a dejar las cosas en su sitio y regresé a su cuarto, me senté en una esquina de la cama para no molestarle y el intentó hablar.

- Una pelinegra me atacó mientras tú estabas en Central Park, e~era demasiado rápida y apenas me daban los reflejos para defenderme - espetó mirándome a los ojos con tristeza - Dijo que era mi vida por la tuya... y yo intenté defenderme.

- Shhh... - me acerqué para tumbarme a su lado y le di un beso en la frente - a mí me pasó algo similar - al contarle lo ocurrido Jake me acarició la mejilla.

Nos dimos un beso en los labios y casi al momento Jake se quedó dormido, el pobre debería estar derrotado. Mientras el dormía decidí tapiar todas las ventanas y puertas que no fuesen la principal para evitar algún imprevisto o visita inesperada, en la puerta principal instale tres cerrojos más de los 2 que ya habían y en el cuarto de Jacob instalé 2, sólo por si a caso. Reuní todas las armas posibles para meterlas en su armario (aunque si se presentaban a Victoria o los Vulturis de poco iban a servir éstas). Y acto seguido me tumbé al lado de Jacob para intentar descansar las piernas aunque fuese un rato.

● ¡aquí tenéis un capítulo totalmente nuevo!, espero que lo disfrutéis y que os guste muchísimo y os recuerdo que ya queda prácticamente poco para el final ¡dadle mucho apoyo por favor! ●

En Tu Piel; Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora