Recuerdos perdidos en el viento - Lysandro CDM

Capítulo 5

24 de diciembre. Noche Buena.

-¿Mamá?- pregunté llamandola desde la habitación- ¿Va a venir la tía Agatha a cenar?

-Si, llegará enseguida, ayúdame a llevar los platos a la mesa- dijo desde la cocina.

Como eramos una familia pequeña, no solíamos preparar grandes celebraciones para la vispera de navidad, nos bastaba estar la familia junta. Papá no tenía hermanos y mamá solo tenía a la tía Agatha quien aun no se había casado y por lo tanto no tenía hijos. Eso siempre me hizo estar mucho más unida a ella por eso no era extraño cuando aparecía por el instituto para hacerme regalos de todo tipo. Después de todo era su ahijada.

Cuando tía Agatha llegó, nos pusimos a cenar y después de estar charlando un rato en el comedor, para variar, tía Agatha se quedó dormida por haberse pasado con las copas. Por suerte mamá era previsora y con la ayuda de papá y mía la llevamos al cuarto de invitados. Ayudé a recoger las cosas y me fui a mi habitación.

No tenía sueño, estaba curiosamente despejada esa noche. A decir verdad, no podía parar de pensar en Lysandro. Solo habían pasado unos días desde que salió del hospital, pero el no hablar con él en todo ese tiempo me tenía bastante triste. Nunca encontraba ni el tiempo, ni el valor para llamarle.

-Buenas noches hija- dijeron papá y mamá abriendo levemente la puerta de mi habitación- no te acuestes muy tarde.

-Buenas noches papá, mamá- también me despedí de ellos.

Me tumbé en la cama con la vista fija en la puerta que acababa de cerrarse. Suspiré. ¿Tardaría mucho Lysandro en recuperar la memoria? Sabía que debía ser fuerte, no solo por mi y mi corazón, sino también por él. Era él quien había perdido sus recuerdos. Sin embargo, no duraría mucho más sin poder estar con él como se supone que deberíamos estar.

De pronto la sinfonía de una dulce canción comenzó a sonar y me sobresalté, se trataba de mi movil. Me estaban llamando. Me fijé en la hora del despertador y me extrañó que alguien me llamase casi a medianoche. Cogí el telefono y vi que en la pantalla había un nombre escrito que no esperaba encontrar "Lysandro". Rápidamente descolgué.

-¿Hola?- pregunté nerviosa.

-¿Shandra?- la voz de Lysandro sonaba cálida incluso en la distancia- Espero no haberte despertado, perdona las horas.

-Tranquilo, no estaba durmiendo- contesté.

-Menos mal- dijo en un suspiro- ¿Cómo estás?

-Bastante bien, ¿Y tu?- pregunté preocupada.

-Igual...- dijo con un tono de voz más apagado. Eso quería decir que no había recuperado sus recuerdos aún.

-Ya veo... Me ha extrañado que me llamases- confesé.

-Dijiste que tú lo harías, y... no sé porqué no podía esperar más.

-Perdona... me preocupaba molestarte- dije timidamente.

-No me molestarias, fuese la hora que fuese- contestó él haciendo que lo latidos de mi corazón aumentasen de velocidad- ¿Nos veremos mañana?- preguntó.

-¿Mañana?

-En la fiesta de Navidad que ha organizado la clase.

-Cierto, lo había olvidado- admití- Sí, allí estaré.

-Te gustaría... ¿Te gustaría que quedasemos antes?- preguntó, parecía nervioso- Quiero decir... para ir juntos...- ¿Era acaso una cita lo que me estaba proponiendo?

-Claro, me encantaría- dije contenta.

-Entonces nos vemos mañana por la tarde... ¿A las cinco en la puerta del parque?- me preguntó.