Capitulo 1

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Me levanté, como de costumbre, a las 5:30 pero, como soy una floja de primera, me quedé una media hora más tumbada en mi cama. Estaba en mi profundo sueño, otra vez, cuando escuche mi móvil sonar mi nueva canción favorita "Dangerous Woman" de Ariana Grande, resignada observe la hora y eran las 6 en punto, aun tenia tiempo de alistarme e ir al colegio.

Así es voy a la secundaria, en un internado; estoy en cuarto de secundaria para ser exacta me llamo Kata; tengo 15 años; y pues soy una chica de piel trigueña con unos ojos de color marrón; algo claros; mi cabello es largo hasta la parte baja de mi espalda, es de color negro y lacio aunque en las puntas tiene como unas ondulaciones, en el aspecto físico considero que estoy un poquito encima de lo normal, no puedo decir que luzco como una súper modelo pero me defiendo.

Seguí con mi rutina la cual consistía en bañarme, secarme, ir al viejo armario a buscar ropa interior, ponermelos agílmente, luego sacar mi camisa blanca con cuello pique, mi falda negra (que me llega un poco mas arriba de mis rodillas), mi corbata color roja y mis medias negras (las cuales están un poco mas abajo de las rodillas).

Estaba a punto de ponerme mi falda, cuando escuche como volvía a sonar "Dangerous Woman":

-¡Oh Miércoles! - Maldije para mi misma - ¡Ya son las 6:30! 

Me puse lo más rápido que pude mi uniforme, mi cabello aun seguía mojado así que simplemente me lo peine, esperaría a que se secara, cogí mi mochila y salí corriendo de mi habitación. Me dirigí por los pasillos del internado hacia el comedor, rogando internamente que aún quedara un poco de comida, cuando llegue, para mi gran suerte, todavía quedaban algunas sobras, por lo cual, solo opte por agarrar un par de tostadas y un jugo de naranja, lo tome rápidamente y me fui corriendo en dirección a mi salón.

Para colmo de males hoy no me había asegurado de colocarme mi reloj, cuando por fin llegue a mi aula, antes de tocar la puerta, me alise el cabello y después de unos segundos al fin toque toque la puerta entre mire hacia el pupitre y me di cuenta de que ¡El profesor no estaba allí! para ser la primera hora no me había ido tan mal, busque con la vista a mi amiga Hillary, ella se encontraba sentada en nuestro lugar de siempre con paso vacilante fui hacia ella, me sentía como en los carritos chocones tratando de esquivar a cada unos de mis compañeros que se cruzaban en mi camino, después  de un "largo" camino llegue a donde mi rubia favorita.

- Rubia - dije dejando mis cosas en el pupitre y dedicandole una sonrisa coqueta.

- canela- dijo ella con una enorme sonrisa en sus labios.

- siento que me he salvado de un gran desastre - dije guiñandole el ojo.

Hillary es mi mejor amiga, ella es rubia de ojos celestes, algo oscuros, su cabello es un tanto largo le llega hasta la mitad de la espalda, su piel es blanca y un cuerpo bien desarrollado, somos mejores amigas desde que nos conocimos en el internado, o sea desde hace unos cuatro años y también es conocida entre los alumnos del internado, muchos desde segundo de secundaria han querido con ella pero siempre termina en que cada uno de ellos termina siendo rechazado con un rotundo "No" o, a  veces, de la forma más cruel que solo a ella se le puede ocurrir, aunque hay rumores de que ella y un chico misterioso andan saliendo en secreto, pero no creo esos chismes si fuera verdad ella ya me lo habría confirmado.

- No entiendo como haces para tener tanta suerte , maldita - respondió ella.

- Suerte ¿de que? - pregunte algo confundida yo.

- De llegar tarde, varias veces, y que el profesor no este... - dijo señalando el pupitre con su mano.

- La verdad es que no se, la vida me quiere - dije alzando los hombros sin darle importancia al tema, ni yo entendía como podia lograr tales hazañas.

Nos empezamos a reir justo cuando el profedor ingresó

- Buenos días, alumnos y alumnas, empezaremos la clase entregando los trabajos que deje la anterior clase, llamare por número de lista por favor estén al tanto de sus nombre. - dijo el profesor alternando su mirada entre todos los que nos encontrabamos en clase.

- ¡Oh no! - exclamé

- ¿Qué paso? - pregunto Hillary.

- ¡No hice la tarea! - dije alzando un poco la voz.

- Encima de tardano, bruta - dijo burlándose de mi situación.

- ¡Ahhh callate! maldita sea, ayúdame a hacer el mapa conceptual, por favoor - dije algo alterada.

- okok, pánfila - saco su cuaderno - aquí esta, copia rápido.

- ¡te amo! - que suerte es ser una de las ultimas de la lista.

- Gavancho Yauri - dijo el profesor.

- !Ya esta por la mitad¡ - alzo un poco la voz Hillary.

- ¡Callate tarada! me pones más nerviosa - me queje

-¿Dónde vas? - preguntó ella.

- Me falta tan solo un cuadro más - ya me estaba doliendo la mano de tanto escribir - ¡acabé!

Literalmente grité provocando que todos me miraran.

- Ups - dije.

Sentí claramente como mis mejillas empezaban a quemarme horriblemente, pasee mi mirada por todo el salón hasta que me tope con esos hermosos ojos  marrón cafés.

Eres Solo MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora