Capitulo 8

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-No te preocupes - dije acariciando su cabello con una mano - hace un momento me preguntaste si quería y pues aquí esta mi respuesta, Dylan.

Poco a poco sentí como mi cuerpo empezaba a relajarse y a tener un pequeño hormigueo, mi temperatura empezaba a aumentar ¿Qué era esto?

 Contado por Dylan 

¿Cómo rayos llegue a esto? ¿Por qué no me fui después de que acepto de que yo era su dueño? si, se supone, solamente había venido para escucharla decir esas simples palabras pero, dios, cuando la vi con su camisa blanca, la cual solo cubría un poco más abajo de sus muslos, su larga cabellera negra mojada y puesta a los costados provocando que su camisa también se mojara y dejara traslucir esa hermosa figura que tan solo ella poseía ¿Por qué pienso todo esto? ¿Qué me pasa? con solo recordar esos hermosos ojos marrones, esos labios rojos que me seducen con tan solo decir una palabra, con tan solo recordar que esos labios estuvieron en mi cuello hace tan solo unos minutos, pensar que esos labios fueran de alguien más, ¡demonios!, no puedo imaginar que ella sea de alguien más, desde la primera vez que la vi hace tres años me volvió loco su cabello, sus labios, su cuerpo, su voz, sus ojos.

Se supone que soy el típico chico rudo que solo busca a las chicas por un rato ¿Por qué con ella no es así? ¿Por qué no me fui cuando ella admitió que yo era su dueño? Si se supone que esto tan solo era un juego, una pequeña distracción.

Verla encima mio me hace desear hacerle lo peor pero al momento de verla derramar esas lagrimas, con tal de que no la tocara, me dieron unas ganas de protegerla, de acurrucarla entre mis brazos para calmarla.

Tenerla delante mio tan solo en camisa y con su cabello despeinado, parecía una Diosa, era mi Diosa.

Regresando mi mente al momento la mire a los ojos, esos ojos tan expresivos, tan rebeldes, tan únicos. 

- Kata ¿Estas segura? - pregunte sacando mi cabeza de sus pechos, ella no respondió tan solo me miro - por favor, responde me gatita - la llamo así por que se que aunque lo niegue sé que le gusta.

- Si - dijo sonriendo, no puedo negarlo desde hace tiempo deseaba tener con ella un momento como este, a pesar de que ya había estado así con otras chicas sentía que con ella era diferente, que con ella era tierno, era especial.

-Entonces descansemos - dije dándole una sonrisa coqueta.

- ¿Ah? - movió su cabeza para un lado, se veía condenadamente hermosa.

- Tengo sueño, gatita - dije mientras la bajaba de mi regazo y la colocaba a mi lado mientras que me apegaba más a su cuerpo para abrazarla y la rodee fuertemente de su cadera - Descansa, pequeña gatita - delicadamente acaricie su cabello - yo te despertare mañana.

- Buenas noches, Dylan - escuché como ella dijo casi en un susurro.

Y poco a poco me fui quedando dormido con ella en miz brazos, Rayos, la quería para mi y solo para mi, que me llamen egoísta pero la quiero solo para mi.

Contado por Kata  

Me sorprendió el hecho de que Dylan no haya seguido con ese momento, aunque de cierto modo le agradezco, ya que, conociéndome después me hubiese sentido culpable.

- yo te despertare mañana - escuche como lo dijo dulcemente.

Me hubiese gustado agradecerle por la consideración que tuvo pero dude quizá solo paro porque de verdad estaba cansado o estaba esperando otro momento para poder llevar a cabo sus planes, o sea por favor es Dylan el típico chico que solo coquetea a las chicas y cuando consigue lo que quiere las deja.

¿Por que rayos hice todo eso? definitivamente me deje llevar por mis hormonas por mi deseo de querer vivir el momento, que tonta.

Y pensando en eso me quede profundamente dormida  en los brazos de este idiota al que le digo "Mi Dueño".

A las 5:30 ya estaba sonando otra vez mi alarma, parecía una mañana normal a excepción por el hecho de que me encontraba al lado de Dylan, que aun seguía durmiendo ¡Dios! tiene el sueño muy pesado, trate de levantarme pero no podía ya que él me tenia agarrada, literalmente me había enrollado, con sus piernas envolvía las mías  y con sus brazos rodeaba mis caderas, ya que mis brazos estaban libres empece a moverlo suavemente del hombro:

- Dylan - dije suavemente - Dylan - volví a repetir pero, nada, no pasaba nada - ¡Dylan! - alce un poco la voz - ¡Dylan! - grite provocando que el diera un salto.

- ¿Ah? - dijo el perdido - ¡Yo no robe el pollo! - grito de la nada, fue un momento gracioso tanto que no pude aguantar y me empece a matar de la risa.

-Que mal, gatita, tan temprano y ya estas de molesta - dijo el mirándome a los ojos, se le veía guapísimo con el cabello desordenado. "Kata, concéntrate, no debes caer en su juego" me dije a mi misma.

- Es mi deber serlo, ¿no? - dije bromeando.

- Con tal de que estés cerca y solo para molestarme a mi, no tengo problema - dijo él mirándome con cierta ternura en sus ojos.

"Kata, concéntrate, no pierdas la cabeza" me dije para mi misma.

- Dylan, por favor, levántate ya - dije apartándolo un poco de mi - Debemos ir a clases y yo aún tengo que bañarme y tu ir a tu cuarto, bañarte y cambiarte de ropa - dije un poco cortante.

- ¿Que paso gatita? ¿Por que de pronto tan a la defensiva? - me miro con confusión  en su rostro.

- Dylan ... yo ... no sé que decir, me siento extraña por lo que paso ayer - hablé con sinceridad -  Ayer, me deje llevar por el momento - hice una pausa, me daba vergüenza hablar -  yo ... lo siento, no me imagino que imagen has de tener de mi - Rayos, estaba avergonzada.

- Gatita, por favor, se sincera - vi sus ojos y estos parecían que me suplicaban una clara respuesta - ¿Tu de verdad lo habrías hecho?

Su pregunta ya me la veía venir pero no sabia que responder estaba nerviosa, después de unos segundos estaba dispuesta a hablar.

- Dylan - dije en un susurro y agachando la cabeza - Yo ... sí quería hacerlo, no sé por que pero creo que siento una clase de afecto hacia ti, creo que me gustas - aquí empieza lo peor - pero tu eres esa clase de chicos que ... solo busca a las chicas para divertirse y yo no soy así conmigo es todo o nada, no estoy dispuesta a aceptar un amor a medias o del momento. No quiero, no pienso ser tu juguete Dylan, no soy como otras chicas que aceptan ese trato por un momento contigo - ya empece, ya no hay vuelta atrás - te agradezco por haberme detenido, estoy segura de que si hubiesemos seguido yo después me hubiese sentido muy arrepentida e incomoda no porque no me hubiese gustado sino por el simple hecho de haber hecho eso sin algún tipo de amor de por medio - sentí como mi corazón empezaba a latir cada vez más rápido, vi una sonrisa coqueta en sus labios, pero desapareció cuando vio que me pare para apartarme de él - soy sincera, ahora tu debes serlo.

- Yo ... Yo... solo ... -su mirada era dulce, cálida, cómoda - Kata yo te ... - su mirada se dirigió al suelo y cuando volvió a alzarla vi que había cambiado ahora era fría - creo y te veo como las demás ¿Creeiste que cambiaría solo por ti? - sus palabras parecían espinas punzantes clavándose en mi corazón pero tenia como contra atacar.







Eres Solo MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora