Eres Solo Mía

Capitulo 16

No puede ser, ¿enserio ella dijo todo eso?, Hillary era mi mejor amiga, ¿fue mi amiga o solo fingía? ¿por que nunca me di cuenta?, no entiendo nada.

Regreso a mi cama y agarro mi celular dispuesta a ver los mensajes que dejo.

"Jajajaja Ay, kata, que ingenua"

"¿Creíste que el te quería?, que ilusa, solo eras su desafió"

"Jamás pensé que tu sólita te le entregarías, me das pena"

No me atreví a leer más y pensar que confié en él, fui a una ingenua.

Me sentía demasiado estúpida, confundida, sola, en tan solo un par de días todo se me vino abajo. 

¿Como pude confiar en el?

Después de horas de estar arrepintiéndome en mi cuarto, de estar llorando por la impotencia y lo ingenua que fui y por dejarme llevar por un impulso de la calentura, porque eso fue lo que hice, me quede dormida.

Al levantarme me sentía hecha un asco, por ello, me metí a la bañera y al salir veo la hora"4:50", genial tenia demasiado tiempo para alistarme y que inicien las clases. Sin mas empiezo a cambiarme con toda la paciencia del mundo, hoy como nunca decido hacerme una cola alta tipo "mi bella genio" no lo niego no me queda mal, debería amarrarme más seguido el cabello. Alisto mi mochila y a las 5:20 ya estoy lista, salgo en dirección a la cafetería, a esta hora ya la están abriendo, seré una de las primeras en desayunar, que alegría.

Al llegar me encuentro con Marisabella, ella me ve a lo lejos y se me acerca corriendo.

- ¡KATA! - se lanza sobre mi.

Sin ánimos la abrazo y la acerco a mi.

- Mari - le "sonrió", en si creo que hice una mueca, por los clavos de cristo.

- Jey, que buenos ánimos te cargas, enserio, ¿todo bien?.

- Si, solo tuve una mala noche - ojala hubiera sido solo una mala noche.

- Uhm, si claro - se hace la loca - ¿cómo te encuentras desde lo del accidente?

- La verdad, mejor - era una verdad a medias - la fiebre bajo y ya no me duele nada, estoy lista para reintegrarme a las clases.

- Me alegro bastante de oír eso, guapuara del señor - me vuelve a abrazar - vamos a pedir el desayuno si no quieres escuchar rugir a mi panza por lo que queda del día.

- No por favor, no quiero las próximas horas estar escuchando rugir a tu simba, gracias.

Nos reímos y fuimos a pedir nuestro desayuno.

Al llegar a clases me sentía mejor, los estudios siempre son unos buenos distractores.

Empezamos con la clase de matemáticas, me gusta, es un buen día o bueno lo era hasta que veo entrar a Hillary por la puerta, ¿por qué tenemos que tener las mismas clases?.

Ella me ve y da una sonrisa de superioridad, gracias Dios se que disfrutas mi sufrimiento.

La clase comienza y el profesor se acerca a darme los apuntes para que me ponga al día con los temas, al menos son fáciles 1 punto para Kata 0 para la vida, Genial.

En los últimos minutos de la clase me perdí, por la culpa de los recuerdos que vienen a mi mente y no puedo evitar no sentirme desdichada otra vez, maldita sea, ¿cuanto tiempo seguiré así?.

Después de acabar matemáticas toca ciencias, no es difícil pero la mía es pesada, lo bueno es que al llegar al salón me encuentro con Alejandro.