A su merced; BTS

Capítulo 6 "Tú eliges".

Tras leer más o menos 5 veces el "contrato", miré a los chicos sorprendida.

-¿Es una broma, dónde esta la cámara?

-No es una broma, _______ -respondió Jungkook-.

Aún con la boca abierta, me levanté de la silla.

-Ustedes están locos

-No tanto como tú...- susurro Jin, pero aún así lo esuche-.

Decidí ignorar ese comentario.

-Éstas libre de rechazar, _______. No te obligaremos a aceptar, pero una vez aceptes no podrás salir

Frunci el ceño. Hablan como verdaderos sicarios. Como si fuera algo de vida o muerte.

-¿Están conscientes que esto es enfermo?- pregunté, agitando la hoja en mi mano-.

-No es enfermizo. Sólo son nuestros gustos, es simple -contravino RapMon- Desde el primer momento que te vi, sabía que les agradarias a los chicos, tanto psicológica y físicamente

-¿Están dispuestos a compartir una chica? ¡Las mujeres no somos objetos!- grité, me estaba alterando-.

Esperaba de todo. Menos esto.

-¡Es por eso que la hacemos elegir antes, ______. Todas aceptan y te aseguró que les encanta!- dijo J-Hope-.

Reí rodando los ojos.

-No se que clase de chicas encontraron, pero les aseguró que yo no soy así

Se hizo un silencio incómodo. Mire cada una de las caras en esta mesa. Tensión. Mucha tensión. Sin mencionar que a pesar de todo, Suga seguía comiendo.

-No aceptó. Lo siento chicos pero esto me supera, no lo haré

-Hey, hey, piénsalo ______ -habló esta vez Taehyung-.

-Al menos haz eso -dijo Jin-.

-¿No que te parezco loca?- le pregunté a Jin-.

-Si así serás en la cama haría una excepción

Jade incómoda.

RapMon le dio un codazo al ver mi expresión.

-Linda, piénsalo, podrías al fin salir de tu rutina, sería un cambio en tu vida. Y no uno para mal, lo disfrutarás -sonrió el tierno Suga-.

Fue inevitable no sonreír junto a él. Luego mi sonrisa se borró de golpe.

-Ya he tomado una decisión. No lo haré -repetí por última vez-.

-Pero, ______...- dijo Jungkook-.

-¡Pero nada, ya he dicho que no y será mi última palabra!

Jimin me miró serio. Se paro de su puesto y camino a paso rápido donde mi. Lo miré confundida. Tomó mis mejillas entre sus manos y me llevó hacia sus labios. Me besó.

¡Díos mío!

Sus suaves labios provocaban un deleite en mi boca. Era algo cálido y mágico. Le seguía el beso, es decir, trataba. Mis piernas temblaban. Su lengua pasaba sobre mis labios, incontrolable.

Se separó de mi. Nuestros respiraciones aceleradas delataron nuestro gusto por el beso.

-Esto y más tendrás si aceptas- dijo, aún tomando mis mejillas y mirándome justo a los ojos, fijo-.

Trata de convencerme. Sólo lo estás haciendo más difícil, Jimin.

Gruñi.

-Lo pensaré -avisé-.