Capítulo 17 "Escondida"

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¡Maldición, como duele mi trasero!

Bufé y bajé las escaleras. Donde los chicos tomaban desayuno.
¡Qué dolor de infierno!

-Miren como cojea- comentó el gracioso Suga-.

Pesque el emparedado que había en un plato y se lo tiré. Este agilmente lo esquivo.

-¡Mi comida!- gritó Jin-.

Su gritó me hizo doler la cabeza.

-¿Porqué chillas, princesita?- gruñi tocando mi cien-.

Me miró ofendido.

-RapMon, ¡dile algo, me llamó princesita!- lo golpeó en el hombro-.

-No soy tu defensor, abuela

Di una carcajada.

-Recoge el emparedado, _______ - pidió Jin-.

Con malos ánimos fui hasta donde estaba el desastroso pedazo de pan. ¿En serio me tengo que agachar?

-Auch- me quejé-.

Dejando mi trasero en pompa, estire mis brazos por el jodido pan.

Escuché un chiflido detrás, acompañado de un "¡A ese culo si me lo cojo!".

-Siempre tan decente J-Hope -dijo Jimin enojado-.

J-Hope se encogió de hombros riendo y me ayudo a enderezar mi cuerpo. Me sonroje.

-Gracias

Dejé el emparedado de mala gana en el plato de Jin, el cual lo rechazo.

-Tiene pelos -dijo asqueado-.

Suspire tratando de calmarme.

-Me hiciste agachar, considerando que ayer me dieron unos animales sin control...

Jungkook río bajo.

-Para que recogiera ese pedazo de mi.erda, ¿¡y ahora no te lo comes?!

Esto no se queda así.

Ignorando el dolor, me subí sobre Jin y tomé el emparedado.

-¡Abre la boca!- le grité a Jin-.

-¡Ya empezaste, loca!

Trate de abrir su boca y meter el emparedado, pero Jin me tomó de los brazos y me tiro al suelo, caí de trasero.

¡La puta madre, auch!

-¡Loca te dicen en la cama, pasiva de mi.erda! - me levanté del suelo con un dolor horrible y fui a mi habitación-.

Qué vergüenza. ¿Cómo es que le dije eso a Jin?

Oculté mi cara con las manos. Que embarazoso día. ¿Hay algo que pueda remediarlo?

-Todo se arregla con música

Dicho esto tomé mi celular, pero anule mi acción de escuchar música al ver que tenía los mensajes de Demian.

Perfecto.

Ya arreglada y dispuesta a mi próxima rebeldía, abrí la ventana de mi habitación

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Ya arreglada y dispuesta a mi próxima rebeldía, abrí la ventana de mi habitación.

No era muy alta la distancia de la ventana con el suelo. ¿A quién engaño? ¡Es un segundo piso!

-Bingo- susurre para mis adentros-.

A un lado de esta había un matorral de árboles que llegaba hasta el suelo. Si me caigo, me parto el culo, pero que más da. Necesito salir de aquí.

Con sigilo y precaución me tome del matorral y fui bajando despacio. Era extrañamente estable y llegué sin un rasguño al suelo.

Corrí lo más rápido posible a la salida, suspire aliviada al ya estar fuera de la mansión de estos chinos raros.

Demian, voy por ti.









-Creí que no vendrías- sonrió de lado-.

Se me olvidaba lo atractivo que era.

-Perdón la demora, me perdí -reí avergonzada-.

-No hay problema, ¿quieres pedir un helado y luego ir al cine?

Apreté mis labios. No disponía de mucho dinero como para una entrada de cine.

-Y descuida, yo pago

Asentí entusiasmada.

El camino al cine sólo consistió con "eres un santo, muchas gracias, algún día te lo pagaré".

-________ realmente no fue nada, no te preocupes

Suspire rendida.

-¿Acción, romance o terror?- preguntó viendo la cartelera-.

Quedé mirando por unos segundos las películas.

-Terror -dije-.

-Así será -sonrió alegre-.

Camino hacia la boletería. Fue inevitable no mirar su trasero.
Buena elección, ________. Casi y hasta tiene más que yo.

-Comenzará en 5 minutos más, vamos -tomó mi mano inconsciente-.

Pero la soltó de inmediato, susurrando una disculpa y bajando su cabeza.

-Vamos - tome nuevamente su mano y le sonreí, tratando de transmitirle tranquilidad-.

Ya dentro de la sala cinematográfica, a mitad de película:

-¡Demian, no mueras, respira!- grité en medio de la película-.

¿Quién lo diría? De un susto se atragantó con una palomita.

Muchos se giraron y me callaron con el tan molestoso "¡Shh!".

-¡No me shushén y ayúdenme, mi amigo esta atragantado!

Este estaba tirado entre dos asientos. Y abría su boca constantemente, buscando aire.

-Demian, no estires la pata, estoy contigo- tomé su mano-.

Este río ante mi comentario, lo que al parecer lo ayudó a toser y la palomita de maíz cayó en mi chaqueta.

-¡La escupió!- grité con esta en mi mano, saltando-.

-¡Ya cállate!- gritaron todos al unísono-.

-Uy, que genio tienen - me senté junto a Demian de nuevo- Pensé que morirías

-También creí eso, perdón por arruinar la película

-No fue nada, Demian

-Te vez linda preocupada - besó mi mejilla-.

Reí estúpidamente y me acomodé para terminar de ver la película. Pero esta vez, con la mano de Demian entrelazada a la mía.

Mi celular vibró unos segundos. Me había llegado un mensaje.

Sin soltar la mano de Demian, lo saque sin importancia y leí que decía.

[¿Creíste que no nos daríamos cuenta?]

A su merced; BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora