A su merced; BTS

Capítulo 24 "..."

[PENÚLTIMO CAPÍTULO]

La sorpresa nos tomó de imprevisto. ¿Hoseok padre?

Llevó tanto a la curiosidad que decidió de visitar a su posible hijo.

-¿Lindsay estará allá?- pregunté, subiendo al auto-.

Hoseok asintió.

-Le dieron tres días antes de que le encierren, para así buscar con quien dejar al niño

Pobre pequeño, no tiene la culpa de nada y será el más afectado en esto.

Yoon Gi, Jungkook y Nam Joon se quedaron en la mansión. Mientras los otros y yo íbamos a la casa de Lindsay.

-¿Estás nervioso, J-Hope?- preguntó Jimin-.

-Ansioso

No se presentó más diálogo durante el recorrido.

[...]

Llegamos a la dirección como ella había dicho.

-Es grande -dije mirando asombrada la casa-.

-Es curioso -dijo Taehyung- ¿Cómo puede tener tan grande hogar?

Nos miramos entre sí y bajamos de inmediato.

Hoseok tocó el timbre dos veces,
Lindsay enojada nos abrió la puerta y nos dejó entrar de mala gana.

-¿Y el niño?- preguntó Hoseok-.

Lindsay nos miró ociosa.

-¡Michelle!- gritó-.

Mi corazón se contrajo, era una niña.

Una pequeña bajó las escaleras a saltos. Corrió hacia su mamá y se quedó junto a ella.

-¿Qué te dije sobre bajar así?- tomó de su débil brazo con fuerza- Podrás tropezar y caer

-No deberías tomarla así- gruñó Hoseok-.

-Es mi hija

-También mía

Rodée mis ojos.

-Acompañenme a la cocina- dijo Lindsay- Michelle quédate aquí

La linda niña asintió, aún sobando su brazo antes tomado.

Mientras todos se iban con ella, yo me quedé con Michelle. Me agaché a su altura.

-Hola

Me miró unos segundos y me respondió el saludo desanimada.

-Me llamo ________ -le sonreí-.

-Mucho gusto, soy Michelle

-Lo sé, preciosa -acaricié su castaña cabellera-.

Rió tímida y sus mejillas tomaron un color rosa adorable.

-¿Cuántos años tienes?- le pregunté-.

Hizo una mueca, al parecer pensaba. Luego levantó cuatro dedos de su mano.

Cuatro años, si coincide la edad con lo sucedido.

-¿Sabes tu nombre completo?

Rogué en mi mente por que respondiera.

-Michelle Benett McCartney

-Benett...- susurre-.

La miré unos segundos. Una silla se oyó mover de la cocina.

-¡No te dejaré, no dejaré que te lleves a mi hija!- escuchamos un estruendoso grito de Lindsay-.