A su merced; BTS

Capítulo 15 "Personal"

-Jin, no estamos solos

Pedir que pare era un verdadero sacrificio. Sentir sus manos en mi cintura era una tentación al igual que su respiración. Me alocaba.

-Ellos ya tuvieron su momento, ¿porqué yo no?

Me giré dispuesta a todo. Solo esa simple pregunta con tres palabras fue suficiente para darme por vencida y ser suya esta noche.

Lo cómico en este momento es que Jin no aparenta ser el típico chico que toma las riendas, no es como Suga o J-Hope.

Comencé a besarlo y subir la temperatura. Jin parecía sumiso a mis caricias y besos. Si, Jin es un pasivo.

Me senté en un mueble de la cocina y abrí mis piernas para que el se metiera entre ellas.

-¿Lo estas disfrutando?- pregunté, mientras el comía de mi cuello-.

-Demasiado

Término por contestar. El diálogo fue escaso. Así que había que actuar rápido.

Lleve mis manos a sus brazos, su piel era suave. Las baje para sacar su remera. Al hacerlo, me lleve la sorpresa que tenía su cuerpo levemente marcado.

-Que buen cuerpo -susurre en su oído-.

Suspiro profundo y me agarro fuerte de la cintura.

-Quiero probarte- confesó-.

-Hazlo

-Pero a mi manera

Sin comprender a que se refería, vi como se alejaba de mi y abrió el refrigerador. De este saco manjar, crema y salsa de chocolate.

-¿Qué, piensas hacer que yo sea un helado?- reí-.

Mordió su labio.

-Así podría comerte

Sin más decir sacó mi vestido y lo tiró por algún lugar, quede solo en bragas, ya que el vestido sin hombros traía de un sujetador propio.

La fría temperatura de la cocina, además de la excitación hicieron erizar mis pezones.

Tomó de la crema en spray y hecho un poco en cada pezón. Dios, estaba helado.

Acercó su boca a mi voluminoso montículo de placer, esperaba con ansias su lengua, pero sólo recibía su jadeante respiración.

-Hazlo ya, por favor- rogué tomándolo de la nuca y atrayendolo más a mi-.

Finalmente paso lento, tentador, su lengua sobre la crema. Comió de esta, comía de mi.

Tiré mi cuerpo hacia atrás, disfrutando su atención. Un poco de manjar fue depositado en mi abdomen, seguido de su boca. Hasta que llegó a mi necesitada feminidad.

Jadié.

-Jin...- musité agitada-.

Era el turno de la salsa de chocolate, vi como la apretó inquieto para que el contenido salga y caiga sobre mi caliente abertura. Me sobresalte al sentir ese frío líquido, el cual se escurría.

-Qué bien -comentó Jin y las palabras sobraron cuando devoró mi abertura-.

-¡Oh!- grité-.

Lamía cada parte de esta, quitando todo el rastro de chocolate. Puso mis piernas en sus hombros y siguió con su labor.

-¿Te gusta?- preguntó-.

Respondí con un ligero "ajá" que resonó en las esquinas de la cocina.