Los lados más oscuros, deseados y lujuriosos de los cantantes Jungkook, Taehyung, Jimin, Jin, Suga, J-Hope, Rap Monster.
Los deseos siempre complacen, pero siempre esta el peligro de someterse al amor.
Salí de la bañera con una toalla enrollada en mi cuerpo. Como era de esperarse, desperté sola.
Al terminar de realizar mis hábitos personales saqué ropa interior y lo que me pondría hoy de mis maletas.
Escogí esto:
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Algo simple, tomé mi cabello en una coleta y bajé al primer piso por algo de comer.
-Hola, chicos- saludé-.
Sólo se encontraba Jimin, Suga y Taehyung.
-Hey -saludo Tae- ¿Qué dices, jugamos?
-Claro, ¿pero a qué?
Me senté en la mesa junto a ellos. Jimin me sonrió de lado y me trajo el desayuno.
-Oh, muchas gracias- bese su mejilla, a la vez que me sonrojaba-.
-Vídeo juegos -le dio un mordisco a su tostada- Los chicos saldrán hoy, comprarán unos pasajes
-¿Pasajes?
No me importaba mucho el caso de los pasajes. Si no el que los demás no estarán. Sólo Taehyung y yo.
-Iremos a la playa- sonrió y recogió sus utensilios para llevarlos al lavadero-.
No me di cuenta el que Suga y Jimin habían salido de escena.
Me acomode mejor en la silla. Ir a la playa con ellos, sólo con chicos. Díos, que incómodo.
-Te esperaré en mi habitación. ¿Cuál quieres jugar?
-El que elijas- me encogi de hombros-.
Asintió con su cabeza y subió. Al momento de escuchar como cerraba la puerta de su habitación, suspire profundo y fuerte.
Estaré sola con él, no hay que ser Einstein para saber lo que sigue. Exacto, sexo.
Terminé mi desayuno y procedí a lavar mis dientes en mi habitación. Cambie mi ropa interior por una más... "provocativa". Y volví a ponerme el atuendo anterior.
-¿Cuál escogiste?- pregunté, entrando a su habitación-.
Como lo imaginé. Una habitación ni tan ordenada, ni tan sucia. Repleta de vídeo juegos y películas de súper héroes, comida en algunas esquinas. Era acogedora y agradable.
-Mario Bros - respondió-.
-¿Qué?- pregunté riendo-.
-Es broma, elegí uno de luchas, ven. Te gustará
Me senté junto a él, en un sillón grande frente a la consola y televisión.
Me entregó el control y comenzamos a jugar. Íbamos 6 - 4. El con 6 y yo 4.
-Bien, hagámoslo más interesante- paso un dedo por su boca-.
