Capítulo 21 "Decepción"

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[PORTADA ACTUALIZADA]

Ahora, más que nunca me siento como un juguete.

¿Qué podría hacer horas y horas metida aquí?

No tenia conocimiento de la hora. ¿Era de mañana, noche?

Sin más, decidí dormir.











La mansión parecía vacía, ningún ruido se oía fuera.

-¡Moriré de aburrimiento aquí!

Pasaron unos segundos.

-¡Voy por ti!- gritaron en respuesta-.

Reconocí esa voz, Nam Joon. Me alerté.

-¡Tampoco es del todo malo aquí!

Bufé al ver la manilla de la puerta ser girada. No sirvió.

-¿Te diviertes?- preguntó una vez entró-.

Se cruzó de brazos. Lo hacía ver imponente, raramente atractivo.

-Como no tienes idea- respondí con sarcasmo-.

Tomó mi mentón con fuerza, sus dedos hacían presión.

-No me gusta la rebeldía, y tu eres la menos indicada para actuar así

Acercó su rostro lentamente a mi, sonrió. Sus hoyuelos se hicieron presente, me parecieron tiernos.

-Te darás un baño y me esperarás en mi habitación, ¿entendido?

Asentí.

Soltó mi mandíbula y salió, desapareciendo por el pasillo.

¿Me salvare de esta?

Caminé hasta la pieza de Namjoon. Pude concluir que nadie más estaba en la mansión a parte de nosotros.

Me bañe de manera tranquila en su ducha, utilizando sus productos de limpieza. Qué importa que eran masculinos.

Salí de esta relajada, hace mucho no tenía un baño así.
Irrumpí en sus cajones, solo me puse una de sus camisas y mis antes usadas bragas, esta me llegó medio muslo. Y sin más, me tiré a su sorprendente muy cómoda cama. A los minutos después caí en un profundo sueño.

[Narrador Omnisciente]

Nam Joon volvía de un mendigo bar, alcoholizado subió las escaleras por el tan esperado momento de volver a sentir suya a _________.

Con dificultad y torpeza abrió la puerta de la habitación, y se encontró con la imagen de ella durmiendo sobre su cama. Solo con bragas y su camisa.

El alcohol y excitación lo hizo enloquecer y solo tener un objetivo, disfrutar de ella.

Sus ojos no se despegaron de su tentador trasero, se acomodó en la cama, oliendo el cautivador hedor femenino que emanía de sus poros.

Con cuidado abrió sus jugosos muslos y arrimó su rostro a la entrepierna de __________, pasó su lengua por sobre la braga de ella, para luego retirarséla. Un valle en penumbra se hizo presente, y captó el mismo aroma, más fuerte, que había saboreado en la braga. La proximidad de la jugosa hendidura le arrancó un suspiro.

Con suma delicadeza su lengua se posó sobre los labios, cerrados y relajados, lamiéndolos con deleite. Ella emitió un leve ronroneo y reacomodó sus caderas, abriendo las piernas, como si inconscientemente quisiera facilitar el acceso a su sexo. Audaz, el intruso colocó sus manos sobre los glúteos y los separó, pudiendo introducir su lengua entre aquellos labios que comenzaban a despertar, abriéndose a las caricias del serpenteante y húmedo apéndice.

A su merced; BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora