Capítulo 3

763 66 6
                                    

–3–

Sentí que en cualquier momento podría ver pasar toda mi vida frente a mis ojos.

—Ven por acá — el dongsaeng susurró jalando mi brazo rápidamente.

Nos escondimos detrás de las paredes que separaban los lavabos de los cubículos.

En seguida, la perilla de la puerta giró y desconocidas voces hicieron eco en el lugar.

—¿Y ahora qué haremos el domingo? — oí el caño de un lavabo abrirse.

—¿Ver porno, quizá? — y uno más.

Bueno, voces tan desconocidas no eran.

—¡Maldición! Hyuk ¿Eso es en lo único que piensas?—.

—Sep—.

Definitivamente eran Donghae y Eunhyuk.

—¡Hey! Concéntrate aquí — había olvidado que... ¡El estúpido dongsaeng estaba violándome!

—¿Qué mierda dices? ¡Suéltame!—.

Luchaba porque mi voz saliera lo más baja posible, y rezaba a todos los santos de mamá porque ese par saliera de los baños ya.

—Vamos hyung, baja la voz si no quieres ser escuchado—.

Tapé mi boca con mi mano derecha, ¿cómo quería que me callara si estaba masturbando mi miembro tan fuerte?

Esa tarde descubrí la diferencia que hay entre masturbarse uno mismo y ser masturbado.

Me gustaba eso.

"Mierda"

¡Estaba por venirme!

—Acompáñame a alquilar algunas películas, Hae. Me ha llegado el rumor de que un chico nuevo apodado "Rap Monster" lo alquila a buen precio.

¡Iba a explotar!

—Si te descubren esta vez, me lavaré las manos. — acusó la voz de Donghae.

"¡Váyanse de una puta vez!"

—Sabes que no puedes — oí reír a la otra persona.

Gracias al cielo sus pasos se fueron haciendo menos sonoros, la puerta se abrió y yo me sentí bendecido como nunca, luego de que se cerró no hubo más ruido.

—Kyu... — le miré, mentalmente suplicando.

—Min... ¿Quieres venirte?—.

—Uhhum...~ — chillé.

—Tan lindo... ¡Tan lindo, Min! ¡Dilo! ¡Dilo!—

Vil hijo de tu santa madre.

—Haz que me venga...—.

El movimiento de su mano fue yendo más deprisa, Kyuhyun fue astuto, sus labios siguieron besando mi cuello, y su otra mano jugaba con uno de mis pezones cubiertos por mi camisa.

¿De dónde aprendió a hacer todo eso?

¿Tocar a un hombre eróticamente era igual que con una mujer?

Después dejé de pensar en los detalles, solo gemí y me concentré.

—¡Ahh! —.

Grité fuerte sin pensar en las consecuencias.

El poder venirme a causa de alguien era una sensación exquisitamente inexplicable. Mis piernas flaquearon y quisieron caer. Él me sostuvo, sus grandes brazos acorralaron mi cintura y volteé a verle.

Wiggle, Wiggle (KyuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora