Seis(?)

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–6–

"El sexo te puede dar la respuesta a lo que es la realidad de la vida, porque el sexo es la cosa más viva que hay en ti. La mente es la cosa más muerta que hay en ti y el sexo es la cosa más viva que hay en ti. Por eso es que la mente está siempre en contra del sexo, y la mente siempre quiere suprimirlo. Son enemigos.”

No era que mi mente dijera que «no» al sexo, señor Osho.

No era la primera vez que mi virginidad corría peligro; una que otra vez una novia me había dicho que ‘ya había llegado el momento', aunque el plan nunca se ejecutaba por mi ‘falta de interés' a eso.
No era miedo, era que no me daban ganas.

Pero definitivamente, ni mucho menos, nunca se me había pasado por la cabeza tener sexo con mi compañero de cuarto, con un hombre.

Y ahora mi mente divagaba en el hecho de que perder mi virginidad ‘por detrás' no era tan buena idea después de todo.

¡Pero quién diablos había aceptado ser follado en primer lugar! ¡Yo no!

Cambiando de página leí otro párrafo.

«Mientras sostienes la mano de tu mujer o de tu hombre, ¿por qué no sentarse en silencio? ¿por qué no cerrar los ojos y sentir? Siente la presencia de…»

Era más de lo que podía soportar.

—¡¡AH!! — grité con obvias intenciones de tirar mi libro al piso.

—¿Y eso, hyung? —

Kyuhyun entró a la habitación justo cuando estaba por completar mi acto, pero me compuse y dejé el libro sobre el escritorio.

—¿Tan difícil es tocar la puerta? — pregunté tratando de abrir otro libro, sus pasos se acercaron y sus manos cogieron el libro que casi estrello al piso.

—¿'El libro del sexo'? —

—¿Qué no leíste el *balotario del curso de Sexualidad? — así es, teníamos un curso llamado así, yo no sabía si era requisito para alguna carrera de universidad o solo nos lo enseñaban para… ¿completar los seis días de clases?

—Ah, no ¿me lo prestas? — llevó el libro hacia mi campo visual porque yo no le había visto a la cara desde que entró al cuarto.

—Ya, chau — aparté el libro y meneé mi mano en señal de que se alejara.

El examen de Historia no lo había dado tan bien, y no tenía excusa, no iba a poner a mi dongsaeng como parte de ella, yo solito tengo la culpa, por andar de calentón. Pero ya, ahora sí iba a dar unos buenos exámenes y tener unas tranquilas vacaciones luego.

—Hyung, quiero tocarte — susurró detrás de mi oreja, posicionando su mandíbula en la curva de mi cuello.

—¿Qué no entiendes mi idioma? — contesté no dando importancia a su comentario.

—¿Por qué estás así, hyung? — preguntó cerrando el libro que yo estaba empezando a leer. Su voz salió molesta con un toque de reclamo.

—A ver, Cho — di un suspiro colocando las manos sobre la mesa —, que yo haya aceptado… — ‘ser tuyo', eso no lo volvería a decir ni muerto — ser algo más que tu compañero de cuarto, eso no te da derecho a meter tus narices en donde no te llaman. A diferencia de ti, no soy ningún geniecillo que no necesita estudiar para sacar más de 90. Ahora — agregué parándome y cogiendo lo necesario para estudiar —, si me disculpas me iré a la biblioteca, estaré mejor ahí lejos de tu ruidosa voz.

Wiggle, Wiggle (KyuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora