Ocho(?)

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Mis muslos estaban por acalambrarse por el peso que estaban cargando, y mis ganas de botar a Donghae de la habitación iban en aumento, pero yo no era tan antipática persona como parecía, no tanto en verdad. Sólo que deseaba ir un rato al despacho del director y explicar mi inasistencia a la última clase del semestre. Aunque Kyuhyun ya lo había hecho, supuse.

La cabeza de DongHae se recostaba en mis piernas mientras que yo estaba sentado en mi  cama. Ya eran como las once de la mañana y él no dejaba de gimotear, aunque ya no le salían lágrimas, las cuales habían empapado mi pijama antes.

—Él... Él es un maldito bastardo — susurró sorbiendo su nariz.

No le iba a responder, porque de verdad yo no tenía nada que decirle. No estaba en contra ni en favor de nadie en primer lugar, para mí era complicado pensar en las demás personas. Desde pequeño fui así.

«Te odio, Cho Kyuhyun»

Aquel pensamiento que había tenido al ver a Donghae llorando volvió a mí, bueno, tal vez había pensado que Eunhyuk y el idiota de Kyuhyun eran similares. Ambos eran demasiado pendejos como para creerse que podían follar a quien se le diera la gana.

—¿Vamos a ir a la fiesta, verdad Min? — sus palabras, mientras limpiaba sus ojos con las manos, interrumpieron mi monólogo interno.

—¿Yo? —

—¡Min! — dio un chirrido mirándome de frente — ¡Tenemos que distraernos! —.

«¿Por qué no puedes hablar en modo singular?»

—No lo sé... Ir allá... —

Realmente esa idea estaba fastidiándome, y ahora más que nunca. Ir a un lugar que sé anticipadamente que no la pasaré nada bien no era nada tentador.

—¿Es por Kyuhyun? — preguntó despacio.

No respondí, miré hacia otro lado, lejos de la mirada intensa de Donghae.

—¿Sungmin, tú y él siguen...? — otra vez quedé en silencio, se paró bruscamente — ¡Es cierto! ¿Estás saliendo con él, verdad?

—¿Saliendo? — me apresuré a explicar — ¡Claro que no! Solo... Ya sabes... Somos... Eso —.

—¿Qué cosa? — se hizo al desentendido, pero bien que sabía a lo que me refería, su mirada pícara le delataba.

—¡No me hagas decirlo! — me paré y caminé a la sala —.

—¡Vale! ¡Vale! — siguió detrás de mí — ¿Entonces, ustedes ya han tenido sexo?

Me estanqué en mi lugar y volteé furioso, en ese momento aún no procesaba bien el hecho de que me trataran como marica, incluso si esa no había sido su intención.

—¡¿De qué mierda hablas?! ¡Yo no soy ningún maldito homosexual! —.

El cara de pez entró en pánico, supuse que mi rostro debió haber estado de lo más horrible.

—Min... —

Agachó la cabeza y suspiré tratando de tranquilizarme, mi estado emocional estaba empeorando, tenía que enfriar mi cabeza.

—Tal vez vaya a la fiesta. No lo sé... Voy a... Pensarlo ¿De acuerdo? — no pude mirarle, pasé por su lado regresando a mi cuarto — Cierra la puerta cuando te vayas.

..***...

Había terminado de almorzar y después me bañé, luego de eso me encontraba probando mi ropa. Decidí ir a la fiesta cuando estaba en mi momento de meditación en la ducha, no tenía nada de malo ir, además Donghae podía conocer a alguien ahí y así podría dejarme en paz por un buen tiempo.

Wiggle, Wiggle (KyuMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora