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Aun nos encontrábamos distantes,
Mas no tanto que en parte yo no viese
Cuan gente digna estaba en aquel sitio.

«ho tú que honoras toda ciencia y arte estos ¿quines son, que tal grandeza tienen, para que de todos los otros los separen?»

Y respondio ; «Su honrosa nombradía, que allí en tu mundo sigue resonando, gracia adquiere el cielo y recompensa.

Entre tanto una voz se puede escuchar:
«Honremos al altísimo poeta
vuelve su sombra a acernos compañía.
Clamo una voz y se callo discreta

Al expirar la voz que hazí decia
vi cuatro grandes sombras por delante, que ni dolor mostraban, tampoco alegría

«¡Miralos en su gloria fulgurante!»
Dijo el maestro:
«El que la espada en mano, se adelanta, a los otros arrogante,

Es Homero, el poeta soberano
El otro Hiracio: Ovidio es el tercero ;
Y el que le sigue se llama Lucano.

«Como cada uno cree que merecedor
El nombre que me dio la voz que gritaba
Me honran con sentimiento placentero

Luego que hubieron hablado entre ellos con gesto favorable me miraron
Y mi maestro entre tanto sonreía

La Divina Comedia El Infierno Según DanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora