Nuevos horizontes

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CAPITULO 3

Ésa última clase del día se me hacia interminable, ya quería llegar al hotel darme un baño y contarle todo a mis padres ya que no los veía por las pasadas dos semanas, los pondría al corriente de todos mis asuntos, sí, también les diría que lo de Pablo llegó a su fin.

No haría dramas ya que ellos nunca estuvieron de acuerdo en que saliera de casa para irme a vivir con él a tan solo 7 meses de conocerlo, pero bueno, uno a veces es idiota no lo creen? Ja ja ja ja en fin.

<< ring! ring!!- >>

_Caramba!, quién será? justo cuando voy a entrar a la ducha.

El celular sonó y lo ignore, regresaría la llamada después de mi baño.

Mientras tomaba mi baño sin querer recordé a Pablo, pensé en como fui tan tonta, un tipo que te quiere solo a solas no puede quererte en verdad, en el año y medio de relación salimos pocas veces juntos, nunca conocí a su familia, y sus amigos no se consideraban míos, fueron meses de soledad y no lo quise ver así, estaba tan ciega, la necesidad de tener a un hombre a mi lado me había llevado a aceptar ser algo para él, algo que usaba para quitarse las ganas cuando lo invadía el deseo, no podía negar que en la cama lo pasábamos muy bien.

Con su 1,80 de estatura, cuerpo moldeado unos ojos medio rasgados de color café oscuro y poseedor de esas manos que me hacían enloquecer...

Era muy pronto para olvidarlo, aun sentía mi piel ardiendo junto a su cuerpo, imaginaba su pequeña boca recorriendo cada centímetro de mi voluptuoso cuerpo, cerré los ojos bajo la regadera, empecé a pasar mis manos por mis piernas, por mi vientre, masajeaba mis prominentes pechos, esos que tanto le gustaban hundir su cara.

_aaahhh

No era posible, me estaba excitando pensando en el estúpido que tanto daño me hizo, bueno al que le permití hacerme daño.

_No, no, no, no...estoy loca o que carajos me pasa, mira que calentarme con este pendejo!!

_Vamos!, Alejandra sé que es difícil pero también se que tú puedes.

Hablaba sola y reprobaba mis actos, ya fuera de la ducha revisé el celular, era mi madre, enseguida le marque y le deje saber que estaría en casa por la noche, que primero me vería con Enriqueta y de ahí me iría a verlos.

Me encontré con Enriqueta en la cafetería rumbo al instituto (nos encantaba ese lugar, la comida era deliciosa)

Hablamos sobre mi nuevo trabajo y aclaramos algunos detalles, Juan Antonio seria el que me daría instrucciones exactas, fechas, lugar, y claro, cuanto sería mi paga, después de todo el seria mi jefe.

Juan Antonio estaría en México la próxima semana, y según lo que me había dicho Enriqueta, el proyecto empezaría en 1 mes después de la llegada de Antonio.

Nos despedimos y maneje hasta casa de mis padres.

_ Mamá?

- Ale, aquí hija, en la cocina.

_Hola ma, y papá y Carlos?

-Tu padre y tu hermano regresan mañana, han tenido una partida de dominó en casa de Fabián, ya sabes, cosas de siempre.

Mi padre y mi hermano eran muy unidos, desde pequeño, Carlos siempre acompañaba a mi padre a todas sus partidas.

_ Mamá, se termino!

Dije.

- Hija no tenemos que hablar al respecto si no quieres, solo te diré algo.

Ya estaba lista para escuchar el intenso TE LO DIJE por parte de mi madre, que al mismo tiempo me sorprendía tomando mi mano entre las suyas, mirándome dulcemente e inesperadamente con lo que me diría quede en verdad muy aliviada y nos fundimos en un muy necesitado abrazo.

POR PRIMERA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora