Ahora o nunca

2.6K 29 3
                                    

CAPÍTULO 7

Como cada noche desde ya hacia unas semanas atrás, Luisma era último en salir al terminar la clase, el reloj marcaba las 8:30 pm y yo aún guardaba unas cosas y limpiaba la pizarra, Por la tarde nos saludamos cordialmente como siempre pero no hubo tiempo de hacer preguntas ni comentarios ni nada, en los 30 minutos que tomamos para merendar algo entre las clases él desapareció de mi vista, así que creía que el momento que esperaba había llegado.

_Lo que pasó el sábado...

Sin dejarme terminar Luis Manuel me interrumpió diciendo que olvidará eso, que me daba su palabra de que no me hablaría de sus sentimientos ni nada que tuviese que ver conmigo que no fuera netamente relacionado a las clases de inglés.

En ese momento se me helo la sangre y al tratar de insistir en lo mismo el sonrió, me aclaro que a su parecer yo no estaba preparada para tener una relación seria, que a sus 39 años el no estaba para juegos, pero tampoco podía ser niñera de ninguna mujer que no tuviera los pies sobre la tierra y que careciera de control en su vida sentimental, que era cierto y verdadero el interés que él tenía para conmigo, que incluso podía competir con quien fuera por tener mi atención, inclusive podía competir con el mejor seductor que hasta ahora había conocido, se refería a Luca.

Pero que no podía ni deseaba competir o luchar contra mis miedos, inseguridades, y complejos de inferioridad.

Que de antemano el sabia que esa batalla bajo ninguna circunstancia y ningún método del que él pudiera afianzarse le servirían para ganarla, que esa era una batalla perdida y que él no tenía ni el tiempo ni las fuerzas de enfrentar sabiendo que el final sería la derrota...

_Alejandra te doy mi palabra de que eres hermosa y lo suficiente mujer para atraer a cualquier hombre, el problema es que no tienes que creer o esperar el ser hermosa hasta que yo te lo diga y haga todo por demostrártelo, tienes que saber que eres hermosa por que así lo eres, porque eres tú.

_Mi niña tú tienes que saber y sobre todo entender que nadie en el mundo entero tiene tu esencia, que eres única y hermosa, pero no porque alguien te lo diga no!!! sino porque es necesario que así tu lo sientas.

Me tomo de la cintura y me atrajo hacia su cuerpo ,acerco su rostro a mi sorprendida cara y poso sus labios en los míos por unos segundos, trate de que fuera un beso apasionado pero se aparto de mi, levantándome la barbilla con su mano derecha pude ver su brazalete y cerré los ojos, imaginaba y esperaba ansiosa un beso dulce y que me dijera que nos diéramos la oportunidad de intentar algo hermoso, en su lugar recibí un beso en la mejilla y su voz en el tono más suave y dulce que escuchara antes me pidió que nunca, nunca más me restara valor ante los ojos de nadie, se volvió a su asiento, tomo su portafolios y salió de la sala dejándome en un mar de lágrimas.

Ahí estaba yo, impotente ante sus palabras, hacían falta escasas 3 semanas para que el plazo de 5 meses del curso llegara y así el grupo se incorporara a sus actividades normales, con lo que significaba que Luis Manuel regresaría a España, y si el tiempo le había ayudado a olvidar al amor de su vida, el mismo tiempo se haría cargo de desvanecer cualquier recuerdo mío en su memoria sin yo poder hacer nada al respecto.

Fueron inútiles las veces que trate de hablar con él, nunca fue grosero ni se portó pedante conmigo pero era firme en su proceder y todo indicaba que había dicho su última palabra y nada lo haría cambiar de opinión.

Los días en el instituto se me hacían eternos, solo quería que llegara la tarde para verlo y tratar de poder hacerlo reaccionar, ese hombre no tenía idea de que me estaba robando el corazón y la calma.

Dios mío!. Solo tenía menos de 48 horas para que no se me fuera la vida que siempre soñé en el vuelo de las 7:00.

Por ningún motivo Luisma podía perder ese vuelo ya que siendo el brazo derecho de Juan y al éste encontrase en México pasando una temporada con su esposa, Luis Manuel era el encargado de tratar los asuntos pendientes que ya estaban agendados para un día después de su regreso a España.

Lucía había perdido todo por no entender a tiempo que ella siempre fue hermosa y valiosa ante los ojos de Luisma, que así como amaba su dulzura a la misma vez lo volvía loco su cuerpo, cada pliegue cada rollo, en fin, lastimosamente ella se dio cuenta demasiado tarde de todo eso, ya cuando la vida se le escapaba sin darle una segunda oportunidad de recobrar el amor que se debía a ella misma, porque el de su esposo lo tuvo siempre.

Durante las últimas semanas Luca trato de acercarse a mí de muchas maneras, pero como hiciera Luisma conmigo siempre rechazaba cualquier platica que no fuese con respecto a las clases que impartía, me sincere con él y le hice saber del interés que sentía por Luis Manuel e inesperadamente y para mi sorpresa, Luca me motivo a no dejarme caer en mi tarea de conquistarlo por completo.

Los pasajeros del vuelo R-0916538 con destino a Madrid que saldría a las 7:00 de la noche, tendrían que estar 3 horas antes del abordaje, el instituto quedaba a 1 hora y media del aeropuerto y eso me daba exactamente 15 minutos para que se me ocurriera algo para acercarme a Luisma antes de que él se fuera para siempre y consigo se llevara mi vida entera junto con mi corazón y todas las ganas de ser suya completamente.

_Miren nada mas quien vino a despedirnos???

Era la voz ronca de Andrés que alertaba al grupo de mi presencia y todos me sonrieron al ver que me acercaba a ellos.

Nerviosa seguí avanzando pues quería llegar hasta Luisma y decirle todo lo que no le dije antes, en mi bolsillo llevaba listo un sobre con todos mis datos personales e incluso una copia de la llave de mi apartamento, no sabía a lo que me enfrentaría y quería agotar hasta el último recurso.

Quedamos a escasos 3 pasos el uno del otro, no nos importaban las miradas de todos sobre ambos, nuestros ojos estaban fijamente viéndose mutuamente y esos segundos en silencio se hicieron eternos, los dos sabíamos que era nuestra última oportunidad, en 10 minutos el hombre que tenía enfrente agarraría su equipaje y subiría las escaleras que lo llevarían a la sala de abordaje, mi corazón latía a mil por hora, que digo a mil por hora, a un millón de latidos por minuto pues podía sentir como casi se me salía de tener al hombre que siempre soñé, a centímetros de donde yo estaba parada.

Por fin se rompió el silencio y agradeció que fuera a despedirlos, que era muy agradable verme ahí, aunque sabía que era por última vez...esas palabras me dejaron sin aliento pero no tenía tiempo para perderlo, no ahora, tenía que ser valiente y jugármela de una vez...

Continuará...

POR PRIMERA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora