Habitación 220!

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  "Se presume que al menos uno de ellos habría muerto". Esas últimas palabras de la periodista retumbaban en la cabeza de cada uno mientras esperaban en la sala de espera del frío hospital.
Todavía no les habían dado información de quien había muerto, de quien no. Ni de como estaba el que había logrado sobrevivir.

Anna no dejaba de llorar en los brazos de Brad quien ya no sabía que hacer para tranquilizarla. El hecho de no tener respuestas era desesperante.

-¿Sra. Shinoda?- Preguntó un médico al final del pasillo.

-Soy yo- Dijo Anna levantándose velozmente del asiento.

-Sra. le tenemos buenas noticias en cuanto a su marido, sólo recibió heridas leves, y una fractura de brazo, nada de gravedad. Lo tenemos bajo observación pero en 3 horas podría recibir el alta.

Anna sintió un gran alivio en su pecho. Por fin las lágrimas habían comenzado a cesar.

-¿Y qué pasó con el acompañante?

El doctor hizo una cara de preocupación y admitió

-En este momento se encuentra en estado vegetativo, tiene muerte cerebral, que es casi el equivalente a estar muerto. No podemos asegurarle que vaya a despertar de nuevo, existe un 90% de las probabilidades de que eso nunca ocurra.

El silencio inundó la sala. Los medios estaban al tanto de quienes habían sido los afectados en el accidente y los fans ya habían rodeado el hospital con plegarias y cantos para sus ídolos. El rumor de que Chester había fallecido ya se había disipado, y todos estaban al tanto de la gravedad de la situación.

-¿Puedo entrar a ver a Mike?- Preguntó Anna.

-Sí, uno a la vez, está en la habitación número "200".

Anna entró a la habitación. Mike estaba completamente desnudo, con la sábana que le llegaba hasta el pecho. Tenía uno de los brazos cubierto por un yeso blanco reluciente.

-Mike...- Dijo Anna dejando salir un sollozo.

Haciéndo que Mike se despertara por primera vez después del accidente.

-CHESTER, ¿Dónde está Chester?- Gritó Mike buscando otra cama hacia los costados pero no encontró nada.

-Mike, tranquilizate, por favor.

-¡NO! ¿DÓNDE ESTÁ? DEJENME VERLO, AHORA.

-Basta, Mike. No puedes verlo ahora, tienes que descansar.

-Anna, por lo que más quieras, dejame verlo- Le suplicó mientras comenzaba a llorar.
La mujer no podía soportar verlo así, entre sollozos le dijo: -Mike...

-¿Qué le pasó? Anna, dime, ¿qué le pasó?

-Está en coma, Mike. Los doctores no creen que vaya a despetar. Es muy probable que eventualmente haya que desconectarlo.

Mike sin decir palabra se levantó de la cama y empezó a buscar sus pantalones.

-Mike, vuelve aquí.

Mike ignoró por completo a la mujer. La reacción que no había tenido por ella antes la tenía por Chester ahora. En ese momento se dio cuenta de que Anna no estaba en el hospital como le habían dicho, que estaba sana y salva, pero no había tiempo para eso, Chester lo necesitaba más que ella.
Siguió buscando y lo único que encontró fue un par de boxers. Se los puso, y salió corriendo fuera de la habitación.

-¡Mike!- Gritaron sus amigos que lo vieron pasar corriendo por el pasillo.
Él siguió corriendo, no sabía a donde pero corría.

-¡CHESTER BENNINGTON, ¿DÓNDE ESTÁ?!- Le gritó a la recepcionista de la entrada principal quien lo miraba pasmada.

Mike no se había dado cuenta que desde la puerta las cámaras de televisión lo estaban filmando y también podían verlo los cientos de fans que se encontraban afuera.

-¡¿DÓNDE MIERDA ESTÁ?!- Le gritó de nuevo a la mujer quien se espantó por ese último grito y comenzó a buscarlo en la computadora.

-Habitación 220 de cuidados intensivos.

Mike salió corriendo de nuevo, mientras la mujer le daba aviso a la seguridad del hospital para que lo detuviesen.

Cuando llegó a la habitación abrió la puerta lo más rápido que pudo y lo vio.

Estaba intacto por fuera, como si tan sólo estuviese durmiendo. Sus brazos, pecho y cara no presentaban ningún rasguño, como si se encontrara perfectamente normal sin contar el terrible daño que el accidente le había producido en el interior.

-Chester, Chester- Dijo Mike llorando- Perdón, todo esto es mi culpa, tú dijiste que desacelere y no te hice caso. No te escuché, yo tendría que estar en esa cama ahora.

Mike no advirtió la presencia de Anna, quien ahora lo miraba desde el marco de la puerta.
-Chaz, amigo, compañero, amante...

Anna quedó perpleja ante esta última palabra.

-Por favor, despierta. Quiero besarte una vez más, quiero decirte cuanto te amo. Perdón, sé que me comporté como un estúpido. No sé porque hice eso, si te amo y me amas, debería ser sencillo decirlo. Pero no, traté de alejarte. Traté de alejar a la persona que más amo en el mundo.

Anna no creía lo que sus oídos escuchaban. Se dio cuenta que las palabras de su marido eran sinceras, que realmente estaba enamorado de ese hombre. Ella siempre supo que algo de él lo cautivaba pero nunca imaginó que en formas tan extremas. La mujer miró por última vez al hombre que más había amado en su vida y se retiró del hospital en completo silencio y llanto.

-Chester, por favor, despierta.

La máquina a la que estaba conectada producía un pitido con cada latido. Mike no podía evitar sentir que los pitidos cada vez eran más rápidos, que Chester se estaba recuperando. Pero era todo lo contrario, los látidos eran cada vez más lentos, hasta que uno simplemente quedó sonando.

-¿Chester? ¡Chester!- Gritó Mike.

Al rededor de 7 enfermeras entraron al cuarto con el desfibrilador para resucitar al hombre que acababa de fallecer.

-Señor, retirese, por favor- Le pidió una a Mike mientras él seguía mirando fijo a Chester. No podía ser, no podía haber muerto. No Chester, él no.

-¡Despejen!- Gritó una.

-Aún no hay pulso- Le respondió la otra.

Mike sentía toda esa situación en cámara lenta, con imágenes borrosas, no lograba entender que sucedía.

-¡Despejen!

-Sigue sin haber pulso.

En ese momento un sinfín de imágenes comenzó a recorrer su mente. La primera vez que había visto a Chester, la primera vez que lo oyó cantar, la primera vez que salieron juntos, las charlas que compartían por las noches antes de irse a dormir, esos momentos en los que se conectaban como si fuesen uno solo arriba del escenario, ese primer beso, esa noche en la terraza, el beso que habían compartido horas antes...

En ese momento las cámaras de televisión irrumpieron en el cuarto, junto con los agentes de seguridad que trataban de sacarlas de nuevo. Era todo un caos y Mike sólo tenía ojos para Chester, el mundo podía estar despedazándose pero él sólo quería volver a ver esos ojos llenos de vida, esa sonrisa que tanto lo enloquecía, sólo quería volver a oírlo hablar.

-¡Despejen!

-Sigue sin haber pulso.

-Lo lamento... hora del del deceso dos horas, veinte minutos.

La enfermera se retiro los guantes y comenzó a cubrirlo con la sábana hasta la cabeza.  


achester murio? sera este el fin de toda una historia, de todo un camino recorrido? esten pendientes del sig cap! mike no soportara vivir sin chester a su lado...

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