PROHIBIDO

COSAS VIVIENTES!

HOLA!!! mil disculpas por desaparecer por mucho tiempo pero con eso de estar en clases y tener muy pocos días de vacaciones me agotaron para transcribir la historia, bueno estoy de regreso con mas de PROHIBIDO!!

  -¿Qué? No, no, ¡No está muerto!- Gritó Mike y jaló de la sábana lo más fuerte que pudo.
Las cámaras de televisión ya estaban adentro de la habitación viendo el terrible suceso, capturando con el mayor morbo  posible, desde la agonía de Mike hasta la partida de Chester.

Mike sujetó la cara de su amante con ambas manos sin dejar de llorar y lo besó con todo el amor que tenía, con todo ese  amor que no había sido capáz de demostrarle antes. Lo besó como nunca esperando a que Chester despierte.
-¡Chester! Mierda, despierta. ¡Chester!- Gritaba desconsoladamente mientras dejaba caerse de rodillas al piso frío.
Sus compañeros de banda acababan de llegar al cuarto llorando y veían a Mike tirado a un costado de la camilla con la  mano de Chester puesta en una de sus mejillas.

-Señor, es muy tarde- Le dijo una de las enfermeras a Mike tratando de levantarlo del suelo.
-¡No! ¡No! Dejenme aquí, dejenme.
Los guardias de seguridad lo agarraron por las axilas para sacarlo del cuarto mientras Mike hacía fuerzas para  mantenerse al lado de la persona que amaba.

-¡SUELTENME! Dejenme, quiero estar a su lado, no me toquen.
Los guardias prosiguieron a sacarlo del cuarto. Toda la gente del hospital estaba viendo espantada y con dolor la  escena que Mike estaba haciendo. Los fans, afuera, lloraban desconsoladamente, no sólo por la ida de su idolo si no  también por la agonía del otro.

-¡CHESTER! ¡CHESTER, TE AMO!- Gritó Mike mientras luchaba por sujetarse del marco de la puerta. En ese instante la máquina a la que todavía seguía conectado comenzó a producir pitidos de nuevo y Chester abrió la  boca para recibir una enorme bocanada de aire. La gente presente estaba completamente perpleja. Había pasado más de  media hora desde su muerte y ahora estaba respirando de nuevo.

-Chester, Chester- Dijo Mike y se acercó a él de nuevo. Los guardias de seguridad lo dejaron entrar y sacaron a cada  uno de los camarógrafos que se encontraban allí adentro.

-Señor, no podemos seguir pidiéndoselo. Nos tiene que hacer caso. Salga de la habitación para que podamos trabajar- Le ordenó una enfermera a Mike quien por fin entendió que no servía de nada estar gritando allí adentro.
Una vez afuera Mike seguía observando todo desde la pequeña ventana que tenía la puerta del cuarto, asegurándose de que  Chester no partiera de nuevo, como si él realmente tuviese el poder de mantenerlo con vida.

-Mike- Dijo Brad mientras le daba unos pantalones. Mike en ese momento se dio cuenta que estaba en ropa interior y sintió un calor en las mejillas.

-Gracias- Contestó poniéndose rápido los pantalones que Brad le había dado y la remera que Phoenix ahora le estaba  ofreciendo.

-¿Qué fue todo eso, Mike?- Preguntó Rob.

-¿Qué cosa?

-Eso, lo besaste y le gritaste que lo amabas.

Mike no había sido completamente consciente de las cosas que hacía en ese momento de locura y desesperación. No se había dado cuenta de que miles de personas iban a ver ese desesperado gesto de amor en todo el mundo. Jamás había  sentido tanta vergüenza.

-Es que... es mi amigo, y sí, lo amo. Como a tí, a Brad, a Dave o a Joe.

-No, Mike. Eso fue distinto- Dijo Phoenix -¿Estás enamorado de él?
Al escuchar esas palabras se le vino a la mente Anna.

-¿Anna? ¿Dónde está?

-Se fue, nos pidió que te diéramos esto en cuanto notaras su ausencia.