{Capítulo 5} HOT

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- Espera, ¿cómo quieres que me lo gane si ni si quiera te quedas aquí y te pretendes ir? 

Agarró mi brazo, con su gran y delicada mano. Vi pequeños tatuajes, alarge mi vista por su brazo y localice más. Sonreí. Los tatuajes en un chico era algo que daba puntos bajo mi críterió de prototipo.

- Veo que te estas fijando en mis tatuajes. Antes de que preguntes, la G, no es por ninguna chica, si no por mi hermana gema. Todo el mundo hace esa pregunta, puesto eso, ya te la he respondido.

- Oh, vaya. Eres rápido. - Me solté con delicadeza de su agarre, acercandome bastante y tocando el barco que tenía en su bíceps, cuando levante mi vista encontre sus hermosas esmeraldas posadas en mis ojos- Lo siento. - mantuve un poco la distancia -

- No has de disculparte, no me molestan las proximidades, ni que roces mi piel. 

- ¿Estas seguro? - me acerqué más -

- Por supuesto que no - sonrió- 

Moví mi mano y cerré el laberinto por ambas partes con puertas de flores.

- Entonces si te gustan las próximidades, también te gustará estar a solas  ¿cierto?

- Estás en lo cierto - podía sentir su respiración junto a mis labios entre abiertos - ¿y a tí?

- Estoy aquí ¿no?

- Si - entonces cogio mi menton para elevar mi cara, pero aun sí tuvo que agacharse y ponerme de puntillas, es demasiado alto, entonces me beso- tus labios son un dulce placer. 

Sonreí y coloque mis manos alrededor de su cuello. Introdujo su lengua en mi boca con deseo, avidez y pasión. Mi lengua jugo con la suya a un nivel de desenfreno. Introduje mis manos en su rizos y él poso sus manos en mis caderas, pegandome a él, sentí su erección contra mi sexo. Emitió un pequeño gemido en mis labios al verme que yo me pegue aun más. Como si fuera una pluma tiro de mí haciendome quedar alrededor de su cadera. Sonreí produciendo su sonrisa. Esa jodida sonrisa que me ha hecho estar en esta situación, unida a sus sensuales labios  y su jodido aroma varonil. Tengo un problema con el olor de los hombres. Me separé de su boca y me dirigí a su cuello, pude notar su enloquecimientos mientras me masajeaba los pechos soltaba gruñidos. Entonces nos tumbo en el suelo, en un abrir y cerrar de ojos estabamos sin ropa. Miré su pecho  a traves de mis pestañas revoloteantes, ¡santo dios! tenía un perfecto cuerpo, definido y con más tatuajes, una preciosa mariposa bajo sus pectorales y dos golondrinas en ellos. Posé mis manos en sus pectorales mientras iba bajando hasta llegar a la línea de sus boxers. Clavé mis pupilas en las suyas, ambos ardiamos en deseo. Entonces los baje. Abrí los ojos aun más, madre mía... creo que tener eso entre las piernas es un delito. Sonrió ante mi asombro. Entonces se puso encima mía, desabrocho mi sujetador y sonrió extasiado, comenzó a besarme despues la cima  de mi cuello, pasando por mi pecho y llegando a mis bragas. Las apartó con delicadeza y se acercó a mi oído y dijo moridiendo mi lobulo:

- Pideme que te lo haga.

- ¿Qúe? - apenas pude pronunciar -

- Di que quieres que te lo haga ahora mismo.

Eres la elegida {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora