{Capítulo 15}

69 3 0
                                    

Me hallaba en shock, no encontraba explicación. ¿Cómo demonios pude hacerlo? Cientos de ojos posados en mí. Sentí calor trepar por mi cuerpo, hasta estacionarse en mis mejillas. No se trataba de fuego en esos momentos, rubor debido a la vergüenza.

- ¿Eres consciente de lo que has hecho? - Dijo la profesora - 

- Mmm ..

- ¿Estás loca? Ni si quiera sabias la trayectoría exacta solo lo dejaste ir. Podrías haber herido a alguien. Ni por asomo vuelvas a hacerlo. 

No pude más que asentir y dejar pasar a quien tenía detrás. Era el turno de Zayn. Pasó por mi lado sin mediar palabra, roce o mirada. Que haya carecido de cualquier emoción al pasar, no consigo entender si me disgusta o agrada. Aunque, realmente creo que es mejor no averiguarlo. No obstante, si llegará a averiguarlo, debería ser agrada, Zayn es alguien que debe repugnarme. Dado que si definitivamente me siento más que atraída por él, todo va a concluir irremediablemente funesto para ambos. No ha de acabar así para nadie, en especial para mí. No quiero sufrir, honestamente creo que no es de recibo. Simplemente he venido a un colegio al cual he de pertenecer. Bastante recae sobre mí con todo acerca de Ian. Zayn ha de acabarse. No obstante, también se presenta otro problema. Harry. ¿He de contarle lo que ha ocurrido? ¿Realmente somos algo más que amigos con derecho para contarte lo ocurrido? Pero también existe la interrogante de si he de seguir con ''lo que tenemos'' es divertido y satisfactorio a su manera. Aunque he de concentrarme, tengo mucho en lo que preocuparme. Ian, aprender en la escuela, contactar con Travis, Zayn como ya mencioné. Dios mio como ha cambiado mi mundo en tan poco tiempo, necesito ponerle un punto y fin a todo, y vivir mi jodida vida.  Decido prestar atención al ejercicio de Zayn, y logra el incineramiento del cubo pequeño. Todos aplauden y le viterean. Aplaudo debido a que no lo ha realizado nada mal y por que va a ser simplemente un compañero de clase y no merece un trato no cordial. Su mirada se halla sorprendida mirandome. Me giro sobre mis talones y voy en busca de algo de almuerzo. Mi estomago ruge en suplica. Froto mi barriga lentamente y realizo una mueca. 

Sentada en una mesa sola mientras almuerzo un plato de huevos revueltos y pan, leo y releo los apuntes, he de conseguirlo, no por la calificación por mi supervivencia y por... levanto mi vista y observo a los presentes. Predominan chicas en el lugar. Pocos chicos se hallan aquí, las observo con atención, logro atisbar tics nerviosos, pequeñas pecas en rostros, peculiares sonrisas, pequeños matices característicos de las personas a mi alrededor, que jamas prosperaran si no hago algo. He de aprender por el bien común, más que por mi supervivencia. Debo realizarlo por la supervivencia de quienes son como nosotros. No puedo ignorarlo, honestamente no podría culparlos por tenerme respeto debido a lo ocurrido, yo también lo tendría debido a lo sucedido. No obstante, no por ello debía rendirme. He de salvarles. No debe cobrar ellos mis errores. Sola la unica culpable. No merece ser despojados de su ser. Mientras ejercía motivación a mi mente y mi cuerpo para la lucha. Uno de mis problemas a corregir me golpeo la cara, literalmente. Harry me dio un leve golpe en la frente. Debido a que se hallaba sentado frente a mí y yo solo veía a través de él a los presentes mientras dibagaba. Cuando fui llevada a la realidad, localice sus esmeraldas. El mejor lugar en el cual me abstraía, en cambio, ahora debía enfrentarme a ellas.

- ¿Dónde tienes la mente?

- Lejos de aquí, la verdad.

- Alice..

Solo lo deje pronunciar mi nombre a medias, debido a que lo interrumpi.

- ¿Sabes? quiero pirarme de aquí un rato, coger la camioneta e irme al pueblo a algun lugar alejado tumbarme en la parte de atras esperar a que se haga de noche, bebiendo cerveza y ver las estrellas y solo pensar en que soy joven.

- La verdad no voy a discutir que es una buena idea. 

- ¿Te apetece llevarla acabo?

Miro ligeramente hacia el suelo dudando, estudiando y cuestionando mi interrogante. Debiamos hablar, él no sabía nada realmente, o esa al menos era la información que yo conocia al respecto, pero podía leer palabras queriendo ser pronunciadas por sus dulces labios rosados. Levanto su rostro y sus pupilas decididas se clavaron es la mías espectantes. Me dedico, o, parecía, una sonrisa torcida, con su hoyuelo perfectamente marcado; disponiendose a hablar. No podía parar de mirarlo espectante. Los segundos que tardó en expresar su decisión llegaron a ser horas para mí.

- De acuerdo.

Sonreí para adentros y me dispusé a recoger mis cosas. Al finalizar, urge en mi bolso en busca de las llaves pero no se hallaban en él.

- Demonios.

- ¿ Qué ocurre?

- Tengo las llaves de la camioneta en mi habitación.

- Vamos.

Nos incorporamos y anduvimos dubitativos, pegados sin alcanzar a tocarnos. Era, tenerle a tres centimetros pero a mil kilometros de distancia, una contradicción demasiado insólita. Paso tras paso mi habitación se descubría más cerca. Tras unos inauditos minutos en silencio, llegamos. Entré en mi habitación con él pisandome los talones. Me dispuse a buscar mis llaves, no conseguía encontrarlas. ¿Cómo demonios puedo perder unas llaves? No lograba encontrarlas, por lo que harry se levanto y se ubico cerca de mí buscando. 

- Aquí están.

- Gracias, nunca sé donde pongo las cosas. 

- Denada, venga, vamos. 

Nos montamos en la camioneta sin ser vistos, no se encontraba nadie en el aparcamiento. Nos pusimos rumbo al pueblo. Lamentablemente la trayectoria era de treinta minutos por lo cual, debía salir la conversación en cualquier momento. No obstante, solo el silencio se halla presente, nuestras voces medrosas nunca fueron atisbadas el trayecto. Harry pusó la radio, tarareo alguna canción y observo el paisaje, mientras yo dirigía mi concentración a la carretera. Cuando logramos ver el letrero que indicaba la entrada del pueblo fue cuando pronunció palabra:

- ¿Te apetece tomar algo en algun bar?

No podía pronunciar palabra, de modo que asentí.

- Bien pues sigue unos tres minutos más todo recto y luego cuando veas un letrero en rojo con las letras en azul paramos.

- Vale. 

Tal y como dijo, hice. Segui recto aminorando ligeramente la velocidad para poder atisbar el letrero. Tras cuatro minutos lo ví. Pero para mi pesar no había sitio en la puerta, por lo que seguimos un poco hacía delante para encontrar un lugar donde aparcar.  Al final de la calle localice uno, no obstante, era un poco pequeño, me costaba aparacar por ello Harry se bajo para darme indicaciones. Si no soy capaz ni de aparcar un coche, como narices voy a arreglar los problemas más gordos que tengo ahora. DEMONIOS. Al finalizar de aparcar, me baje de la camioneta, Harry tenía posados sus ojos en mí, clave mis pupilas en las suyas.

- Adelante habla.

- Os ví a tí y a Zayn, salir de la tienda de ropa interior - dijo mirandome fijamente-

Dude antes de pronunciar palabra.

- Entro en el probador para no nos viera Ashley, Travis le ordenó protegerme y ser mi sombra, y entró por que dijo que si Ashley lo veía ahí y conmigo sería su fín.

La mejor manera de mentir, decir verdades a medias, la verdad no sabía si realmente quería mentirle. Pero sucedió así, le conté todo a excepción del beso... Seguía teniendo sus esmeraldas clavadas en mí, no sabía por donde iba a salir todo esto. Entonces comenzó a andar y tras unos segundos le seguí, tardo exactamente trece segundos en contestar y cuando lo hizo para mí fue inaudible, debido a que alguien estaba frente a mí, a unos escasos diez metros, y, no debía de hallarse aquí...

Eres la elegida {Zayn Malik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora