Juego Perverso 2

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Capítulo madrugador 😋

Feliz martes de Jassy 😘😘😘

Disfruten.

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{Laurel}

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{Laurel}

Tiempo pasado...

LuzBel llegó hacia nosotras aquella noche y nos tomó a cada una de la cintura; Elena y yo sonreímos victoriosas, aunque no pude evitar ver hacia atrás y como lo pensé, Isabella nos veía marchar con el rostro entristecido, decepcionada y con muchas ganas de asesinarnos. Ese era el precio que tenía que pagar por enamorarse de un hijo de puta con corazón de hielo.

Y no podía ser hipócrita, pues admitía que disfrutaba de aquel frío corazón, aunque la chica me hubiese caído bien.

La oficina seguía siendo exactamente como la recordaba: casi una habitación —había una cama y baño incluido— que mi amigo usaba para follar a las chicas que le gustaban; nos sirvió un trago y luego de brindar y tomar un sorbo, Elena se acercó a él buscando su boca e intentó besarlo, pero no se lo permitió.

—Sin besos —pidió de inmediato y se lo dejó claro a ella ya que yo ya sabía esa regla.

Ambos éramos muy parecidos, los dos teníamos reglas. Reglas que me impuse por un consejo de él, aunque yo había roto algunas e intuía que LuzBel también lo hizo justo con aquella chica a la cual dejó minutos antes, siendo el hijo de puta de siempre.

Me acerqué y comencé a acariciar y besar su cuello —todo su cuerpo me era permitido a excepción de la boca— él correspondió a mis caricias y dio suaves besos en una de mis mejillas y bajó poco a poco a mi cuello, lo que me provocó cosquilleos y escalofríos por cada parte donde rozaba sus labios. Sus manos delineaban mis curvas hasta llegar a mis piernas, introdujo ambas por debajo de mi vestido y subió a mi culo, lo presionó y un jadeo escapó de mi boca por el dolor y placer que ocasionó su ruda caricia. Sentí a Elena colocarse tras de mí y comenzó a besar el espacio entre mi hombro y cuello; sus manos masajeaban mis pechos y por un momento no logré decidir qué caricias me gustaban más, si las de mi demonio o las de la chica perversa tras de mí. De un instante a otro LuzBel me hizo dar la vuelta y quedar frente a Elena, ella me dedicó una sensual sonrisa ladina mientras alzaba una de sus gruesas cejas y observaba a LuzBel con los ojos aún más oscurecidos por la lujuria.

—Llegó la hora de que cumplas mi fantasía —le dijo él a ella.

—Ya sabes que yo siempre estoy para complacerte —susurró la que ya sabía que era española.

Sentí fría mi espalda cuando perdí el calor que el cuerpo de LuzBel me provocaba, lo vi caminar hacia una cómoda silla ubicada en un rincón de la oficina y frente a la cama que estaba a un paso de nosotras; se sentó ahí y desabotonó su camisa sin quitársela, solo para dejar a la vista esos hermosos tatuajes que lo caracterizaban —tatuajes que eran su segunda piel, o primera, según la perspectiva— se acomodó y relajó, colocó el vaso con su bebida en la mesita que estaba a su lado, puso el brazo en el apoyo de la silla y su mano quedó sobre su barbilla, era tipo de un gánster dispuesto a disfrutar de su fantasía; con la otra mano le hizo un gesto a Elena indicándole que continuara y ella obedeció de inmediato.

Perversa Seducción ® (21+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora