The Walking Dead.

Capítulo 34: My Fault

[Por Daryl]

En el enfrentamiento con algunos hombres de un grupo, donde su líder se llama Negan, terminé con una herida en la espalda pero el ardor o el dolor no era nada comparado a cuando Rick nos dijo que Alex había sido herida, esas palabras me dolieron en el alma; no podía perderla de esa forma. No ahora que sentía que tenía una familia: Carol y Alex eran mi familia mas cercana; quería verla pero Bill me comentó que fuera a que me suturaran la herida, Carol me habló con su voz tan tierna

—Ve, luego me alcanzas— asentí de mal humor, fui al interior de la pequeña enfermería me senté sobre una mesa a que Denise me suture la herida. Una vez que terminó, fui con ellas, les dejé un beso en la frente a cada una y le hablé un poco a ella como si necesitase que regrese a nosotros de inmediato

—No te vayas, te necesito. Carol y yo te necesitamos, por favor vuelve con nosotros. Tu no te puedes ir, no puedo perderte ahora ... Pequeña —dije con un hilo de voz, luego me senté frente a Carol y por momentos observaba a Alex; no me gustaba verla en aquella cama y como era el primer momento que podía "relajarme" me quedé dormido. Me desperté a la tarde y una vez más Carol me dijo que me vaya a descansar, me negué pero ella insistió— tu también lo necesitas— le hablé a mi novia para luego acercarme y dejar un beso en sus labios. Me marché del cuarto sin hablar con nadie, estaba de muy mal humor además de sentirme muy culpable; si hubiera estado en Alexandría ella no estaría en aquella cama, ella no hubiera sido herida. Caminé pesadamente hasta nuestra casa y oí una voz que me dijo

—Si mi hermana sobrevive, quédate lejos de ella— Mark parecía amenazarme, me giré para verlo y pregunté

—¿Vas a amenazarme o vas obligarme a que me aleje de ella? Te recuerdo que fui yo quien la cuidó y la abrazó cuando no sabía donde estabas— hablé en un gruñido

—Sureño ¿no te das cuenta que que no eres nada de ella?— me dijo mientras se acercaba

—Soy mucho mas importante que cualquiera— hablé, pero Mark tenía razón sólo era alguien que conoció y nos unimos por el hecho de compartir un grupo

—La sangre es mas fuerte— dijo luego yéndose, lo observé y bufé. No podía golpearlo, Alex iba a enojarse entonces continué mi camino pero parecía que todos se pusieron de acuerdo en fastidiarme... Ahora era el turno del idiota de Tobin

—No pudiste cuidar de esa chica ¿crees poder cuidar de Carol?— me dijo, ¿a qué venía todo esto?

—Tobin —susurré al principio— ¿Qué quieres?— cuestioné con muy mal humor frente a aquel hombre

—Solo pregunto si podrías cuidar de Carol— me dijo casi con una sonrisa, me reí un poco y dije

—Y acaso ¿Tu crees poder cuidarla? No la conoces— me sentí bien al decirle eso, pero no esperaba su estúpida respuesta

—Carol me interesa, y sabes que soy mejor hombre para ella que tú— era divertido oírle decir eso

—No es momento de hablar— le dije dando media vuelta

—Ella se quedará conmigo, arquero— me dijo para luego empujarme, me volteé rápidamente dejé la ballesta en el suelo y lo tome de la camisa mientras lo amenazaba

—Tobin no me busques, no ando de humor. Si no quieres que te golpee... ¡aléjate de nosotros!— grité para luego soltarlo

—No será fácil, no dejare que estén tranquilos— me amenazó ese idiota, volví a mirarlo y estaba a punto de golpearlo cuando Rick me tomó del brazo

—No Daryl, no lo hagas— me habló, lo observé y le dije primero a mi amigo

—Me voy a descansar, no molesten —luego me dirigí a Tobin— mantente alejado— luego tomé mi ballesta y caminé hacia la casa que habitábamos. Era hora de dormir y comer, parecía divertido pero Alex no estaría en la casa para molestarla, cuando entré a la misma fui directo al sofá y me tiré en él para dormir.
Pasaron unos cuantos días, Alex aún no había despertado; Carol y yo pasábamos tiempo con ella a solas cuidándola pero no entre nosotros. La extrañaba mucho, pero debíamos esperar para ver como despertaba; ese día que me quedé a solas con ella volví a tomarle la mano y pedía porque se recupere muy pronto, la veía y estaba bastante tranquila, no había tenido complicaciones con su herida; la observé y sonreí luego le hablé como si ella fuera a responderme