Capítulo 54: History

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Me dolía la cabeza horriblemente, lo último que recuerdo es que estábamos en el bosque y luego todo se puso negro, parecía ser que estaba en una habitación a oscuras. Comencé a tantear y ver si había alguien más pero solo estaba yo allí, tirada sobre el frío suelo. No tenía idea en donde estaban los demás, apoyé mi espalda sobre la pared creyendo o esperando que nada malo me pase; cerré mis ojos un momento y pronto oí murmullos del otro lado de la puerta que estaba a mi derecha, arroyé un poco más mis piernas contra mi cuerpo a los minutos la puerta se abrió dejando pasar un halo de luz que daba contra mis ojos entonces dos hombres con túnicas oscuras entraron a la habitación para tomarme de los brazos y decirme uno de ellos

—¡Levántate!— sus manos me apretaron bastante y sabía que eso me dejaría marca. Me hicieron caminar entre ellos a través de un largo pasillo lleno de puertas 

—¿A donde me llevan? —cuestioné algo asustada, ninguno de los dos me dirigió la palabra entonces volví a hablar— ¿dónde están los demás?— prontamente nos detuvimos frente a una gran puerta de madera, esta se abrió frente a nosotros dejándonos ver un gran salón muy decorado a la antigua, alfombra en el piso y una gran parte elevada donde había una silla vacía; aquellos hombres me hicieron entrar y frente a lo que parecía un gran altar me hablaron 

—¡Arrodíllate!— sentí un empujón y caí sobre mis propias rodillas cuando levanté la vista alguien estaba tomando asiento sobre la silla del altar, luego de tomar el lugar me habló directamente 

—Bienvenida a la Hermandad... Alex— su voz no mostraba misericordia por nadie, no pude contestarle pero con un solo movimiento de su mano hizo llegar a algunos de sus súbditos, hablaron entre ellos y al rato llegaron varias personas trayendo con ellos a Carl y a Aaron esposados, quise ponerme de pie pero los hombres que me habían traído me lo impidieron. Observé a Aaron con miedo pero él me devolvió una mirada tranquilizadora

—Oh Alex— me llamó una voz a la derecha del hombre que estaba sentado

—¿Elliot?— hablé dirigiendo la mirada hacia donde estaba él

—Mi querida Alex— comentó el chico con una sonrisa pero luego habló el hombre del centro

—Señorita, disculpe mi mala educación. No me he presentado. Mi nombre es Steven Wiegel. Soy el poder superior de esta comunidad y ellos son todos mis súbditos, pero Elliot es mi mano derecha entonces tuvo la idea de traerte a nosotros y hacerte sufrir. Entonces deberías saber que ellos dos... serán nuestros primeros.... —habló viéndome y señalando a mis amigos— mmm ¿cómo decirlo para que no suene tan mal? Oh si, ellos serán nuestros primeros sacrificios— dijo como si fuera algo tan normal, rápidamente miré a Aaron con algo de miedo

—Alex, yo te amé por mucho tiempo, pero... realmente ahora te odio— habló mi querido primo en un tono bastante espeluznante, mientras aquel pariente mio me hablaba dos hombres se situaron detrás de Carl y Aaron con la intención de dejarlos inconscientes, las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas

—No, no... espere— dije desesperada, el hombre del trono pareció pensarlo un momento para luego hablar

—Creo que el joven de rulos es quien más te importa... creo que será nuestro primer sacrificio de tu grupo, aunque quiero conocerlos a todos antes de dar un paso adelante sobre ese asunto— una persona subió a su lado hablaron unos momentos, luego se marchó. Al cabo de un rato varios hombres llegaron con los demás, fueron obligados a arrodillarse al lado de los otros dos. Comenzaba a sentirme culpable ya que por mi culpa todos estábamos en la misma situación de vulnerabilidad, levanté la vista y pregunté con enojo

—¿Qué quieres? ¿Por qué nos quieres a todos?— el hombre sonrió de medio lado y comenzó a hablar

—Por el solo hecho de conocer sus caras y que ustedes conozcan quienes somos nosotros. Les contaré nuestra historia —entre los súbditos que estaban en la parte baja del altar divisé a Katie, esa maldita perra me las pagaría entonces volví a prestarle atención a aquel hombre que comenzaba a contar su historia— La Hermandad es una vieja agrupación o secta ligada a rituales sagrados y sacrificios humanos, la historia data del año 1900 cuando nuestro fundador de origen alemán, Erwin Koch, tenía un hijo que estaba muy enfermo al punto de parecer casi muerto, entonces comenzó a sacrificar personas para satisfacer a un dios.... nuestro dios llamado Ragnorak, el dios nórdico del fin del mundo y de la destrucción de la raza humana. Erwin le servía, en un cáliz de oro con piedras incrustadas en la copa, sangre de aquella persona que era tomada como sacrificio. El niño por momentos mejoraba pero luego volvía a recaer hasta el punto donde terminó por morirse, él continuó en el poder por varios años más hasta que falleció alrededor del año 1915, ese mismo año fue designado un nuevo sucesor de origen alemán llamado Wolfgang Krumm, un hombre sádico que sacrificaba gente solo por placer y reinó hasta el año 1945, allí cuando acabó la Segunda Guerra Mundial no tuvimos un líder por muchos años ya que la Alemania se había dividido en dos; entonces nadie se ponía de acuerdo en elegir a un sucesor de Wolfgang, pero en el año 1989 se encogió a Gerd Singer, mi antecesor, era un famoso empresario multimillonario. Alemania se había vuelto a unificar entonces se habían puesto de acuerdo en que él estuviera al frente de La Hermandad, murió en el año 2007, desde entonces yo he tomado su lugar como líder. Esto es lo que hacemos día tras días y desde que el mundo moderno y civilizado se ha perdido casi no hemos podido hacer sacrificios para nuestro Dios. Pero ustedes han llegado a nuestro lugar como una gran ofrenda de Ragnorak por tantos años de culto hacia él— concluyó con una sonrisa muy maléfica, tragué saliva porque si no salíamos rápido de allí nuestro destino acabaría en un grial de oro siendo ofrenda para ese Dios nórdico, levanté mi vista hacia aquel hombre y dije

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