The Walking Dead.

Capítulo 40: Feelings

Con que ese hombre era Negan, el famoso líder de los Salvadores. El hombre que comandaba a aquellos otros hombres que tuvimos que asesinar, este nos mantenía a todos arrodillados en fila, y eso comenzaba a ponerme nerviosa... sentirme algo temerosa sin saber que pasaría en aquel bosque. Sin saber como saldríamos de aquella situación, observé al hombre un momento y parecía que nos quería a todos con miedo; se sentía poderoso viéndonos a todos de esa forma casi pidiendo piedad porque no nos mate. Tenía miedo, mucho miedo y eso se me notaba en el rostro, seguramente le daba placer someter a sus víctimas entonces luego de presentarse continuó diciéndole al grupo y a Rick

—No me agrada que mates a mis hombres. Además, cuando envié a mi gente a matar a tu gente por matar a mi gente, mataste a más de mi gente. No me hace gracia, no tienes idea de la poca gracia que tiene esta mierda pero creo que vas a estar al tanto en poco tiempo —Grimes levantó un poco la mirada, el hombre de pie asintió y continuó hablándonos— estás a unos pocos minutos de lamentar el haberte cruzado en mi camino —sonrió como si le diera gracia o satisfacción— sí, lo estarás. —dijo para luego ponerse serio y solo mirar a nuestro líder— Mira, Rick, hagas lo que hagas sin importar que, no te metas con el nuevo orden mundial. Y el nuevo orden mundial es esto, y realmente es muy simple. Así que, incluso si eres estúpido, que muy bien puedes serlo, puedes entenderlo ¿estas listo? Aquí vamos, presta atención —decía, la noche no solo era muy oscura sino que también era muy fría. Con el solo hecho de respirar se notaba el vaho al salir nuestra respiración ahora ¿qué era aquello que nos mostraría o a lo que Rick debía prestarle atención? Bajó su bate y lo acercó al rostro de Grimes, sonrió un poco para luego volver a hablarle— Dame tu mierda... o te mato —lo amenazó seriamente, una vez más volvió a sonreír— Hoy es día de orientación profesional —hablaba mientras caminaba delante de toda la fila— hemos invertido demasiado para que sepas quien soy y lo que puedo hacer. Ahora trabajas para mi —comentó Negan señalándolo unos momentos con el bate— tienes mierda, me la entregas a mi. Ese es tu trabajo. Ahora, entiendo que es una enorme e imponente píldora que debes tragar, pero que sin duda alguna tragarás —vi por unos segundos el rostro de Rick mostraba impotencia, miedo y desesperación por el solo hecho de haber puesto a todo el grupo en esa situación, aquel hombre se dirigió solo a Rick— Eres el que lleva la batuta, construiste algo, pensaste que estaban a salvo. Lo entiendo, pero la palabra ha sido dicha. No estas a salvo, ni siquiera cerca. De hecho, estas enganchado y lo estarás más si no haces lo que yo quiero y lo que quiero es la mitad de todo tu mierda. Y si es demasiado puedes hacerla, encontrarla o robar más, y tarde o temprano estaremos a mano. Ahora esta es tu forma de vida. Cuanto más te defiendas, más difícil será —una vez más volvió a caminar mientras nos decía— por lo tanto, si alguien llama a tu puerta... nos dejas entrar... somos dueños de esa puerta, intenta detenernos y vamos a derribarla ¿lo entiendes? —se acercó un poco haciendo un gesto de poner su mano en el oído para escuchar la respuesta de Rick pero él no respondió entonces siguió hablándonos— ¿qué, no hay respuesta? No habrás pensado que te saldrías con la tuya sin ser castigado ¿verdad? No quiero matarlos, solo quiero que esto quede claro desde el primer momento. Quiero que trabajes para mi y no podrías hacerlo si estas muerto ¿o podrías? No me voy a poner a cultivar un jardín. Pero mataste a mi gente y además a un montón, más de los que hubiera querido y por eso, por eso vas a pagar. Así que, ahora... voy a moler a palos a uno de ustedes —volvió a mover el bate pero esta vez mostrándolo— esta... esta es Lucille, y es impresionante —dijo presentando aquel bate lleno de alambres de púas— Y esto, todo esto es solo para elegir quien de ustedes tendrá el honor —no dejaba de pasearse por delante de nosotros, iba a matar a alguno con ese bate. Me sentía impotente y llena de bronca, algunas lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Nos miró a cada uno de nosotros arrodillados, cuando llegó a Abraham este se enderezó desafiándolo y no era el único, mi hermano también lo observaba orgulloso de lo que hacía cuando Negan lo miraba, era un error grave desafiarlo cuando estábamos "en su territorio" entonces viéndolo al colorado se tocó la barba y habló con una sonrisa— Debo afeitarme esta mierda —luego caminó hacia Carl para decirle— Tienes una de nuestras armas —se inclinó hasta ponerse en cuclillas y hablarle directamente a él— tienen muchas de nuestras armas. Mierda, chico, relájate. Al menos llora un poco —tomó el arma y la guardó dentro de su pantalón mientras se aclaraba la garganta sin dejar de vernos a cada uno como eligiendo su victima, miró a Maggie que estaba muy pálida y dijo— Jesús. Te ves como la mierda, debería ponerle fin a tu miseria ahora mismo— mientras levantaba a Lucille