The Walking Dead.

Capítulo 55: Memories

Me preocupaba demasiado el hecho de ser prisioneros en aquella maldita mansión llena de locos, yo estaba de pie y discutiendo con Elliot mientras Steven trataba de calmarnos pero realmente era inútil

-Elliot, ven aquí ¡Ahora! -le ordenó el hombre desde el asiento que ocupaba- Volviendo al tema que realmente nos importa en todo esto es que sigamos contando nuestra historia, ¿saben la cantidad de sacrificios que hemos cometido? No tienen realmente idea- iba comentando mientras nos observaba uno por uno desde la lejanía

-Dos mil- comentó el padre Gabriel diciendo un número cualquiera, traté de observarlo pero "mis guardias" me obligaron a mantener la vista hacia el frente mientras me tomaban del mentón

-No querido padre, es una cifra muy pequeña. Nuestro maravilloso registro de sacrificios, cuenta con alrededor de ocho mil victimas que hicieron mantener el equilibrio de el viejo y el nuevo mundo ¿quién de ustedes será el que sigue? -habló el hombre de túnica mientras no quitaba sus ojos de mi- mientras más te miro, más interesante me pareces, Alex. Tienes algo que me atrae... y mucho- concluyó luego de una larga mirada que recorrió todo mi cuerpo

-Deja de mirarla así, cerdo- comentó Aaron

-Jovencito, se está ganado el primer sacrificio- habló el hombre para luego hacer un movimiento con su mano, un hombre se acercó al alexandrino para propinarle un golpe. Me solté como pude de los nuevos agarres que me mantenían prisionera y corrí hacia aquel joven para interponerme entre su cuerpo y los golpes próximos que querían darle, lo abracé y hablé en su oído

-No dejaré que te hiera. No dejaré que te lastimen así tenga que dejar mi cuerpo en medio, voy a protegerte... cariño.

-Alex, cariño... yo te amo. Quédate conmigo, mi amor- me habló sin importarle que lo escuchen

-Sí, si... me quedaré contigo amor- hablé decidida para luego dejarle un beso en la frente, una vez más nos volvieron a separar pero Steven habló burlándose

-Oh cuanto amor... lástima que todo ese amor se convierta en dolor y lagrimas- luego comenzó a reírse como desquiciado. Suspiré algo nerviosa ya no sabía que hacer además no podía hacer mucho más sin tomar riesgos de que maten a alguien de mi familia entonces sin nada más que decir comenzaron a llevarse a los demás uno por uno

-No, no, no -comencé a decir algo desesperada y con mucho miedo de que ya los comenzaran a matar- ¿a dónde los llevan? ¡Hey responde!- casi comencé a gritar por la desesperación, el hombre me observó un momento con una sonrisa luego respondió con un tono bastante lúgubre

-Es un gran secreto, a lo mejor lo descubras pronto.

-¡No! Por favor, solo déjalos ir aquí me tienes... eso es lo que querían. Dejen ir a mis amigos, yo me quedaré aquí ¡por favor!- decía rogándoles por la vida de los demás, es cierto nunca antes me había arrodillado o rogado por nada en mi vida. Ni aún así estando frente a Negan aquel día, basicamente no estaba en mi "humillarme" de aquella manera pero intentaría cualquier cosa por salvarles la vida a todos, continué rogándole hasta que el líder me habló de muy mal humor

-¡Basta! Cállate la boca, si te preguntas si mataré a tus amigos... la respuesta, es sí... pero aún no es el momento. Cuando suceda serás nuestra invitada de honor y estarás presenciando la muerte de tu persona más adorada, a lo mejor también nos divirtamos un poco con las mujeres... podrían terminar siendo parte de nuestra comunidad- en su voz algo me hacía desconfiar enormemente, algo en él me decía que seguramente pronto lastimaría uno de los míos pero no por el hecho de venganza en contra de mi por haber asesinado a Katie sino por el simple hecho de herirme de una forma muy espantosa. A esta altura de nuestra nueva vida, la pérdida de cualquiera de ellos dolería profundamente... pero sabía a la perfección que me destrozaría de una forma muy diferente si las victimas serían Daryl o Aaron. Estaba tan sumida en mis pensamientos sobe eso que no oí cuando ordenó regresarme nuevamente a la que era mi celda, ambos hombres que me llevaron a la sala principal fueron los encargados de llevarme a donde me tenían encerrada, me soltaron tirándome dentro de la pequeña celda sin importarles que me haya golpeado con el concreto frío del piso, por casualidad apoyé una mano en el suelo antes de caer y el golpe no fue tan severo.