Un príncipe sin título de nobleza

5. Adolescente irrespetuoso:

Mónaco-Ville. 1948

Adolescente irrespetuoso:

Le pido una disculpa por haber confundido la dirección. Créame desde luego, que nunca le enviaría aquellas palabras a una persona maleducada e irrespetuosa como usted. ¿Cómo puede hablarle (o mejor dicho escribir) de esa forma a alguien quien ni siquiera conoce? Sabe, probablemente usted pueda creer que poseo ochenta años, pero resulta un poco desconcertante el hecho de tener diecisiete años y que usted, siendo un año mayor, tenga el cerebro de un niño de cinco.

Necesita saber, que por el momento mi cerebro no se encuentra al pendiente de datos tan insignificantes como el sistema de correspondencia. No estoy diciendo que no lo considere interesante sino que por ahora el país ya tiene suficientes problemas. Sabe, la segunda guerra podrá haber terminado pero sus consecuencias aún no han sido erradicadas por completo.

Jamás en mi corta vida había tenido contacto con una persona como usted, que a simple vista se destaca su no interés hacia la vida de los demás. ¿Qué se siente solo pensar en sí mismo? ¿Por qué insulta de esa forma al príncipe Marcus? Es obvio que no lo conoce, él es una persona tan honrada merecedora de respeto, como todo ser vivo que habita el planeta.

Y de acuerdo, realmente no escribí esta carta con la finalidad de insultarlo, lamento si he sido grosera pero no puedo permitir que continúe con este juego de niños. No volveré a enviar otra carta más, siéntase tranquilo de nuevo.

Oh, para que lo sepa, enviar una carta con olor a hierba, no es para nada caballeroso.

Hasta nunca.

Aitana