10 Razones para NO Enamorarse (#10RPNE)

Razón N°6: Confianza -Parte2-

Razón N°5:  Estupideces del amor.

    Parte 2. Demasiado.

Luke.  

Rasqué mi cuello, mientras me llevaba a la boca la cuchara llena de cereales.

Thiago apareció por la puerta en boxers y me dio un golpe 'cariñoso' en la cabeza.

Tomó asiento frente a mi, mientras bostezaba y tomaba un tazón, imitando mis movimientos anteriores.
-¿Qué  hay de nuevo?-quité mi vista de los crujientes cereales y la dirigí a mi hermano.
-Dramas, y más dramas.-silbó y me dio una sonrisa ladina.
-¿Anabeth? ¿April? ¿Logan?-suspiré.
-Yo creo que un poco de los tres.-chasqueó su lengua, y movió su mano incitándome a seguir.
-Bueno, al parecer Anabeth se entero que April es mi prima, y que viví en el mismo pueblo de Logan durante un verano ,y  quizá, solo quizá, se hallá enterado que me tire a la muy perra.-soltó una carcajada, y lo miré enarcando una ceja.
-Vaya, parece que al pequeño Whine no le esta llendo bien en el amor. ¿No le haz explicado?-asentí efusivamente.
-Oh claro, ¿sabes qué le dije? 'Oye, Ana, lo de April fue una idiotez. No sé, hice algo realmente malo hace un año que me sentí taaaan mal que me emborrache. ¿Y sabes que paso luego? Estuve con April, que ¡Oh si, es mi prima y es hermanastra de Luke!' ¿Tu estas bromeando? Claro que no.-bufé.
-En estos momentos me alegra ser gay.-volví a bufar.
-Amén.-seguimos desayunando en silencio.  

En unas horas teníamos que ir directo a la escuela por ese estúpido campamento.

-Buenos días.-el idiota de Logan entro en la cocina, vestido a diferencia de nosotros, y con una gran maleta.
-¿Y tú a donde crees que vas?-espeté, ladeó la cabeza en mi dirección y sonrió. Juró que en ese momento quise estrangularlo.
-Me ofrecí de voluntario para supervisar un campamento de chiquillos tontos.-escupí el cereal que había llevado a mi boca, y lo miré.
-¿Campamento?-sacó su celular y se sentó frente a mi  con el, mientras Thiago miraba la escena divertido.
-Seh, tu querida madre quiso que fuese un buen ciudadano y me inscribió.-me acerqué a él y lo tome de la camisa amenazantemente.
-¿Por qué debería creerte? Que coincidencia que, justamente hoy, yo tenga un campamento. Y si estoy yo, creo que es algo lógico que también estará Ana, ¿no?-comenzó a reír.
-Dios, dime que no tendré que estar vigilandote a ti. Maldita sea, solo yo puedo tener tanta mala suerte.-se soltó de mi agarre y se levanto divertido, tomando su maleta y dispuesto a salir.
-¡Ah, si! ¿Haz visto a Anabeth? Creo que jamás estuvo tan ardiente.-oí cerrarse la puerta y fue cuando me percate que estaba apretando tan fuerte la cuchara que esta se doblo.

Thiago rió, parece que hoy estaban todos de buen humor.   

Rápidamente, tomé mi celular y marqué el número de Anabeth.

A los cuatro tonos, contestó, pero no precisamente ella.

-¡Tú, maldito bastardo!-rodeé los ojos.
-Buenos días para ti también, Lu.-oí un gruñido de su parte.
-No me llames así, maldito gilipollas. Escúchame bien, si te acercas a un solo paso de Anabeth ¡yo misma me encargare de cortarte las pelotas!-solté una carcajada sarcástica.
-¿Tantas ganas tienes de hacerlo tú? Ya, maldita loca, DA-ME-CON-ANA-BE-TH.-se oyeron unos ruidos, y seguido de eso la dulce voz de Ana.
-¿Quien era?-la voz se oía distante, pero clara. Con Thiago nos mantuvimos en silencio, si, estaba en altavoz.
-Nadie, equivocado.-cerré los ojos y maldije internamente a esa idiota.
-Ah, bueno. ¿Crees que enserio el plan funcionará?- ¿Qué plan? ¿Y por qué aún no había cortado?
-Créeme, Ani. Lo dejarás con la boca abierta de tal forma, que él mismo querrá cortarse las pelotas.-y ahí fue cuando colgó.