10 Razones para NO Enamorarse (#10RPNE)

Razón N°1: Chicos -Parte1-

Razón N°1: Chicos.

Parte 1. Vecino nuevo.

Miré atentamente el papel en blanco frente a mi y comencé a escribir.

Razón N°1 : ¡Te vuelves estúpida!

<Piensa, piensa>

Al tiempo en que rebanaba mis cesos buscando razones, recordé la conversación con Lucía, que me llevó a estar sentada frente a un escritorio que jamás en mi vida usé, escribiendo 10 razones para NO enamorarse.

—¿Cuando dejarás de usar esas horrendas zapatillas?—dirigí la mirada hacia mis pies, contemplando a mis bebés.

—Dices que nunca me enamoraré, púes fíjate.—señale mis Converse's.—Estoy enamorada de ambas.—Ella bufó.

—Algún día te enamorarás de una persona.—dijo, resaltando la palabra "persona"

—No lo creo.—contesté exasperada por una de estas tantas charlas sobre chicos con Lucia.

—No, Ana. No es si tú quieres o no, simplemente sucede.—la miré como si hubiese dicho la mayor de las estupideces, pero es que...¡la había dicho! Jamás, jamás de los jamases me enamoraré. (No de nuevo)

—Hay muchísimas razones por las cuales no me enamoraré.— A Lucia se le ocurrió una idea, conocía esa maldita expresión como la palma de mi mano.

—Pues, hagamos algo. Tú escribe 10 razones por las cuales no deberíamos enamorarnos y yo simplemente me quedaré aquí sentada, viendo como al acabar todo eso..te enamorarás.—bufé.

—Buena suerte.—dije con aire de superioridad.—Nunca sucederá, supéralo.—Luego de oír su "ya lo veremos", me despedí.

Se aprende mucho teniendo una amiga, como Lucía.

Cuando sales con ella puedes tener un alto riesgo de SSA (Síndrome severo de aburrimiento) porque lo único que haces (o al menos eso me sucede a mi) es verla con sus ligues.

Creó que luego de ver todos los novios que tuvo en sus cortos 16 años me volví una anti. Y bueno también por culpa de él.

Somos dos personas totalmente diferentes. Pero la amo. 

A los 4 años, mientras ella tenía su primer novio, yo preparaba pasteles de barro, que luego accidentalmente comía. A los 8 mientras ella disfrutaba de su décimo novio, yo bailaba desnuda. A los 12, mientras la señorita daba su primer beso, yo perdía mi dignidad confesando (gracias a una apuesta) sobre una mesa, frente a toda la escuela que comía pasteles de barro, bailaba desnuda, y Rebecca Black era mi ídola N°1.

Claramente lo último era mentira, porque...es decir, no.

Mordí la punta del lápiz buscando inspiración.

<Malditos viernes en los que carezco de ella.>

<Oye, espera, yo nunca tengo inspiración.>

Oí unos pasos provenir de las escaleras y mi madre entró por la puerta, tan vivaracha como siempre.

—¿Puedes creerlo? Los vecinos no se habían ido de vacaciones, ¡se habían mudado! Y ahora mismo esta el camión de mudanza de los nuevos vecinos.—se sentó en la punta de mi cama.—Ya sabia yo qué esos viejos se habían largado de aquí.—suspiró con aire soñador.—Ya nos podremos librar nosotros también.—se quedo un segundo en silencio mirándome como si fuera un androide y luego recordó algo: —Ah, si. Baja que iremos a visitarlos, tienen un hijo de tu edad según estuve viendo—gemí interiormente.