Segunda parte

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Minho estaba frente a una puerta marrón, con la mano en el timbre, pero sin tocarlo ¡Vamos Minho! Se daba fuerzas, y tocó el timbre.

A los pocos segundos se abrió la puerta dejando ver a un joven delgado, con el cabello rubio, solo un poco más bajo que Minho, tenía la piel muy blanca, unos ojos gatunos hermosos y delineados y una boca pequeña con forma hermosa. El corazón de Choi se detuvo por un momento, no solo porque al fin conocía al padre de su hijo, sino por la belleza del joven. Sus manos empezaron a sudar, sentía el cuerpo como una gelatina y ni siquiera podía hablar.

-Hola ¿Eres Minho verdad?- saludó el rubio con sensualidad, a lo que el contrario solo asintió. Key sonrió, llevo sus delicadas manos a los hombros del alto haciendo que caminara y entrara por completo a la habitación. – Siéntate y ponte cómodo- le susurró al oído.

Choi por su parte solo obedeció, se sentó en un sofá rojo y puso sus manos en sus rodillas tratando secarse el sudor de las mismas. ¿Por qué no decía nada? Él no era así, no era tímido, mucho menos callado.

-¿Quieres algo de tomar?- Key se acomodó al costado del alto empezando a acariciar sus piernas.

-So-Solo a-agua, por favor- el rubio le regaló una sonrisa y se puso de pie para traer el vaso de agua.

Minho pudo expulsar el aire que había retenido sin darse cuenta, poco después el joven rubio apareció con el vaso de agua caminando hacia el más alto de forma muy sensual con un movimiento de caderas que dejarían con la boca abierta a cualquiera.

-Aquí tienes- dijo con una voz muy suave, Minho recibió el vaso con las manos temblorosas mientras que Key se sentaba a su costado... muuuuuuy cerca de él.

Apenas dio un pequeño sorbo y el moreno dejó el vaso en una pequeña mesa frente a él, se agarró las rodillas, nervioso, mientras miraba de frente.

-Entonces...- se escuchó la voz del rubio muy cerca de su oído- ¿Empezamos?- dijo mientras ponía una manos en la pierna izquierda de Minho empezando a acariciarla, maldita sea... la voz de Key era muy erótica.

Minho tembló cuando el rubio mordió levemente su oreja, cerró los ojos cuando sintió unos besos en su cuello, cuando de pronto sintió unas manos traviesas empezando a desabrochar la camisa, despertó del trance y alejó suavemente al rubio.

-ehhh ¿Por qué mejor no nos conocemos un poco?- preguntó Choi nervioso, a lo que Key rió suavemente.

-Cobro por horas, cariño, si me pagas el tiempo que uses, no hay problema- respondió sin perder esa mirada coqueta ¿era así con todos sus clientes? Minho no se podía imaginar como un ser que se veía tan frágil y delicado tuviera un trabajo como ese, el hombrecito rubio era simplemente hermoso, a pesar que todo su cuerpo irradiaba sensualidad y coquetería, su mirada era triste y hasta perdida, Choi se compadecía un poco de Key.- Pero hasta antes de las 9, que tengo otro cliente- dijo restándole importancia, pero se notaba un poco de incomodidad en su voz.

-No, te pagaré su tiempo también- Soltó el pelinegro sin pensarlo, el rubio se sorprendió, pero luego solo sonrió.

-Clientes son clientes, cariño- ufffff cada vez que "cariño" salía de la boca del rubio, Minho no podía evitar estremecerse.

-Te pagaré el doble- ¡Cierra el pico, Minho! ¡Controla tu maldita boca! Ahora que lo vio, el moreno no podía imaginarse al rubio siendo tocado por viejos pervertidos que marquen de manera morbosa a ese hermoso ser. El rubio abrió los ojos, se quedó un rato callado, pero luego acomodó una de sus piernas al costado de Minho, y en un movimiento rápido ya estaba a horcadas en el regazo del alto.

I WILL TRY TO FIX YOU (MinKey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora