Soy Elizabeth Lahey y vivo en Beacon Hills, un pueblo chico del estado de California, lugar en el que no habitan lobos hace 60 años, porque aquí tenemos otras cosas, algunos los llaman licantropos, otros criaturas de la luna, yo... prefiero llamarlo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al abrir mis ojos me encontré con la madre de Scott, quien es enfermera haciendo algo a mi lado, al notar que yo estaba despierta sonrió amablemente.
-¡Hey, Lizzi! ¿Como estas?- preguntó
-muy bien, ehmmm...¿Que hora es?
-tranquila, solo a pasado una hora desde que llegaste. Los medicos dijeron que no era nada grave lo que tenías, te podrás ir en una o dos horas, pero tienes que guardar reposo en tu casa.
-claro, si, ¿hay alguién esperándome?
-sólo el chico que vino a dejarte, es muy guapo, lizzi, no sabía que tenías novio
¿¡NOVIO!?
¿¡NOVIA DE JACKSON!? ¿¡YO!?
¡EW!
-Wow, no, no, no es ni novio, solo es un compañero de clase.
-oh, está bien, le diré que entre de todos modos
-¡oh, no! ¡Señora McCall!- intenté decirle que no lo llamara, pero no me escuchó
-hola, Lahey- dijo Jackson llamandome por mi apellido.
Asi es, me llamo Elizabeth Lahey.
-hola- dije seria. No quería que el estuviera aquí.
-bueno, no se que hago aquí
-ni yo, vete
-¡Que modales tienes hacia tu compañero de clase, vecino y el que te salvó la vida!
-no me salvaste la vida, exagerado
Y si, Whittmore es mi vecino.
-bueno, Lahey, fué un honor salvar tu maldita vida, pero ya me voy
Rodé los ojos.
Pude ver que cuando Jackson iba saliendo, Stiles iba entrando y rozaron hombros
-¡Lizzi! ¿¡Como estas!?- preguntó mi preocupado mejor amigo cuando se acercó lo suficiente a mi
-bien, ahora
-¿¡Segura!?
-segura, amigo, sigo viva
-¿¡Como... Que paso!?
-choqué con mi bicicleta, la punta del manurio se enterró en la herida y se abrió, el dolor fué como de los mil demonios, peor que cuando la criatura me mordió.
-¡Dios! Lizzi, perdón, si hubiéramos dejado que vinieras con nosotros no...
-Cállate, ya no importa, ahora estoy bien, la Señora McCall me dijo que como en dos horas podía irme
-¿¡encerio!?
-ajá
-¡Que bueno! ¡Dios! ¡Me tenías preocupado! Y, hermana ¿Que rayos hacía Jackson acá?
