Soy Elizabeth Lahey y vivo en Beacon Hills, un pueblo chico del estado de California, lugar en el que no habitan lobos hace 60 años, porque aquí tenemos otras cosas, algunos los llaman licantropos, otros criaturas de la luna, yo... prefiero llamarlo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dios, que noche tan horrible, no logré dormir nada, a penas cerré mis ojos soñé... fué... tan real, era un hombre en una tienda, asesinado por la misma cosa que me atacó Scott y a mi, y también al señor del autobús.
Fué claramente otra vision, espero que esta no sea real.
Ya han pasado algunos días desde que... "lo sé" y la verdad es... muy raro.
Me senté en la cama y pasé mis manos por mi pelo, tengo que ir al instituto, pero Dios... no tengo ganas.
—¿Quieres desayunar? —dijo Isaac saliendo del baño de nuestra habitación —¡Hey! ¿Que haces aún con pijama? Estás atrasada
—lo sé y sinceramente... me da igual, y no, tranquilo, no tengo hambre
—últimamente estás muy rara, ¿Sabías?
—si, lo sé
Isaac dió un suspiro y se sentó a mi lado
—¿Te ocurre algo? ¿Estás bien con Stiles y Scott?
—Si, si, estamos... bien, es solo que... es muy raro —contesté
—¿A que te refieres? —preguntó
—a nada, da igual
—Okay, me iré al instituto, ¿si? No llegues muy tarde
—está bien
Isaac besó mi frente y se fué.
Me bañé y me vestí lo más rápido que pude, al salir de casa ví a Jackson haciendo lo mismo, me miró serio y luego entró al auto, avanzó sólo un poco y luego se detuvo frente a mi
—¿Quieres que te lleve? —preguntó serio, triste... ¿asustado?
Jackson no está bien hoy.
—está... bien
Me subí a su lado y comenzó a conducir.
—¿Jackson? —le hablé
—¿hm?
—¿Que te ocurre?
—Nada —tenía su mandibula tensa y sus manos apretaron el manubrio
—¿Nada? Jackson, mirate
El se estacionó en la orilla, respiró profundo y me miró
—es... esto es difícil para mi, no le digas a nadie ¿Si? Ni a Stiles ni a Scott, ni a nadie, ¿puedo confiar en ti?
—por supuesto que si.
Estaba preocupada por el, Jackson no es así
—ayer por la noche salimos con Lydia a rentar una película, cuando me bajé del auto y entré al local no encontraba a nadie, las luces comenzaron a apagarse y a encenderse, lo próximo que vi fué a un hombre extendido en el piso... muerto. Luego las luces se apagaron completamente y a lo lejos vi dos puntos rojos, uno al lado del otro, como unos ojos, era como un monstruo, comencé a correr pero el derrivó todos los muebles y uno calló encima de mis piernas, luego se acercó a mi, vió la cicatriz en mi cuello y se fué, la policia llegó y todo se tranquilizó. Les dije a todos que estaba bien, pero yo...
