Todo el mundo huía aterrorizado.
Me encontraba en la ciudad y no muy lejos de ahí Hulk destruía todo.
Yo no estaba asustada.
Alguna vez había leído en un diario que aquella monstruosidad verde no era más que un chico asustado.
Y yo lo creía.
Oi uno de sus gritos de furia y comenzó a acercarse a la tienda. Ahí era dónde me encontraba.
Cometería una locura pero pensaba firmemente en que funcionaría .
Salí del lugar y paré justo en la puerta.
Él se detuvo enojado y me miró.
-Hola- moví mi mano.
Intenté no sentirme asustada al estar tan cerca.
Me miraba curioso.
La gente gritaba que me alejara, eso causó que se enfureciera y lanzara un auto contra ellos.
Por suerte el resto del equipo de Vengadores estaba ahí para ayudar.
-¡Smash!- decía el gigante una y otra vez con una sonrisa.
Vi como cerro sus puños dispuestos a darme un golpe.
Yo no me moví ni un centímetro.
Antes de que me tocara se detuvo y en vez de aplastarme me alzó a la altura de su cara.
A pesar de que mi corazón latía mantuve la calma.
Todos se habían detenido al ver aquello.
-Eres lindo- dije acariciando su enorme rostro.
Al principio se había asustado pero poco a poco su respiración se normalizó.
Parecía que me analizaba con cuidado.
Me bajó lentamente y presencié como fue que se transformó en un hombre de nuevo.
Estaba asustado en el suelo.
Una chica con un traje oscuro se acercó con algo de ropa para él.
-¿Como hiciste eso?- preguntó ella.
Me encogí de hombros, hasta yo estaba impresionada.
-Pude sentir su calma- dijo el chico levantándose lentamente. -Ella no tenía miedo y pude sentirlo- continuó acercándose incrédulo.
-Sabía que estabas ahí dentro- confesé.
La chica bufó y se retiró.
-Jamás había sentido algo así. La única persona que podía hacerme volver era Natasha pero hasta ella sentía miedo. ¿Por qué tú no?- su cara de confusión se hizo presente.
-Realmente confíe en ti- me encogí de hombros una vez más.
Sus ojos se iluminaron.
-Dijiste que era lindo- se sonrojó.
-Lo eres
Hubo un pequeño silencio.
--¡Bruce vamos!- grito un chico con un arco.
Ellos estaban apuntó de irse.
-¿Volveré a verte?- preguntó.
-Eso espero- contesté y luego lo vi alejarse.
Antes de subir a su nave me dirigió una última y tímida sonrisa.
