Estaba sentada del otro lado del escritorio.Matt había ido a buscar unos papeles para mí.
Lo veía desde la ventana, revolvía algunas cosas nervioso.
-Le gustas- dijo Foggy entrando con un par de tazas de café.
Me entregó una.
-¿Bromeas?- le di un sorbo.
Ambos lo mirábamos.
-Es en serio.
No pude evitar sentirme algo acalorada por la confesión.
-¿Fue antes o después de que los salvara?- pregunté curiosa.
-Antes, desde el primer instante que puso la mirada sobre ti.
-Si claro, sabes que no puede ver ¿cierto?
-Lo sé, pero tiene algo así como un don. Siente a las personas perfectamente. A veces pienso que sólo está fingiendo- hizo una mueca.
Ambos reímos pero nos detuvimos al verlo entrar.
-¿Saben que los puedo escuchar?- dijo sentándose en su lugar.
-¿Tienes poderes?- preguntó su amigo asustado.
-No, la ventana estaba abierta- señaló- ¿Y yo soy el que no puede ver?- preguntó con ironía.
Ambos nos percatamos de que era verdad.
-Bueno, tengo que irme- dijo el rubio y salió de ahí lo más rápido posible.
Hubo un silencio algo incómodo.-¿Entonces es cierto lo que dijo?
El se tensó un poco.-Lo es. Me gustas- soltó finalmente.
Sabía que no podía verme así que hice un baile de felicidad.-También me gustas- confesé.
Nunca había visto una sonrisa tan grande en él.