Había mucho dinero de por medio.Wade había apostado a que yo moriría y viceversa.
Y a pesar de ambos estar enamorados, tomamos el riesgo.
Estábamos frente a frente, sólo unos metros nos separaban.
Él traía un par de afilados cuchillos y yo una gran espada.
Noté de reojo su sonrisa traviesa.
-Date por muerta nena- dijo comenzando a devolverse inquieto.
-Demuestra lo que tienes- bastó decir para que él se lanzará contra mi.
Un ataque tras otro que conseguía emboscar con mi arma.
Pronto cambio la táctica y aproveché para tomarlo por sorpresa con un giro extravagante por los cielos.
Podía sentir como a empeñaba en matarme, estaba decidido a ganar.
Al igual si yo.
Logré acorralarlo al final del camino.
-Di tus últimas palabras Wilson- sostuvo mi arma contra su cuello.
-¡No moriré hoy!- grito y en un inesperado movimiento se colocó a mi espalda y clavó ambos cuchillos.
Estaba muerta, él había ganado.
-Te dije que eras mala en Mortal Kombat- dejó el control de su consola a un lado. -Ahora tienes que pagarme- exigió y comenzó a manosearme.
-Calma cariño, primero iremos por algo de comer.
-¡Genial, sexo y chimichangas!- me besó y rapidamente se levantó dispuesto a salir.