Por ti (Marc Márquez)

Capítulo 29

Narra Marc
(Martes, en el avión hacia España)

Noto cosquillas en la nariz. Pica mucho. No paran. Me arrasco y me pringo de algo que no sé lo que es. Abro los ojos y veo al equipo descojonandose vivo y a Laura con un bote de espuma de afeitar. Mi espuma. Esta me la va pagar, ya lo verás.
Yo: Mira que sois cabrones.
Me intento quitar la espuma de la cara y santi me da una toalla.
Santi: Estamos hartos de que seas tu siempre el que hace putadas.
Alex: Alguna te iba a tocar a tí.
Yo: Vale. ¿Y quién ha sido la mente retorcida?
Laura levanta la mano con una sonrisa de oreja a oreja que hace que me sea prácticamente imposible enfadarme con ella, ahora. Noto movimiento en el asiento de atrás y Karina asoma la cabeza.
Karina: Le haces algo y eres catalán muerto.
Laura: Venga, déjale. Tiene que cobrársela . A ver que se le ocurre.
Me mira y me guiña un ojo. Tranquila, que tarde o temprano haré algo contigo. Además, la recomendación de Mir ha expirado. Entorno los ojos con una sonrisa de lado y ella hace que tiembla.
Laura: Mucho estás tardando, hormiga.
Yo: No me tientes. Estamos en lugar cerrado y público. ¿No querrás crear un trauma?
Karina: Ha lo estaís consiguiendo.
Nos reímos todos y volvemos a los sitios, lo que significa que Laura vuelve a mi lado. Apoya la cabeza en mi hombro y me da la mano.
Laura: Perdón, no he podido resistirme.
Yo: Ya. Un truco muy viejo, ¿no crees?
Se gira, sonríe y me pasa la mano por la mandíbula. Seguiré teniendo espuma, supongo.
Laura: Pero es efectivo. ¿Qué piensas hacerme?
Yo: Déjame que piense... hacer expirar la recomendación de Mir.
Asiente y da palmitas como una niña pequeña. Ah, no. No será tan fácil. Como dije en Malasia, tendrás que suplicar.
Yo: Pero vas a sufrir.
Laura: Marc... que no eres Grey.
Yo: Juro que no te cuelgo del techo.
De repente, Karina vuelve a asomar la cabeza y seguro que para avisarme de algo.
Karina: Como la cuelgues, te cuelgo yo a tí.
Laura: Entendido. Me quieres dejar sin marido antes de tiempo.
Yo: Supongo que mi integridad física corre peligro.
Nos reímos y Laura le dice a Karina que le había comentado que quería hablar con ella. Laura me da un beso y se levanta para irse con Karina a algún lugar de este avión. ¿Cómo ha podido cambiar tanto mi vida?
Narra Karina
Estos dos panolis coqueteando no tienen ni miramientos, ni fin. Es un sufrimiento eterno. Pero en un momento en el que la luz no iba a volver, Laura me recuerda que quería hablar con ella, cosa que había olvidado por completo. Menos mal que ya está ella para acordarse.
Laura: Va, suelta. ¿Qué pasa?
Miro a todos los lados disimulando, pero nunca fue mi fuerte y como siempre, me pilla.
Laura: Eh, que te conozco. Suelta el pollo.
Yo: Vale, viene Soraya.
Gira la cabeza a un lado. Ya estamos. No se acuerda.
Laura: Espera, ¿la alemana?
Pues si que se acuerda. Será que no digo veces su nombre al cabo del día. Pero ella no los oye porqud siempre está con Marc. ¡Vaya dos inseparables!
Laura: ¿Y qué pasa por que venga? Os llevaís muy bien. No veo el problema.
¿En serio? ¿Dos pilotos detrás mia y no hay problema? Desde que se ha comprometido con Marc no tiene neuronas que funcionen. Qué pena, con lo lista que era.
Yo: Ah, Fabio y Miller ahora son mis amigos del alma.
Fabio: Pues por intentarlo que no quede.
Yo: ¡Coño, que susto!
Este muchacho siempre aparece de improviso, sin avisar y pegando unos sustos del carajo. No me gusta tratarle como una mierda porque es el mejor amigo de Laura y ayudó a Aurora y el pobre, la verdad, es que no hace nada pero me desespera cuando aparece de sopetón.
Laura: De Fabio ya me encargo yo.
Dice pasándole el brazo por el hombro y sonriéndole. Qué buena es con la gente que le importa. Vale, solo queda Miller.
Fabio: De Miller me encargo yo. Total, puedo pedirle ayuda a Alex si se complica la cosa.
Laura le da un capón y pone cara seria. No quiere a Miller cerca de Alex ni para ruedas de prensa. Todavía está presente el incidente de Montmeló y sobretodo el año aquel en el que los dos competían juntos. Creo que es al único piloto que le tiene manía actualmente.
Yo: Gracias, Fabio.
Fabio: No hay que darlas. Espero caerte algo mejor que como el culo.
Yo: Vas ganando puntos, no lo niego.
Me sonríe con esa sonrisa suya y se va. Laura se me queda mirando con la boca abierta y me encojo de hombros. ¿Y ahora qué le pasa?
Laura: No me lo creo.
Yo: Loca, ¿qué haces?
Laura: Tú y Fabio. Venga tía, que lo he visto.
Yo: Pues dile a Marc que te devuelva las gafas porque no ves un carajo.
Laura: No, si ahora lo negará.
Yo: ¡No pasa nada!
Laura: Que sí, lo que tú digas. ¿Sabes algo de Lara?
Me desepera. Es la diseñadora de cascos de Marc, debería saber dónde se mete y más siendo su amiga.
Yo: Sigue en Malasia.
Laura: ¿¡Cómo que sigue allí!? Debería estar montada en el avión.
Sale corriendo por el pasillo buscándola y la sigo hasta llegar a Aurora y pedirle que me ayude. Si se lo cuento yo sola probablemente me suelte todo el amor-odio que lleva dentro y eso es algo que nunca pude soportar, ni soporto, ni soportaré yo sola.
Laura: ¿Dónde está Lara?
Aurora se levanta y la para. Mi león pomposo acudiendo al rescate. También se acerca Laura para ver que pasa con la loca de su tocaya.
L.A: Puticornio, tranquila que ya sabes lo que dijo Mir.
Aurora: No te ataques.
Laura: Va a acabar conmigo. ¿Dónde está?
Nos miramos las tres y sopesamos en silencio si contárselo o no ya que Lara nos dijo expresamente que no lo hiciéramos, adivinando que, si lo hacemos, Dani acabaría siendo hijo único al final.
L.A: Ha tenido una discusión con Eric y lo han dejado. Pero no quería que te enterases con todo lo que te ha pasado y que no había que sulfurarte.
Aurora y yo la miramos fijamente. Traidora. A aguantarla se ha dicho.
Laura: ¿¡Qué!?
Va hacia su asiento y miro a Aurora.
Yo: No ha sido para tanto...
Pero en vez de sentarse, salta a Marc, y como Laura no está, tiene el camino libre hacia Dani.
Yo: He hablado demasiado pronto.
Vamos todos hacia Dani, que ahora se someterá al tercer grado de Laura. Esto solo acaba de empezar. Cuando creemos que va a empezar a pegar a Dani o a algo, aparece Marc y la sujeta para calmarla. Y no voy a resumir lo que ha dicho la loca esta. Podeís imaginarlo.
Marc: Laura, tranquila. Dani no tiene la culpa de lo que haga Eric.
Laura: Nadie le hace daño a mis amigas.
Yo: Alex, también va para tí.
Alex: Oye, que yo no he hecho nada.
Aurora: Ni caso, que lo hace para picarte.
Todos reímos excepto Laura y Marc. Me alegra que por fin Laura haya encontrado a ese alguien por el que lleva incordiando desde que la conozco, no creo que haya aguantado un año más escuchando que quiere conocer a Marc. Y al parecer han hecho dos por uno, como en Carrefour. Al final, todo se resolvió porque Dani no sabía nada de lo que había pasado. Eric será su hermano y eso pero para nada se llevan igual que Marc y Alex.
El resto del viaje fue tranquilo y normal hasta llegar al aeropuerto del Prat, en Barcelona. Las dos Lauras, Aurora y yo teníamos que coger el Ave de vuelta a Madrid. Sí, Laura se separa de Marc por unos días. Y os preguntaréis por que Marc no viene. Vereís, tiene reunión familiar y Laura ha propuesto venir con nosotras y así habla con su padre sobre la boda antes de que se haga oficial en Valencia. A todo esto, Agus ya lo sabía porque se lo había dicho Marc. Pero la que tenía más miedo sobre ese tema era Aurora. Se había enterado todo el mundo a la vez pero solo había hablado con su hermano sobre ello. La reunión familiar de los Márquez la había organizado el abuelo por Alex, pero también iba a llevarse la sorpresa de Marc, que le encantará porque Laura fue bienvenida a la familia desde el primer día. No costó mucho separar a Laura de Marc con la promesa de que harían Skype todos los días que Marc pudiese por los entrenos. Sin embargo, Aurora no quería despegarse del "pequeño" Márquez. Probablemente sean los nervios de no saber cómo reaccionarán sus padres a la noticia, aunque conocieron a Alex en Aragón y les cayó muy bien a ambos.
Yo, en cambio, no tengo noticias importantes que dar, pero sí que tengo que volver al trabajo. Hasta ahora había trabajado a distancia, ventaja que solo unos pocos tienen, y me había ayudado para crear un nuevo juego. Una versión del mata-zombies pero con la cara de Miller. No, en serio, tengo que ponerme al día con esto.
Solo queda saber por qué la otra Laura volvió de Malasia si el tio ese de la serie seguía allí. Pues volvió porque se le acabaron las vacaciones y quería vigilar a Laura de cerca. Desde el susto de Malasia, ni Marc ni ella se separan ni un momento, de ahí que a Laura no le costase tanto separarse de Marc. Aparte, el Cholo la había llamado a la concentración.
Lara se quedó en Malasia para no tener que enfrentarse a Laura de momento, y la entiendo. La llamé mientras Laura hablaba con Marc y me contó que al parecer no sentía nada por Eric. Eroc se enfadó, empezó a gritarla y suplicarle que no le dejara pero ella ya lo tenía decidido y él se marchó. No pasó nada más. Lo que sí me llamó la atención fue que, paseando por el paddock, se encontrase con un tal Raúl. El caso es que el nombre me suena de habérselo escuchado a Laura y a Marc, pero no consigo averiguar de dónde sale este misterioso Raúl. Solo espero que no cometa una locura porque ya van dos: Alex Rins y Eric Pedrosa.
A Rins se le ha visto por el circuito y se habla con el trío lalala, pero no se ha vuelto a acercar a Lara.
Aurora: ¿Qué dirán mis padres?
Yo: Ves fantasmas donde no los hay, Aurora.
Laura: Hazle caso. Ya conocen a Alex y les cayó bien. El problema está en mi padre.
Yo: Tú no vas a tener problema. Marc se lo ha dicho y si no ha ido a matarle todavía es que no pasa nada.
Laura: Llevas razón. La verdad, no me preocupa mucho.
L.A: ¿Le dirás que casi es abuelo?
Laura: Técnicamente, no ha pasado. No lo iba a hacer.
Yo: Mejor no presionar al autobusero no vaya a ser que se lleve a alguien por delante.
Narra Marc
(Jueves, día de reunión familiar).
Me costó lo suyo separarme de Laura pero jo tanto como a Alex que parecía pegado von superglue. Habíamos quedado en hacer Skype antes de la comida, dónde Alex lo hará oficial para la familia y yo se lo diré al abuelo porque necesito ayuda para lo que tengo planeado. Estaba hablando con Nil para ver cómo iba la cosa cuando aparece la cara de mi ángel en la pantalla del ordenador. Era la primera vez que estabamos separados.
Yo: Hola, petita.
Laura: Hola.
Ui, ese hola no vaticina nada bueno. A lo mejor su padre se lo ha pensado mejor y dice que no le gusta eso del matrimonio, raro estando él casado, pero cosas más raras se han visto.
Yo: ¿Te pasa algo? Te veo un poco tristona.
Laura: Cansada, estoy cansada. No ha parado de llorar. Toda la noche. ¡No lo aguanto!
¿Llorar? ¿Pero qué demonios está pasando en Madrid?
Yo: ¿Quién? ¿Aurora?
Laura: No, que va. Aurora ha conseguido la aprobación de sus padres, que estaban encantados, por cierto. Pero yo he hecho de canguro. A quién se le ocurre...
Yo: Frena. Canguro, ¿de quién?
Laura: De mi sobrino Manu, mi rechoncho.
Ah, el hijo de su primo que no se enteró hasta hace unos meses que la tía se dignó a aparecer cuando casi estaba fuera de cuentas. Le llama rechoncho o bollito, depende del día.
Laura: Bollito no ha parado en toda la noche, qué pulmones tiene el jodío.
Yo: Qué mona.
Laura: Calla. ¿Qué tal por Cervera?
Yo: Muy lúgubre sin tí.
Pone los ojos en blanco y niega con la cabeza. Ya es típico de ella hacer eso.
Yo: En serio, te echo de menos.
Sonríe tímidamente y se recoge un mechón de pelo que tenía perfectamente en su sitio.
Laura: Yo también. Por cierto, mi padre quiere hablar contigo de algo de Valencia. No me preguntes que no lo sé, no me lo ha dicho.