Capítulo 7

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Narra Marc

No sé quién está más sorprendido de los dos, si ella por decirlo o yo por oírlo. Todos estamos en silencio y la verdad es que Emilio y Santi se podrían haber ido ya un poquito al carajo. Necesito estar solo, con ella.

Yo: ¿Santi? ¿Emilio? ¿Qué tal si nos dejais un rato solos?

Ellos asienten, se levantan y se van. Laura se está mirando las manos entrelazadas y parece que está a punto de llorar. Me acerco a ella y le separo las manos, se las cojo fuerte, pero fuerte reconfortante y entrelazo mis dedos con los suyos.

Yo: ¿Y porqué, en vez de salir corriendo, no me lo dices?

Siento que sonríe y se le cae una lágrima a medida que va levantando la cabeza para mirarme a los ojos. Creo que moriria por esos ojos marrones. Su mirada es increible.

Laura: ¿Y qué iba a decirte? ¿Oye, Márquez, tengo miedo de que me destroces y no quiero que vayas a por mi? No sé... supongo que soy idiota.

Yo: Eso sí que no. ¿De qué tienes miedo?

Laura: Si te lo digo creerás que estoy loca.

Yo: No lo haré, he visto cosas peores. Dímelo.

Me mira con ojos asustados y luego se muerde el labio y mira a todas partes menos a mí. No puede ser tan malo. No puede ser una fobia a las arañas o a las hormigas, me lo habría dicho.

Yo: Laura, no lo haré. Pero si tardas más me voy a preocupar.

Laura: Tengo miedo a que desaparezcas.

Yo: ¿Que desaparezca? ¿Porqué?

Laura: Manias mias. En realidad no es que desaparezcas en sí, sino perderte.

Yo: ¿Porqué piensas que vas a perderme?

Laura: Suena muy gilipollas. ¿Cómo vas a perder a alguien que hasta hace dos días no sabia ni que existias? No se puede ser más gilipollas que yo, en serio.

Se pone a dar vueltas pasandose las manos por el pelo, suave por cierto, estilo desesperación. Lleva razón, ¿cómo puedes perder a alguien si ese alguien ni sabía que existías? Pero a lo mejor si ese alguien es famoso y público como yo, ¿porqué no? No lo entiendo. Si tiene miedo de perderme, de que me pase algo, debe de sentir algo más de lo que ha reconocido delante de Emilio y Santi.

Yo: Laura, para. Llevas razón, pero sé sincera. ¿Qué sientes por mí?

Laura: De todo. Hay veces que me dan ganas de comerte a besos y hay otras que me dan ganas de arrancarte la cabeza de cuajo. Te lo advierto, no vuelvas a hacer lo de Brno 2014.

Yo: Prefiero que me comas a besos.

Laura: Yo también, creeme.

Nos empezamos a reir. Comerme a besos y arrancarme la cabeza son dos extremos bastante extremos. Respecto a lo que siente de todo... no sé que interpretar con eso. Manda indirectas muy directas y me confunde. 

Yo: ¿Eso es lo único que me adviertes?

Laura: ¿Quieres que siga? Vale. Valencia 2012, Italia 2013, Australia 2013, Aragón 2013, Aragón 2014... 

Yo: Vale, vale, me ha quedado claro. Pero, ¿qué hice mal en Aragón 2014?

Laura: ¿Te refresco la memoria? Quedarte en la pista con la moto con reglajes de seco a falta de cinco vueltas con el diluvio universal que te estaba cayendo encima. ¡Qué no se va a secar ni aunque traigan el sol de Qatar!

Yo: Pues sí que la cague, sí. ¿Y en Italia?

Se puso rígida en una fracción de segundo. Me acuerdo perfectamente de ese fin de semana. Pe caí en todas las sesiones de entrenamiento y en la carrera, pero en uno de los entrenamientos me cai en la recta a 280km/h. A eso se refería con perderme.

Por ti (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora