6. Culpabilizar

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6. Culpabilizar

Llegamos a casa tan rápido que agradecí el haber sobrevivido al viaje de regreso a casa. Él tenía las manos en el volante del auto tomándolo con una fuerza increíble que hacía sus nudillos blanquear.

—Cierra la maldita puerta. —Me dijo en un tono tan serio que me congeló la sangre. Cerré la puerta del auto y lo miré pero éste no se atrevía a mirarme. —Dime, ¿Siempre será así? , ¿Siempre coquetearas con todo chico que tengas enfrente? 

—No fue mi culpa.. 

—¡Cállate! Claro que es tu culpa, solo mírate. Parece que usas esos vestidos solo para ver quien te quiere en su cama. Eres una cualquiera. —Mi mano se dirigió con fuerza a su mejilla sin pensarlo, él me miró sorprendido y enfadado por mi acto. Tomé mi bolso y salí del auto para dirigirme a buscar un taxi, ni loca dormiré en la misma casa que él. —Tu no vas a irte a ningún lado. —Me dijo sujetándome la cintura con algo de fuerza. Lo miré sin importar que las lágrimas llenas de rabia me inundaban las mejillas. 

—¿Vas a volver a insultarme?, ¿Me vas a decir que yo tengo la culpa de todo? Anda, dilo. 

—Eres mi mujer, donde yo esté tu vas a estar. 

—¡No soy tu mujer! ¿Dónde ves mi anillo de bodas o de compromiso?, ¿Tienes algún papel que diga que te pertenezco? 

—Heather... 

—No tienes ni siquiera el porque culparme o celarme si no estás preparado para algo más serio a mi lado. 

—Tienes razón, lo siento mucho preciosa. Tengo que controlarme. 

—Lo siento por el golpe. 

—Me lo merecía. Vamos, entremos a casa.

Las cosas entre nosotros se tornaron algo frías después de aquella pelea, seguíamos compartiendo conversaciones pero ya no eran tan animadas como antes lo eran. Shawn tomó turnos extras en el hospital donde trabajaba y suponía que la razón por la que lo hizo fue la situación en donde nos encontrábamos.

—¿Cómo te ha ido?, ¿Estás cansado? 

—Hay muchísimo trabajo, quiero comer algo y dormir doce horas seguidas. 

—¿Ha sido un día duro? 

—Muchísimo. —Le serví su cena y me quedé con él hasta que terminó. —¿Sabes que me ayudaría con este día tan largo? Estar todo lo que resta de este día en mi cómoda cama con mi hermosa novia haciéndome mimos. 

—¿Te gusta que te consienta, cariño? 

—Me encanta. —Dijo sonriendo antes de pegar sus labios a los míos.

...

—No lo entiendes, no puedo estar embarazada. No ahora. 

—Tranquila, tal vez solo es estrés el que no permite que la regla te llegue. Además, un bebé no puede ser malo. 

—Yo lo sé, pero no es el momento. Shawn no pasa tiempo en casa por su trabajo y yo no me siento lista... 

—Habla con él, solo dile lo que pasa y después vayan juntos al médico. Todo está bien, Heather. No tengas miedo.

Llegué a casa con los pensamientos revoloteando en mi cabeza por los nervios que sentía. Mis manos me temblaban y sentía un pequeño nudo formarse en el fondo de mi garganta. Abrí la puerta con precaución rezando por que él no estuviera en casa pero lo estaba y no estaba solo.

—¿Porqué llegas tan tarde, bonita? 

—Necesito hablar contigo, cuando despidas a tus amigos ve a la habitación. —Escuché las burlas y comentarios sucios de sus amigos pero a éste no le importaba lo que decían. 

—¿Pasa algo malo? 

—Aun no lo sé. —Lo oí soltar un suspiro y asintió con la cabeza

— De acuerdo. En un rato subiré.

Eran las doce de la noche cuando Shawn entró a la habitación, se dio su tiempo para ponerse la pijama y acostarse a mi lado, quitó cuidadosamente el libro que tenía entre mis manos e hizo que levantara la mirada.

—¿Que sucede? 

—Creo que estoy embarazada. —Vi como la seriedad se apoderó de su rostro para después ser una cara llena de preocupación y finalmente una de enfado. 

—¡¿Cómo diablos puedes ser tan estúpida?! ¿Porqué permitiste que esto pasara, Heather? 

—No es mi... 

—Claro que es tu maldita culpa. 

—Yo no controló mi cuerpo, además tú no usaste el maldito preservativo señor semental. 

—¡No siempre seré yo quien haga todo el trabajo! ¡Tu puedes hacerlo perfectamente! Si sales con este maldito cuento sólo será culpa tuya. 

—Es de ambos. 

—No, no lo es. —Dijo mirándome de una manera tan fría que me hizo estremecer. Pasó sus manos por su rostro y soltó un suspiro audible. —¿Cuanto tienes de retraso? 

—Tres semanas. 

—Te quedarás aquí y beberás toda el agua que puedas. Iré a comprar una prueba casera. Y te juro que si da positivo me iré y no volverás a verme.

...

—¿Cuanto tiempo ha pasado? 

—Cinco minutos, ya podemos ver el resultado.—Caminé hacia el lavamanos y miré las tres pruebas que me había realizado hacia cinco escasos minutos. Miré las instrucciones de la caja y volví a mirar las pruebas soltando un enorme suspiro de alivio al ver que todas habían dado negativo.—¿Entonces? 

—No estoy embarazada. 

—Menos mal.—Dijo suspirando y volviendo a su lugar en la cama.—Preocuparme por un bastardo no estaba en mis planes.

A este punto la víctima ya presenta vulnerabilidad hacia el agresor. El agresor prefiere culpar a la víctima para no sentir ningún tipo de culpa perjudicando a la víctima de manera emocional y psicológica.

Daño{Shawn Mendes Fan Fiction}*Where stories live. Discover now