Daño{Shawn Mendes Fan Fiction}*

18. Empujar/Jalonear

18. Empujar/Jalonear

— No puedo creer que mi pequeña tendrá un bebé. -Mi madre quitó una pequeña lágrima de su ojo derecho y me abrazó poniendo su mano izquierda en mi estómago.

— Cuídala mucho, Shawn. No solo tienes en tus manos la vida de mi hija. —Comentó mi padre, Shawn le sonrió por cortesía pero no contestó, solo se limitó a bajar la mirada.

— Hoy iremos a mi primer chequeo.

—Sí y ya es tarde, tenemos que irnos. -Contestó mi esposo sin despegar la mirada de su teléfono. Me despedí de mis padres y salí por mi propio pie de casa cuando sentí el fuerte tirón de Shawn en mi brazo. Me arrastró unos metros hacia el auto y me empujó contra la puerta del conductor. Me lanzó las llaves al piso y me ordenó. — Tu vas a conducir.

—Pero...

— Si conduzco yo iremos a sacarte a ese niño de las entrañas. Tu eliges.

Subí al asiento del conductor y ajusté el asiento a mi medida, encendí el auto y lo puse en marcha, llegué con al consultorio médico de mi ginecólogo y entré sola. Había varias mujeres acompañadas de sus parejas siendo yo la única completamente sola, miraba hacia el piso distraída hasta que escuché la puerta abrirse. Levanté la mirada y observé a Autumn saliendo de aquel consultorio, me miro por unos segundo más solo me dedicó una sonrisa pequeña y apagada y se fue cabizbaja.

Entré al consultorio una vez que me llamaron, me hicieron recostarme en una camilla y el doctor amablemente se encargó de todo lo demás.

— El corazón de tu hijo ya puede escucharse,¿Quieres escucharlo?.— Sonreí sin quitar la vista de la pantalla donde el doctor se dedicaba a buscar a mi bebé. Sus rápidos latidos comenzaron a escucharse por toda la habitación haciendo que sintiera un amor inexplicable por él a pesar de ser tan pequeño. — Aproximadamente tienes ocho semanas, dos meses exactos puedo atreverme a decir. Tiene el tamaño de un pequeño frijol y ¿Puedes distinguir eso? Son sus deditos. 

— Se mueve muchísimo. —Sonreí quitando una lágrima de mi mejilla.

— Son muy activos en esta etapa, en unos meses podrás sentirlo. Tu embarazo va muy bien. Felicidades.

Salí de aquel consultorio bastante feliz después de recibir indicaciones y las fotografías de mi pequeñín. La calle estaba completamente sola por lo que deducí que Shawn me había abandonado ahí. Tomé un taxi y me dirigí a casa rezando por tener mi juego de llaves en mi bolso. Al llegar a casa vi su auto estaba estacionado junto al mio como costumbre además de haber dos autos más que impedían las salidas de estos. Entré a casa e inmediatamente escuché carcajadas y los ruidos que producía la televisión. Me acerqué un poco sin hacerme notar y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver lo que hacían. La cámara estaba conectada al televisor y este reproducía el vídeo que habíamos tomado el día del cumpleaños de Shawn. La escena que reproducía era la denigrante, estaba casi inconsciente y este me tomaba como quisiese haciéndome sentir completamente como basura.

— Tu esposa mueve muy bien el culo. — Comentó uno de sus amigos y todos rieron, incluyéndolo a él. — ¿Cómo lograste que hiciera eso? ¿La emborrachaste?

— Solo lo hizo porque se lo ordené, está tan estúpida que piensa que abrirse las piernas es sexo. 

— Tienes que prestármela algún día. — Comentó otro.

— ¿Cómo te ha ido? ¿El bebé está deforme?. — Me preguntó mi esposo sinicamente al verme llorar en la pared de la sala. — Estaba enseñándole a mis amigos que tan maravillosa eres. — Éste se acercó a mi con la intención de besarme más logré apartarme.

— Eres un hipócrita. — Le grité, éste se quedó serio mientras su rostro tomaba un color escarlata. Me tomó del brazo y me jaló escaleras arriba hacia la habitación.

— Si vuelves a gritarme...

— Ya no hay nada más que me lastime, me has humillado tantas veces que ya no me importa.

— Tal vez pero sé que te duele y mucho. — Posó sus manos en mi vientre y se acercó a mí para después empujarme contra la cama. Grité al sentir una punzada en mi barriga y solo escuché como cerraba la puerta con brusquedad.

El agresor sigue siendo una persona violenta contra la víctima solo que ahora lo expresa entre empujos y jalones dejando marcas algunas veces.