Daño{Shawn Mendes Fan Fiction}*

12. Controlar/Prohibir

12. Controlar/Prohibir

Llamada Entrante - Dave

— Ni se te ocurra contestar. — Me riño Shawn al ver que iba a tomar mi teléfono.

— Ha pasado un mes, los extraño muchísimo. — Le dije usando la misma trampa que había estado usando el último mes, sentí las lagrimas picarme en los ojos apunto de salir haciendo que éste se sintiera algo culpable.

— No llores nena.

— Déjame visitarlos, solo un día. Por favor.

— De acuerdo. — Accedió haciendo que chillara emocionada y comenzara a repartir besos por su cara. — Solo los visitarás para despedirte.

—Son mis amigos, yo no te prohíbo que tu veas a los tuyos. Los traes a casa y los recibo como a mi me gustaría que trataras a mis únicos amigos.

— Entonces solo los verás una vez al mes.

— Pero...

— ¿Prefieres no verlos?

...

— Heather. — Lloró Autumn en mi hombro. — Pensé que estabas enfadada conmigo y nunca me volverías a hablar.

— Aquí estoy preciosa, siempre estaré para ti.

— Te envié miles de mensajes, te llamé cientos de veces.

— Solo recibí llamadas de David. — Estaba confundida hasta entendí todo, Shawn había bloqueado su número de mi teléfono. — No volverán a separarnos.

— ¿Que pasó con tu cabello? ¿Y tu ropa?

— Shawn me llevó a comprar un nuevo guardarropa. Y solamente volví a mi tono natural de cabello.

— No me gusta esto, Heather. No me gusta nada que esté controlando tu vida a su gusto.

— Soy feliz con él. 

— ¿Te hace feliz que controle tus mensajes y llamadas? Eso no es un matrimonio nena.

— Autumn...

— Si necesitas hablar no dudes en llamarme, llama a este número, yo voy a contestar.

— Pero es el departamento de Dave.

— Me he mudado hace dos semanas. Te lo conté por mensajes pero no tuve respuesta.

Llamada Entrante - Shawn

— Tengo que contestar. — Me levanté del sofá y camine hacia el pequeño balcón que había en el departamento. — ¿Que pasa Shawn?

— ¿Donde diablos te has metido?

— Estoy en casa de Autumn y Dave.

— Quiero que regreses en este mismo instante. Mis padres llegarán en media hora.

— Pero acabo de llegar.

— ¡No me interesa! Regresa ahora si quieres seguir viendo a esa estúpida. — Iba a protestar pero Shawn ya había finalizado la llamada. Camine de regreso a la sala para ver como Autumn abrazaba a su novio, quien acababa de llegar. Dave me abrazó y me dio unas cuantas vueltas al verme, estaba sonriente aunque no por mucho tiempo. — Tengo que irme.

— Pero acabas de llegar.

— No recordaba que mis suegros irán a cenar esta noche y tengo que preparar la cena, vendré a verlos pronto lo prometo.

— Contesta las llamadas, Heather. Nos haces pensar lo peor cuando no lo haces.

— Lo haré. — Me despedí de Dave y Autumn me acompaño a la puerta, me abrazó y mientras lo hacía murmuró en mi oído.

— Si él te hace algo no dudes en venir, yo estoy aquí para ayudarte.

— Estaré bien, amiga.

Autumn's Point of View

— ¿Porque se ha ido tan pronto?. — Me preguntó Dave cuando regresé a la sala.

— Shawn la ha llamado, no me gusta que este controlándola.

— A mi tampoco, no me ha dado buena pinta desde el día de la boda. La alejó de mis brazos tan rápido que no pude decirle nada.

— Tenemos que ir a verla pronto y ver como la trata.

— No hay que meternos donde no nos llaman, cariño. 

— Es mi mejor amiga, Dave. Me es imposible no preocuparme.

— Iremos pronto cielo.-Dave me abrazó y besó mi frente.

Heather's Point of View

— ¿Puedo llamar a mis padres?. — Shawn levantó la mirada de su expediente y quitó los lentes de lectura que usaba. — Quiero verlos, tengo dos semanas sin hablar con ellos.

— Si los invitarás a venir también invitarás a mis padres.

— Planeaba salir con ellos.

— ¿Te he dado permiso?

— No.—Murmuré irritada. — ¿Cuanto tiempo tendrá que pasar para que dejes esa actitud tan hostil conmigo?

— Si sigues hablando así no irás a ningún lado.

— Tengo veinticuatro años, puedo hacer lo que se me ocurra sin tener que pedirte permiso.

— Inténtalo. — Me desafió. Cuando me dirigí a la puerta, este fue más rápido y capturó mis manos en una de las suyas. Me acorraló en la esquina de la puerta y pegó sus caderas a las mías para evitar que pudiera moverme.—Acabas de ganarte dos meses sin ver a ningún conocido mas que a mi y a mi familia. — Quito las llaves de mi mano derecha y se fue a la sala maldiciendo.

El agresor se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima para controlar a su antojo la vida de esta.