Daño{Shawn Mendes Fan Fiction}*

7. Descalificar

7. Descalificar

—¿Realmente estaba culpándote porque a él se le olvidó usar protección? 

—Dijo que no todo iba a ser su responsabilidad. Después de que viéramos las pruebas me ha discutido mucho para que vaya a mi médico y comience a tomar anticonceptivos. 

—Heather, no dejes que te controle. 

—Le he dejado en claro que no iré y si eso significa que no tendremos nada por meses está bien para mí. Tengo que irme, hoy iremos a Los Ángeles con mi madre y la suya. Creo que comprará mi anillo de compromiso. 

—¡Al menos algo bueno hará! Te deseo mucha suerte. 

—Te llamaré pronto.

Comenzamos nuestro viaje a Los Ángeles algo temprano así que el viaje fue menos pesado de lo que normalmente estamos acostumbrados, mi madre y la de Shawn charlaban en la parte trasera del auto, Shawn se concentraba únicamente en el camino y yo moría de aburrimiento en el asiento del copiloto. Traté de distraerme tratando de dormir, cambiando de estación en la radio cosa que fastidió a mi amargado novio, moviendo y borrando cosas en mi teléfono hasta que finalmente la madre de Shawn rompió la tensión que teníamos en los asientos delanteros.

—¿Tienen pensado comprar algo en específico, chicos? 

—Compraré el regalo de aniversario de Heather. —Sonreí al escucharlo. 

—¿Comprarás mi anillo de compromiso? Lo hablamos ayer. —Lo miré llena de emoción al igual que las dos mujeres que estaban en la parte de atrás. Él me miró unos segundos antes de dirigir su mirada nuevamente al camino y decir. 

—No lo mereces. —Después de esas palabras nadie dijo nada, ambas señoras se quedaron en silencio intercambiando miradas entre ellas y yo simplemente recargue mi cabeza contra el vidrio y traté de quitar las pequeñas lágrimas que ya libremente caían hacia mis mejillas.

Cuando llegamos a nuestro destino, él fue el primero en bajar del auto e irse por su propia cuenta. Cuando estuvieron a mi lado, mi madre me abrazó y la madre de Shawn solo se dedicaba a tratar de animarme mientras justificaba las palabras de su hijo.

—Tal vez será una sorpresa, él te ama mucho. 

—Pero no tenía que decirlo como si yo no fuera nada, me sentí como basura. 

—Hablaré con él, ya no estés triste. Existe la posibilidad de que en estos momentos él esté entrando a Tiffany & CO y compre un precioso anillo para ti.

No disfruté ese viaje el cual duró tres días. No tuve muchas conversación con las tres personas a mi alrededor y traté de no mirarle mucho la cara al chico que me había hecho sentir mal. Supe que su madre habló con él pero su actitud hacia mí seguía siendo la misma. En el regreso a casa cedí mi asiento a la señora Mendes y decidí irme a un lado de mi madre abrazada a ella como una niña pequeña. Dejamos ambas señoras en sus respectivos hogares y aún me rehusaba a ocupar el asiento delantero, Shawn no me siguió la contraria solamente suspiró frustrado y ocupo el asiento del conductor. Llegamos a casa y lo único que hice fue encerrarme en mi habitación y descargar todo lo que sentía en una almohada.

—Heather, abre la puerta. 

—No quiero verte. —No escuché más llamado por un buen rato permitiendo que durmiera por un par de horas. Bajé las escaleras con cuidado, aún seguía algo dormida por lo que quería evitarme un accidente innecesario. Escuché su voz y una extra charlando en el sillón que daba la espalda a las escaleras me acerqué y lo vi concentrado hablando por teléfono por medio del altavoz. 

—Creo que sigue en la habitación, no ha querido enfrentarme desde hace tres días. 

—De seguro tiene la regla, se vuelven un mar de lágrimas y enfado cuando eso llega. 

—¿Crees que hice mal en decirle eso? 

—Claro que no amigo, ese momento llegará cuando tú quieras no cuando ella lo pida. 

—Últimamente se ha hecho más insoportable de lo que ya era. Se queja por todo, no agradece todo lo que hago por ella y simplemente no pone de su parte en la relación. 

—¿Y en los asuntos de la habitación? 

—Siento que lo hago con una pared. Literalmente solo sabe abrir las piernas y listo, eso significa el sexo para ella. 

—¿Y porqué sigues con ella? 

—Aún la quiero, y muchísimo pero estoy cansándome de sus escenas y de su lloriqueo constante. —¿En serio todo eso significaba para él?, ¿Lo hacía sentir mejor el hacerme menos con sus amigos? Subí las escaleras teniendo cuidado de no hacer ruido y una vez dentro de la habitación, tomé mi teléfono y llamé a Autumn. 

—¡Heather! ¿Cómo estás? ¿Ya tienes en tu dedo un precioso anillo costoso?

—¿Puedo quedarme en tu casa esta noche? —Traté de reprimir un sollozo pero no funcionó. 

—Claro que si preciosa, me vendría bien algo de compañía, ¿Que sucede? 

—Te contaré cuando esté allá.

Tomé una pequeña maleta de mano que normalmente usaba cuando salía de la ciudad un par de días, tomé suficiente ropa para dos días y tomé mi bolso. Bajé las escaleras justo cuando Shawn ya estaba despidiéndose de su amigo, me miró tomar las llaves de mi auto y se levantó del sofá como resorte.

—¿A dónde irán? 

—A casa de Autumn. 

—No, Heather... 

—Déjame, ya me has hecho lo suficientemente menos como para no permitir salvar la poca dignidad que me queda por tu culpa. 

—¿De que hablas, nena? 

—No te comportes como un hipócrita y déjame ir, volveré mañana o el viernes.

A él no le quedó mas opción que soltarme y dejar que saliera por mi propia voluntad directo a casa de mi mejor amiga.

...

—No lo necesitas, Heather. ¿Porqué sigues con él? 

—Aún lo amo, pero ya no soporto que me haga a un lado. Es la peor sensación que puede sentirse. 

—Entonces déjalo sufrir, quédate unos días y cuando vuelvas verás que estará cambiado.

El consejo de Autumn funcionó ya que al separarme de él unos días hizo que el día de mi regreso lo tuviera con la rodilla derecha en el suelo mostrándome un precioso anillo pidiendo que aceptara casarme con él. Acepté sin pensar en todo lo que pasaría después.

Los comentarios comienzan a ir en aumento atentando contra la integridad emocional de la víctima.