Capítulo cuatro.

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Vaya, hasta que llegas Alfredo.-Grito mi padre.

Estaba en el parque, ¿Algún problema?-Dije.

Seguro esta drogado.-Dijo Scarlett con desagrado.

Tenía razón, después de pasar con mi amigo, decidí ir a un cajellon a drogarme.

Callate vieja fastidiosa-Dije molesto

¡Alfredo!-Grito mi padre

Dejalo, Alejandro.-Dijo Scarlett.

No seas hipócrita, te odio, capas tu y mi papá eran amantes desde hace tiempo. Aparte ese niño ni a de ser de mi papá, se mira que eres una cualquiera.-Dije.

Mi padre me dio una bofetada, me tiro al piso. Tomo de mi cabello y empezó a golpear mi cabeza con el suelo.

Callate, estas colmando mi paciencia, eres un malagradecido.-Dijo mi padre al soltarme.

Aparte de que eres un maldito gay, eres un adicto a las drogas.-Dijo Scarlett.

Estaba tan adolorido, tan cansado de vivir con esa mujer, tan decepcionado con mi padre.

Usted aparte de ser una cualquiera, es una mujer tan...-Mi padre me interrumpió con otra bofetada.

Subí a mi habitación corriendo, no podía creer lo insoportable que era esa mujer y el odio que me guardaba.
Desconocía a mi padre, me había azotado contra el suelo, me dio de bofetadas y defendía a esa mujer, eso era lo peor.

Estaba llorando, busque una maleta y comence a colocar ropa al azar, varias cosas personales, mi ropa interior. Llamé a Max, le dije que iría a vivir a su casa, él acepto muy feliz.

Alejandro estaba sentado el sofá abrazado de Scarlett, diciendo que estarían bien, que serían una familia feliz.

Decidí salir con cuidado sin que me vieran. Max me esperaba, corrí a abrazarlo, él correspondió a mi abrazo.

Lo que tenia con Max, no era estable. Sólo lo veía una vez por semana, le decía que trabajaba en la empresa con mi papá y que no tenía mucho tiempo, aunque fuera mentira.

Estaba dudando de mi sexualidad, estaba con Max por lo atractivo que era, si lo quería y mucho, pero me miraba a escondidas con Tania, y si, teníamos noches tan magnificas. Ella tenía a Alfredo Leyva entre sus piernas, mientras gemía repetidamente el nombre de "Freddy".

Max no sabia nada de eso, pero Tania al saber de que salia con un chico, hizo que Max se enterará de todo lo que ella y yo hacíamos, entonces discutíamos, terminamos, y días después regresamos. Me sentía culpable por haberle engañado, pero el seguía a mi lado y le agradecía tanto el hecho de perdonarme a pesar de mi estúpido error.

Hasta la piel. ✧Breddy✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora