capítulo nueve:

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—¡vamos, luke! ¡más rápido!

—¡pero me duele mucho!

—¡ya casi llegamos, apúrate! —le grité en la cara.—¡hasta mi abuelita lo hace mas rapido!

—¡tu ni siquiera estás remando! -lloriqueó.

—créeme que lo haría, pero lamentablemente existe la flojera.— admití mientras me limaba las uñas.

—¡dijiste que te habías roto el brazo, con razón no traes un yeso! -contestó furioso.

—oops.

y acto seguido luke dejó de remar y se paró en el bote, haciendo que se desequilibre para el lado de adelante debido a su peso.

—¡siéntate idiota, nos vamos a caer! -me sostuve de las partes exteriores, prácticamente el bote estaba parado.

—¡no!—gritó.— ¡no hasta que perdones hacia mi persona todos tus pecados!

—¡no puedo, son muchos! ¡y además mis uñas aún no secan! -exclamé a punto de llorar.

—no me importa mojarmeee- alargó.

—perdón señor por ponerle una rata a luke mientras dormía, perdón por hacer un agujero en la parte trasera de sus pantalones, perdón por romperle el diente ocasionalmente, perdón por meter a la lavadora un calcetín rojo en junto polo blanco favorito, perdón por ser intercambiar su shampoo por colorante para cabello rosa.- luke escuchaba atento, y a la vez sorprendido al enterarse recién de todo.-yyyperdónporenterrarvivoalcuydeluke.- habló rápido, esperando que no la escuchara. la observó ofendido.

—¿¡Como dices que dijiste!? -oh no, le dio su tic en el ojo.

—pensé que estaba muerto ¡lo juro! hasta que busque bien y me di cuenta que solo estaba durmiendo

—eres una estúpida, pero agradezco mucho tu valor para contármelo.— asentí con la cabeza nerviosa, no sabía si creerle cuando seguía teniendo su tic.

mantuve mi mirada en él, viendo como por fin se iba a sentar, hasta que oí algo tronar.

—luke, ¿escuchaste eso?

—¿qué cosa?

—eso, haz silencio.— oímos como la madera del bote se rompía.

—oh por dios, vamos a morir, nadya, vamos a morir, quiero hacer pipí, y no quiero morir con ganas de hacer pipí.—literalmente, él estaba llorando.

—cálmate, sólo estamos a 2 metros de la superficie terrestre.

—está bien-suspiró.— pero enserio quiero hacer pipí— hizo un puchero.

—¿ves justo ahí? —señalé el pequeño arbol, asintió.— bien, una vez que salgamos de aquí, podrás hacer tu pipí allí.

—¿no hay baños?—lo golpeé en la nuca.-auch

—estamos en el bosque, inteligente.

—oh oh —comentó luke al ver el bote prácticamente casi partido en 2, si no saltábamos ahora era nuestro fin y pues, luke moriría con el pantalón lleno de pipí.

—okay, a la cuenta de tres, tomamos aire, nos lanzamos y nadamos ¿listo?

—listo.— entrelazamos nuestras manos.

—uno-grité

—uno y medio- dijo temeroso luke, rodé los ojos, gallina.

—¡tres!

—espera, ¿qu-

—¡cállate y salta!

cerramos los ojos al mismo tiempo y nos hundimos en el agua. abrí los ojos todavía debajo y vi que el mar se había puesto amarillento. entendí que luke no había aguantado más. ew, ew, ew.

salí a la superficie y observé que luke seguía meando, que asco, le vi su pichula y con pelitos, pelitos rubios. me pregunto si se la peina.

—imbécil, ¿no podías esperar a que saliera?

—roberto casi explota.

—¿es en serio? ¿le pusiste nombre a tu cosa?

—soy luke hemmings, que puedo decirte.— se encogió de hombros.

—o—

—¿y ahora que haremos? -pregunté mientras caminábamos hacia quién sabe donde.

—no lo sé, en menos de dos semanas me iré y me gustaría pasar todos estos días que me quedan en sidney contigo. porque te quiero.— jugó con los dedos de mi mano.— y mucho.

—aw, eres un amor

—así me suelen llamarme mis conquistas.— levantó las cejas pícaramente.

reímos juntos, extrañaría momentos como este.

—luke

-¿si?

—yo también.—levante mi mirada hacia sus ojos azules.

me miró confundido.

—yo también te quiero.

me abrazó.

—y mucho, luke. mucho.

sonrió.

—o—

—¿que hacemos aquí? —le pregunté a luke observando a mi al rededor. era un campo inmenso, decorado principalmente por flores, algunas ya marchitadas, y luces.

—¿no recuerdas? —negué.

—íbamos aquí cuando eramos niños, mi mamá nos llevaba. solíamos pasar el rato jugando allá.- señaló al fondo, pude ver unos juegos, ya casi oxidados por el tiempo. automáticamente tuve un pequeño dejavú.

—¿quieres subir? —asentí feliz.—bien, vamos.

corrimos hacia allá haciendo una carrera, podía sentir la adrenalina en mis venas.

—luke, ¡empújame! —le dije subiéndome al columpio.

—¡ya voy! —comentó deslizándose del tobogán y empujándome.

reí al ver que el también se estaba balanceando en en columpio rojo. después de dos largas horas jugando, nos tiramos en el césped y como si fuera un tipo de karma, empezó a llover.

—mierda.—susurró luke.—tenemos que rnos antes de coger un resfriado.— automáticamente se paró y me dio la mano para que yo también lo haga.

—¡corre! —gritó luke divertido al ver que la lluvia se había puesto más intensa y literalmente estábamos completamente mojados.

—¡ya no tiene caso! —reí.

—¡da igual, esto es divertido! —exclamó y corrimos aún más rápido.


sin rumbo alguno.


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gracias a lxs personas que siguen leyendo esto<3


messages {lrh}◀versión II▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora