Mi Eternidad

Compromiso

Cared se había ido de mi casa, pero regresaría en la noche para anunciar nuestro compromiso con mis padres, no quería enfrentar la boca de los lobos yo sola, si iban a matar a alguien quería que fuera Cared primero porque de él había sido la idea y después con gusto moriría yo.

Trate de que la casa se viera lo más reluciente posible para que tuvieran algo de alegría al llegar.

Estaba tan nerviosa que mi estómago quería salir de mi cuerpo, parecía que ya se había hartado de tantas emociones en tan solo dos días, empecé a querer vomitar aún mas así que decidí sentarme en el sofá y relajarme un poco antes de que llegara mi prometido, mire fijamente la sortija que me había dado, era totalmente hermosa, tenía un resplandor maravilloso.

¿Porque me daba tanto miedo que mis padres y la gente supiera que me iba a casar? Siempre había deseado que me pidieran compromiso de la manera más extraña o loca posible, Cared había cumplido todas mis expectativas, si sabía que él era el hombre que tanto había esperado ¿por qué me preocupaba tanto? conocía a mis padres y sabía que se iban a negar a tal cosa a pesar de que les dijéramos que la boda aún no estaba programada para ninguna fecha en especial y que tal vez faltarían años para que se realizara, pensé por un momento en que si Cared me pidiera que me fuera de mi casa ¿de verdad lo aria?, amaba a Cared tanto que estaba dispuesta a hacer lo que él me dijera con los ojos cerrados, no me importaba si era una cosa estúpida o peligrosa, solamente lo obedecería sin condición alguna.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por los golpes llamando a la puerta.

Era Cared venía vestido tan elegante como solo él podía verse, con unos jeans, una chamarra de piel negra y un suéter de cuello de tortuga, me encantaba cuando ponía mucho esmero en su apariencia.

-Estoy asustada-susurre a su oído mientras ponía mis manos sobre su cuello para sentirme un poco protegida.

-Ya no lo estés...por qué no hay razón de que te sientas así cuando estamos juntos-. Esas palabras me tranquilizaban, él conocía todos los secretos para calmar todas y cada una de mis emociones.

Se apartó de mi cuerpo.

Fue dando pasos hacia atrás hasta que cerró la puerta con una de sus manos.

-Estamos haciendo esto como se debe. No creo que tus padres quieran que quedes embarazada primero y después tengamos que casarnos obligatoriamente. Nos casamos por amor no por obligación, recuerda esto es amor- menciono mirándome directamente a los ojos y acariciando mi mejilla con su dulce mano, me guio hacía el sofá, nos sentamos lentamente, sabía que tanto él como yo estaba nervioso, saco su MP3, puso un audífono en mi oído y después en el suyo, empezamos a escuchar nuestra canción, la escuchábamos siempre que estábamos nerviosos, nos hacía tranquilizarnos y parecía que el mundo era lo que menos importaba para nosotros mientras nuestro amor siguiera presente.

Al término de la canción acerco su mano a mi barbilla y la jalo con la más tierna delicadeza inigualable.

Apretó sus labios contra los míos, sentí su agradable aliento en mi boca, era cálido y mejoraba con el lapso del tiempo que estaba su boca junto a la mía, su mano aún seguía en mi barbilla, aparto su boca cuando sintió que mis manos se elevaban para tomar su cuello.

Me miro con la más brillante mirada endulzada por sus labios.

-Están a punto de llegar tus padres-menciono.

-¿Nervioso?-susurre.

-Solo un poco ¿y tú?-dijo bajando la mirada y sonriendo un poco.