El Destino

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Habían pasado dos semanas desde aquel acontecimiento con mis padres, no había tenido tiempo de visitar a ninguna de mis amigas o hacer planes para salir a distraerme un poco del trabajo y la otra cosa que no me gustaba mucho pronunciar, llame a violeta para ponerme de acuerdo y salir a ver una película.


Era viernes, saliendo del trabajo arranque mi pequeño Volkswagen me dirigí a la casa de violeta, a pesar de la dificultada que tuve para llegar estuve a la hora indicada, llame varias veces a su puerta pero nadie salía, tomé mi celular del bolsillo de mis jeans y le llame.


-Bueno-contesto con un hilo de voz.


-¿En dónde estás?-pregunte con el enojo atragantado.


-Hay, se me olvido decirte que no iba a poder, pero mañana voy por ti para salir, lo prometo-gruñí y colgué el teléfono de lo furiosa que estaba.


Ya había oscurecido y faltaban tres largas horas para ver a Cared


¿Qué podría hacer para que el tiempo se fuera lo más rápido posible? tome el camino para ir a la vieja casona de la abuela de Cared, él me había dado llaves de ese hermoso lugar para que en mis tiempos libres tocara el violín, el piano o simplemente limpiara un poco la casa tan fúnebre.


Estaba lloviendo, pase a la casa lo más deprisa que podía, me dirigí al piano y empecé a tocar la canción que había compuesto para Cared, a mitad de esa hermosa canción escuche varios ruidos estridentes en la recamara de la abuela de Cared.


Si se había metido un malandrín quería romperle los pies para que aprendiera a respetar los lugares valiosos, me dirigí a la habitación de Cared y tome un bate, con la furia por todo mi cuerpo subí las escaleras más rápido como nunca antes lo había hecho, abrí la puerta de la recamara mientras sostenía el bate con la mano tan tensa, decidida a romper mandíbulas estrepitosamente, no había nadie, la cama se encontraba desarreglada y el tocador tirado, no me explicaba por dónde había salido sin que lo viera, deje caer el bate, comencé a poner todo en su lugar correspondiente, volví a escuchar el mismo sonido pero ahora por las escaleras, quien quiera que fuera estaba empezando a molestarme demasiado, tome el bate con la misma fuerza y salí de la recamara, al llegar a las escaleras observe todos los cuadros tirados y los vidrios rotos.


-¡DAME LA CARA! ¡NO CORRAS COBARDE!- mencione con un rugido en mi garganta que no podía evitar, estaba furiosa.


Sentí una mano que tocaba mi espalda, agarre el bate con mis dos manos y voltee con todas las fuerzas que tenía para poder pegarle tan fuerte que quedara inconsciente, pero solo le pegue al cuadro de la familia más antigua que tenía su abuela, me quede perpleja.


-Es claro que está muy enojada conmigo-dijo la misma voz de mis sueños a mi espalda.


Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo lentamente, voltee despacio para poder ver su rostro.


Era Jared, mi mano comenzó a apretar más fuerte el bate, quería romperle la cara por el daño que le había causado a la casa de la abuela de Cared.


-Espera, si me pegas te causaras daño-susurro.


-¿Yo me causare daño?-mencione con tanta furia.


-Si no me crees averígualo-dijo mientras extendía sus manos.


-¿Por qué hiciste esto?


-Por qué no me gusta para nada esta casa.


-Pero esta casa no te ha hecho nada-dije demasiado furiosa aun.


-Eso no importa, mejor me voy porque mi clan me espera.


-¿Tu clan? ¿Ahora perteneces a eso?

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