Monstruo

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Desperté en mi casita del bosque, era de noche y solo la vela iluminaba a mi alrededor, tenía mucho frío y me dolía todo el cuerpo.

-Por fin despiertas-menciono Tania.

-¿Donde esta Cared?-susurre, aunque mi voz parecía un graznido.

-Están en la casa de tu abuela pero será mejor que tú permanezcas aquí por un tiempo.

-Jared-musite.

-Aquí estoy-menciono su voz firme y angelical.

-¿Qué pasa?- mencione aturdida, buscando el rostro de Jared, se me escapo un grito en cuanto lo vi, tenía marcas de mordidas sin sanar.

-Duerme un poco más, mañana todo estará mejor-dijo y me brindo un beso en mi mejilla.

El resto de la noche Tania o Jared me brindaban un vaso de leche tibia de un sabor bastante peculiar, eso hacía que sintiera menos frio y mis fuerzas se recobraran por completo, al parecer le metían alguna píldora para que la bebiera sin darme cuenta y por eso el sabor de la leche.

En la mañana estaba completamente despierta y con muchas fuerzas para ver a Cared, me puse mis botines y mi cinturón, observe que mis manos tenía rasguños, pero mis uñas había crecido bastante estaban puntiagudas y de un color aperlado como si me las hubiera pintado, salí de la casa con mucha desesperación por que alguien me explicara qué era lo que estaba sucediendo.

-Antes de que te vayas-menciono Jared a mi espalda -creo que hay algo que debes ver y saber-dijo mientras sostenía con peculiaridad un espejo media roto a la mitad, me acerque al espejo para ver de lo que se trataba, solté el espejo en cuanto mire mi rostro.

-Yo no...-mi voz comenzaba a fallarme, no podía articular ninguna palabra, me sentía destrozada por lo que estaba viendo, tenía cicatrices de mordidas por todo el cuello mis ojos eran de color azul zafiro y parecía más delgada, como si no hubiera comido en meses, mi piel era más clara aunque no tenía el color de Jared.

-Cuando te pusiste en sincronía conmigo no sabíamos de los poderes que podías llegar a tener, tus dones se intercalaron con los míos y te hiciste más poderosa al grado de estar en la cueva siendo uno mismo, Charlie te mordió, bueno "nos mordió", y ahora tienes un cierto grado de vampiro en tus venas. Aun tienes sangre que corre por tus venas, puedes llorar, ir al baño, alimentarte como lo hacías pero si vuelves a querer ser un humano el veneno que hace que te conviertas poco a poco te consumirá tarde o temprano, ya no podrás estar ni siquiera muerta en vida-su explicación era convincente pero no entendía nada.

-Lo que quiere decir Jared es que, ya no puedes ser humana, te hemos estado alimentando esta semana a base de sangre animal y humana-menciono Tania que se encontraba trepando en un árbol aunque no me interesaba mucho en cual.

-¡¿Qué?!-grite, no podía creerlo, lo que había pensado que era leche tibia con píldoras era solo sangre.

-No teníamos elección, si te dábamos comida y medicinas seguramente morirías al cuarto día-se excusaba Jared.

-¿Qué fue lo que paso?-musite, quería saber con lujo de detalle aquella pelea.

-Cuando llegamos a la casa Tom ya estaba a punto de asesinar a Caroline, Leonor Mickey y yo lo destrozamos por completo pero esto enfurecio a Monserrat que tomo como rehén a Cared para que no pudiéramos hacerle nada, arrastro a Cared por el bosque hasta que Mickey la tomo por sorpresa Mickey y Leonor la despedazaron, me encargue de Cared pero Charlie se puso furioso por la muerte de Monserrat y se dirigio a perseguirme para matar a Cared y a mi. Cuando me dirigi a un buen sitio para esconderme me di cuenta que Cared estaba perdiendo mucha sangre a consecuencia de los rasguños y mordidas que tenia en las piernas, lo cargue hasta llegar a la cueva, de lo siguiente fuiste testigo-musito con una mirada de horror, parecia que le costaba trabajo recordar los detalles.

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