Capítulo 3

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"Repulsivo."

Ese fue su primer pensamiento luego de que sus ojos recorrieran aquel insignificante lugar, era simplemente inmundo y lo único bueno que había obtenido de estar ahí era el hecho de haber encontrado a una víctima y recuperado sus fuerzas.

Recordó entonces ese detalle y llevó su mirada a uno de sus costados donde se encontró con un lindo cambio de ropa que su marioneta de la noche pasada le había conseguido, sonrió ampliamente al recordar eso y se puso de pie para comenzar a vestirse de una buena vez y así poder ir a buscar al pequeño inútil por el cual estaba ahí en esos momentos.

Él era una criatura vanidosa y fue una gran satisfacción para él poder quitarse esa maldita ropa que le habían hecho usar durante todo el tiempo que estuvo en aquella prisión. El cuero, eso le quedaba mucho mejor y resaltaba maravillosamente su majestuosa figura.

Una sonrisa curveó sus deliciosos labios rosas al mirar su rostro en el pequeño espejo que estaba ahí, había recuperado su aspecto normal y ya no tenía esa apariencia enfermiza de tiempo atrás, se acomodo un poco el cabello y finalmente salió de la habitación que en realidad lo llevaba a otra donde se topó con una bella chica rubia.

-¿De-despertaste?-balbuceó atónita-Pe-pero... ¿qué haces fuera de la cama?-preguntó ella algo alarmada luego de que recuperó la compostura-Todavía no pues levantarte-dijo acercándose a él seguramente para intentar llevarlo de vuelta a la decadente habitación de minutos atrás.

La sonrisa que portaba se ensanchó, sus ojos se volvieron negros y en dos segundos la molesta mujer cayó a sus pies inconsciente, salió de ahí como si nada hubiese pasado caminando con prisa al lugar donde sabía Lu estaría, varios ojos se prendaron de él y no era para menos, esos humanos jamás verían algo ni la mitad de impresionante que él.

Durante su camino se chocó con un idiota de cabello negro que inmediatamente le lanzó una mirada de despreció que simplemente le hizo rodar los ojos. ¿De verdad ese tipo creía que podría hacerle algo a él?

-Fíjate por donde caminas-le gruñó el pelinegro.

-Como si realmente alguien pudiera fijarse en algo como tú-dijo con desdén.

-¿Qué has dicho?-soltó el furioso desconocido.

No respondió porque no valía la pena y no iba a perder su tiempo con ese imbécil, siguió su camino un par de metros más y dio dos fuertes golpes en aquella puerta que lo separaban de ese estúpido mocoso, un grave gruñido proveniente de la habitación lo sorprendió un poco y mayor fue su sorpresa cuando al abrirse la puerta no se encontró con Lu sino con un hombre mucho mayor que su estorbo.

Sus ojos lo recorrieron comenzando por su hermoso rostro tomándose su tiempo en los inusuales pero preciosos ojos que el desconocido poseía, le resultaban algo familiares a decir verdad, bajó más su mirada pasando a su descubierto torso, que no estaba nada mal si se lo preguntaban a él.

Su mirada finalmente se detuvo en la entrepierna ajena y no pudo reprimir la sonrisa traviesa que se extendió en sus labios al ver que estaba muy despierta, volvió a levantar la mirada sin dejar de sonreír solamente para encontrarse con la misma expresión que todos ponían al verlo, él parecía impresionado y embobado.

-¿Acaso esperas que te la chupe o algo?-preguntó divertido al ver la expresión estupefacta del mayor, se rió de eso y llevó su mano al pecho ajeno para empujarlo ligeramente-Sal de mi camino-ordenó impaciente al ver que no se movía de su camino.

Sehun frunció el ceño tras escucharlo hablar y la forma en cómo intentaba empujarlo. ¿Quién mierda se creía ese mocoso para tratarlo de esa forma a él?, volvió a mirar su precioso rostro adornado por esa irritante sonrisa que le provocaban unas ganas inmensa de borrarle de un golpe o tal vez de otra forma.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora