Capítulo 51

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Una última mirada viajó hasta el árbol donde había dejado al pequeño mestizo, sólo para asegurarse de que él se encontraba bien, vio con satisfacción que todo estaba en orden y volvió a concentrar toda su atención en el Cazador que tenía frente a él.

Un potente gritó lo puso alerta dándole apenas unos segundos para saltar lejos evitando así la trayectoria del viento que no sólo partió en dos a los Cazadores salvajes sino también a esas abominaciones.

-¡Tú!-gruñó el chiquillo de los ojos ámbar que era el único de pie en medio de todos los cuerpos.

-Joder, ¿es que ustedes no van a dejarme en paz nunca?-bufó fastidiado.

-Devuélvelo-ordenó furioso.

-¿Por qué no vienes aquí y me lo quitas, niño?-soltó con burla.

-Con gusto, perro del Rey-contraatacó con la voz cargada de asco.

El moreno fue quien se lanzó sobre él, cosa que a Chanyeol poco le importó y lo evadió sin esfuerzo igual que todos los ataques que siguieron a ese. Esperó hasta que la respiración de Kai fue errática y entonces aprisionó su muñeca derecha.

-Mi turno-anunció sonriente.

Una potente corriente eléctrica atravesó a Kai haciéndolo bramar de dolor, se retorció en el agarre del otro hasta que logró liberarse aún cuando le costó un brazo roto, su mirada feroz y a la vez temerosa se clavó en los brillantes ojos contrarios, que poco a poco cambiaron a negro.

-Te mostrare lo que es un verdadero guerrero de Tenebris, tú patético chiste fabricado-gruñó con desprecio.

***

La desesperación crecía con cada segundo que estaba pasando, y ellos lo único que podían hacer era defenderse lo mejor que podían. Sus ataques eran frenéticos y continuos pero Kyungsoo simplemente los interceptaba o esquivaba como si no fuesen más que un chiste.

-No puede ser-musitó un aterrorizado castaño que observaba como Kyungsoo apenas se sacudía el polvo luego de recibir todo lo que ellos le habían enviado.

Era imposible que fuesen tres contra uno y no pudieran hacerle ni un solo rasguño. La sonrisa sádica de Kyungsoo cada vez era más amplia y él quería llorar de rabia al ver que nada podían hacer para defenderse de ese monstruo.

Lu volvió a usar el viento a su favor, Sehun lo siguió de cerca consiguiendo conectar por fin uno de sus golpes que envió a Kyungsoo lejos como si fuese nada, pero esa cosa nuevamente se puso de pie sin ningún rasguño en él.

-¿De que mierda está hecha esa cosa?-gruñó Sehun.

-¿Podemos ya de dejarnos de juegos absurdos?, sería más fácil si se rindieran-aseguró Kyungsoo.

-Vete al infierno-escupió Sehun retomando su puesto como su escudo.

-Conmovedor, pero ya me canse. No más juegos, acabaré con esto de una buena vez-sentenció.

Su único ojo se volvió negro y la temperatura de todo el lugar descendió dramáticamente mientras una capa de hielo comenzaba a formarse a los pies de Kyungsoo, extendiéndose hacia ellos a una velocidad alarmante, los tres retrocedieron rápidamente sin saber que esperar, concentrando sus miradas en el hielo que avanzaba rápidamente hacia ellos, olvidándose así de su enemigo que con un solo movimiento de su mano les lanzó afilados trozos de hielo.

Sehun se plantó frente a ellos confiando que nada iba a pasarles ya que contaba con el escudo que Lu le había obsequiado pero este nunca se activó y los tres recibieron todo el impacto, ninguno se había recuperado todavía cuando Kyungsoo volvió a mover su mano enviando lejos a Han y Lu avanzando hasta Sehun.

Demonically angelicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora